Nos habéis preguntado por un artículo publicado en La Razón que señala los supuestos beneficios de la cerveza en la rehidratación corporal tras hacer deporte, priorizando su consumo frente al agua. Lo cierto es que, como cualquier bebida alcohólica, la cerveza no solo está relacionada con la deshidratación, sino que en ningún caso puede considerarse saludable: el alcohol, hasta en cantidades moderadas, mantiene un estrecho vínculo con multitud de patologías y problemas de salud.
La evidencia científica no define a la cerveza como “el mejor aliado post-entrenamiento”
“Muchos estudios ensalzan el valor de esta bebida para rehidratar y aportar energía, e incluso aseguran que mejora el rendimiento deportivo”, señala el texto. “Varios estudios médicos han demostrado que el consumo moderado de cerveza (con o sin alcohol) después de practicar deporte tiene numerosos beneficios para la salud y recomiendan a los deportistas incluir en su dieta esta bebida”, continúan, cuando se avanza en la lectura.
Sin embargo, la evidencia científica no dice eso: aunque hay estudios que apuntan que la cerveza sin o con menor cantidad de alcohol, sobre todo si se le añade sodio, es preferible a la cerveza ‘normal’ (con alcohol) para rehidratarse tras una sesión deportiva (disminuye su acción deshidratante), no recomiendan su consumo y mucho menos la sitúan como mejor opción para el cometido. Antes de hacer ejercicio, la versión alcohólica tampoco es una buena opción.
“La cerveza no es una buena opción [para rehidratarnos] porque contiene alcohol, que es diurético, tóxico y perjudicial para la recuperación muscular y las adaptaciones del entrenamiento”, indica a Maldita.es Rubén Ballesteros, nutricionista deportivo de INDYA. “Hay alternativas mucho mejores que podemos utilizar con este objetivo”, añade.
El alcohol no solo no hidrata, sino que deshidrata
Lejos de ayudarnos a reponer líquidos y micronutrientes tras la actividad física, cualquier bebida con alcohol inhibe la liberación de vasopresina, una hormona producida por el cerebro que envía señales a los riñones para que retengan líquidos, tal y como señala el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo (NIAAA, por sus siglas en inglés).
Como consecuencia, la frecuencia con la que ‘necesitamos’ orinar aumenta y, con ello, la pérdida excesiva de líquidos, es decir, que en lugar de hidratarnos nos deshidrata.
Ni siquiera la ‘cerveza isotónica’ es una buena alternativa
Tampoco la versión ‘para deportistas’ o ‘isotónica’ de esta bebida alcohólica se considera una opción saludable y recomendable, como aclaraban tanto desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) como desde la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED) ya en 2016.
“La cerveza que se presenta como bebida para deportistas no cumple con los criterios y garantías necesarios para ser recomendada ni en el deporte ni en la actividad física”, señalaban ambas instituciones a través de un comunicado conjunto. Añadían que, además, este tipo de bebidas podía suponer “una forma de entrada al consumo de alcohol de los más jóvenes, e incluso, niños”. De ahí que consideraran la promoción de esta marca y tipo de cerveza como “un ejemplo de publicidad con clara intencionalidad subliminal contraria a la promoción de la salud”.
La única cerveza que recomendaría Ballesteros tras la práctica deportiva (y en cualquier otra circunstancia) es la cerveza 0,0%: “Esta puede contener más electrolitos que el agua, lo cual ayuda a rehidratarnos más que el agua sola y no tiene alcohol, que es perjudicial siempre y en cualquier cantidad”.
Aunque es preferible a la cerveza, el agua tampoco es la mejor opción para rehidratarnos tras hacer deporte
Es cierto que el agua no es “la mejor opción rehidratante durante y después del ejercicio”, como apunta el artículo por el que nos habéis preguntado, dado que al sudar nuestro cuerpo no solo se deshace de agua, también electrolitos que debemos ‘reponer’ una vez acabada la actividad física.
“Es cierto que, en el caso de que realmente precisemos reponer electrolitos, el agua corriente no es suficiente, pero podemos utilizar cualquier bebida isotónica o incluso preparar la nuestra propia”, aclaraba a Maldita.es el dietista-nutricionista Daniel Ursúa. Ahora bien, esto no hace que la cerveza sea la alternativa (ni mucho menos).
Ursúa añade que, para la mayor parte de los deportistas, la pérdida de electrolitos durante la actividad física no precisa de una reposición inmediata. De hecho, explica que, salvo que el ejercicio sea intenso y prolongado, bastaría con beber agua en pequeñas cantidades y comer algo al terminar el entrenamiento (la fruta o los frutos secos serían una buena opción).
Según el Consenso sobre bebidas para el deportista, un documento sobre la composición y las pautas de reposición de líquidos realmente recomendables propuesto por la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE), las bebidas para deportistas deben presentar “una composición específica para conseguir una rápida absorción de agua y electrolitos, y prevenir la fatiga”. Para ello, deben aportar hidratos de carbono que mantengan una concentración adecuada de glucosa en sangre y retrasen el agotamiento de los depósitos de glucógeno; reponer electrolitos, sobre todo sodio y permitir la reposición hídrica para evitar la deshidratación.
“La mejor opción para rehidratarnos, sobre todo cuando hemos perdido una cantidad significativa de líquido y sales con el sudor, es una bebida hipertónica, con entre gramo y gramo y medio de sodio por litro y entre un 9 y un 12% de azúcares”, explica Ballesteros. Es más, propone una alternativa mucho más atractiva: beber un vaso de gazpacho con algo más de medio litro de agua durante la hora posterior al entrenamiento/competición. “La leche desnatada también sería una bebida muy adecuada para rehidratarnos y recuperarnos tras la práctica deportiva”, añade el experto.
No hay una cantidad de alcohol saludable: cuanto menos, mejor
No es la primera vez que explicamos por qué beber alcohol es perjudicial para nuestra salud: está relacionado con un mayor riesgo de padecer decenas de enfermedades, no solo mentales como la depresión; sino también físicas, como es el caso del sobrepeso y la obesidad, gran cantidad de tipos de cáncer y sí problemas cardiovasculares.
Al contrario de lo que llevamos décadas oyendo y creyendo, no hay un nivel de consumo de alcohol que se considere seguro para la salud, según Organización Mundial de la Salud (OMS): "La OMS no establece un límite particular para beber con seguridad ya que las evidencias demuestran que lo mejor para la salud es no beber nada en absoluto".
Si tienes más dudas sobre ‘supuestas ventajas’ asociadas al consumo de cerveza, en Maldita.es explicamos por qué ni adelgaza ni alarga la vida ni tiene más efecto analgésico que el paracetamol (ente otros mitos y bulos al respecto).
Primera fecha de publicación de este artículo: 07/07/2022