Qué rabia da que vengan a decirte que has estado dando un mal uso a determinado utensilio, además bastante sencillo, desde que el mundo es mundo, ¿a que sí? Probablemente este es el sentimiento que habréis tenido muchos de vosotros al dar con una imagen que se ha hecho viral en diferentes redes sociales en la que se deja caer que, hasta ahora, hemos estado utilizando mal la pajita de los bricks de zumo. Nuestro chatbot de WhatsApp (+34 644 229 319) nos ha avisado de que esta duda que os trae de cabeza, así que vamos a resolverla inmediatamente: la forma correcta de colocar la pajita en el brick es con la ‘parte que se dobla’ para fuera, y no al contrario, como muestra la imagen. Así lo demuestra la patente original y lo afirman diferentes productores y expertos en diseño de envases de zumo a Maldita.es.
El ‘piquito’ de la parte baja de la pajita sirve para agujerear el envase
Para empezar y sin necesidad de calentamiento previo: “La imagen es totalmente errónea”, como afirma a Maldita.es Pablo Bañeres, responsable de packaging de Zumos Palma, la planta productora y envasadora de la marca Zumosol. En primer lugar, y como se puede observar, “en casi todas las pajitas la parte más larga termina en punta (biselada) y esta, entre otras cosas, es para que resulte más fácil introducirla en el envase (abre fácil)”, añade Bañeres, permitiéndonos romper el plástico de ese pequeño agujerito que mantiene cerrado el brick.
“No, no es cierto que llevemos media vida utilizando mal las pajitas de los envases tetrabrik”, coincide en Maldita.es Marina Sánchez, del departamento de comunicación de la empresa Tetra Pak, quien distribuye los envases a marcas como Bifrutas, de Pascual.
“Nuestras pajitas de papel con forma de ‘U’ están diseñadas para que la parte recta más larga se utilice para abrir el envase, usando la parte inferior (la biselada) para hacer la punción. Una vez abierto, esta parte recta más alargada es la que se debe introducir en el envase”, explica. Añade que la parte superior con el ‘acordeón’ está diseñada de esta forma para poder adaptar la inclinación de la pajita a gusto del consumidor y facilitar el acceso a la bebida.
La respuesta a Maldita.es de Lorenzo Mingallón, tecnólogo de los alimentos y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, sigue la misma estela: “Aunque no soy experto en pajitas, pitillos, pajillas, sorbetes, popotes o como se les quiera denominar, hasta donde yo sé, según el tipo de pajita, esta se puede utilizar de un modo u otro. Ahora bien, la pajita de cuello flexible, inventada en la década de los 30 por Joseph Bernard Friedman, se diseñó principalmente por el motivo de que así era más cómodo ingerir el líquido que en una pajita normal o fija”.
No solo hablan los expertos, también las propias patentes
Además, solo hace falta acudir a la patente de este utensilio para comprobar que fue precisamente la posibilidad de doblarse el motivo de su invención. Es cierto que, en un primer momento, las pajitas no nacieron con esta ‘articulación’. Fue el inventor estadounidense Marvin Stone quien, harto de las pajas de hierba de centeno natural tradicionales, por lo fácil que se rompían y los residuos que dejaban en la bebida, diseñó su primera pajita enrollando tiras de papel alrededor de un lápiz, retirando este y pegando las tiras entre ellas.
A pesar de que, con el tiempo, se introdujeron mejoras en su diseño, no fue hasta 1930 cuando al inventor Joseph B. Friedman se le ocurrió que sería útil poder doblar este utensilio durante su uso, al comprobar la dificultad que tenía su hija para beber con una pajita normal.
Para ello, insertó un tornillo en la herramienta. “Luego rodeó las roscas del tornillo con hilo dental, creando ondulaciones. Así, al quitar el tornillo, la pajita se podía doblar convenientemente sobre el borde del vaso, lo que permitía que la pequeña alcanzara mejor la bebida”, explica en su página web el Centro Lemelson para el Estudio de la Invención y la Innovación perteneciente al Museo Nacional de Historia Americana de la Smithsonian Institution.
El 28 de septiembre de 1937 se emitió la patente de Estados Unidos número 2.094.268 para este nuevo invento, bajo el título Drinking Tube (tubo para beber).
Y qué mejor para cerrar este curioso tema que con las ingeniosas respuestas de algunos usuarios de Twitter a esta sugerencia que, ahora sabemos, no es adecuada ni cierta:
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Lorenzo Mingallón, tecnólogo de los alimentos.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 22/06/2022