“Nueva alerta alimentaria. No consumir”. Estos son los mensajes con los que se está compartiendo una captura de pantalla procedente de la página web de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en los que aparecen varios envases de salmón ahumado. El motivo, según señala la propia agencia, es la posible presencia de la bacteria Listeria monocytogenes en este producto, que varias marcas han comercializado. Para comprobar si has adquirido alguno de estos lotes, comprueba si comienzan por 30A4 y continúan con un número y una letra. En ese caso, la recomendación de las autoridades es deshacerse de ellos.
¿Dónde se han comercializado los lotes afectados?
Como señala la AESAN y según la información disponible, la distribución inicial ha sido a las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla - La Mancha y Región de Murcia, “si bien no es descartable que puedan existir redistribuciones a otras comunidades autónomas”.
¿Qué tipo de productos y de qué marcas se han visto afectados?
Las marcas afectadas han sido Alepa, Distrialacant, Fajardo, Guillermo fernandez, Hiperber, La cuna del salazón, Los salaos, Pablo campillo, Pertusa, Saez, Salazones miguel, Salinas, Samar, The blueocean seaffod y Tora. Las formas en las que se ha comercializado han sido ahumado, ahumado en aceite, ahumado precortado, ahumado solomillo y marinado precortado. Puedes consultar más información sobre las marcas y los lotes afectados aquí.
¿Qué hacer en caso de haber comprado alguno de estos lotes?
La recomendación para los consumidores en caso de haber comprado salmón ahumado de estas marcas en los últimos días es comprobar el número del lote y no consumir si este pertenece a los afectados. “En el caso de haber consumido alguno de los productos de los lotes afectados y presentar sintomatología compatible con la listeriosis (vómitos, diarrea y fiebre), se recomienda acudir a un centro de salud”, recomienda la AESAN. “Especial precaución en personas más vulnerables, como niños pequeños, personas mayores, personas inmunodeprimidas o embarazadas, ya que este patógeno puede ser especialmente grave en esos casos”, recuerda en su cuenta de Instagram Miguel Ángel Lurueña (@gominolasdpetro), tecnólogo de los alimentos.
¿Qué es la listeriosis y cómo se contagia?
La listeriosis es la enfermedad causada por la bacteria Listeria monocytogenes, sobre cuya presencia ha alertado la AESAN, que puede estar presente de forma natural en animales salvajes y domésticos, en el agua y en el suelo, según explica la Biblioteca Nacional de Medicina de EEUU. También en vegetales, en caso de contacto con suelo o con estiércol contaminado, y en la leche cruda.
La principal vía de transmisión de esta bacteria a seres humanos y, por lo tanto, la forma en la que se contagia la listeriosis, ocurre por el consumo de alimentos contaminados, aunque también a través del contacto con animales o personas infectadas. Este último caso se da especialmente entre las mujeres embarazadas y los fetos, parte del grupo de riesgo.
Los alimentos precocinados pueden contaminarse durante el procesado y la bacteria puede multiplicarse durante su distribución y almacenamiento, como advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Añade que en otros brotes de listeriosis se han visto involucrados alimentos como salchichas, paté, salmón ahumado, quesos blandos, leche no pasteurizada y helados, verduras y frutas frescas y ensaladas preparadas.
Entre los síntomas de la listeriosis, los hay desde leves y parecidos a la gripe, como náuseas, vómitos o diarrea, hasta más graves, como meningitis, septicemia y otras complicaciones potencialmente mortales.
Para prevenir, atención a la higiene y al cocinado
Para prevenir la listeriosis es fundamental el manejo seguro de los alimentos. Las autoridades sanitarias recomiendan seguir buenas prácticas de fabricación y de higiene y el control de la temperatura en toda la cadena de producción, distribución y almacenamiento de alimentos, también en el hogar.
En las casas, se recomienda mantener baja la temperatura de los frigoríficos para limitar el posible crecimiento de bacterias como la Listeria: a diferencia de otras, esta puede multiplicarse a temperaturas frías (entre 2 °C y 4 °C). Además, aunque el cocinado a más de 65 °C acaba con ella, esta también puede contaminar los alimentos tras su elaboración (por ejemplo, después de que los alimentos se cocinen, pero antes de envasarlos). “Si hablamos de alimentos que no se cocinan, podría seguir presente y enfermarnos”, señala Lurueña.
Este ejemplo, añade el experto, nos sirve para recordar por qué se recomienda a los grupos vulnerables que eviten los alimentos listos para consumir que se mantienen refrigerados y a los que no es necesario someter a un tratamiento térmico (cocinar a altas temperaturas) antes de comer, como el salmón ahumado, los sándwiches preparados o los embutidos loncheados: “El riesgo de presencia de Listeria en este tipo de productos es mayor que en los que sí se cocinan antes de consumir”, recuerda el experto.
La OMS, por su parte, subraya las cinco claves para la inocuidad de los alimentos: mantener la limpieza, separar alimentos crudos y cocinados, cocinar completamente, mantener los alimentos a temperaturas seguras y usar agua y materias primas seguras.