En las últimas semanas una sustancia llamada óxido de etileno ha ocupado titulares a raíz de un llamamiento de la Comisión Europea para retirar del mercado una serie de productos, sobre todo helados, que podían estar contaminados con este producto a través del aditivo E-410 (goma garrofín o algarroba). Aquí explicamos qué relación hay entre ambos compuestos y por qué son noticia.
¿Qué es el aditivo E-410 y qué relación tiene con el óxido de etileno?
El aditivo alimentario E-410, también llamado goma de garrofín o algarroba, es un estabilizante que se usa habitualmente en helados, a los que aporta textura cremosa. Su uso está autorizado y regulado y su consumo es seguro. "En la industria alimentaria se usa como estabilizante de emulsiones, gelificante, espesante y previene la sinéresis (pérdida de agua)", explica a Maldita Ciencia Beatriz Robles, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos.
Habitualmente este aditivo no tiene ninguna relación con el óxido de etileno. De hecho, en una nota aclarativa del 22 de julio, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aseguraba que “no todos los lotes del aditivo E410 estaban contaminados, por lo que los productos que están en el mercado son seguros y cumplen con la legislación vigente.”
Sin embargo, en junio, la Red de Alerta Europea advirtió a España de que se habían detectado residuos de óxido de etileno en algunos lotes del aditivo E410. Esto ocurrió después de que en verano de 2020 se detectase en Bélgica una alta concentración de óxido de etileno en varios lotes de semillas de sésamo importados desde la India, según cuenta en este artículo de El País el tecnólogo de los alimentos Miguel Ángel Lurueña. Desde Bélgica se habían distribuido a otros 33 países.
Además de en las semillas de sésamo, se ha detectado este compuesto en otros productos, entre ellos en el aditivo E-410, según informaba la AESAN el 24 de junio. Al considerar que ningún nivel de este compuesto puede considerarse seguro, el 16 de julio la AESAN anunciaba que, tras una serie de reuniones, la Comisión Europea había decidido que todos los lotes afectados debían ser recuperados de los consumidores. "Es posible que algún producto afectado haya llegado al mercado, por lo que la legislación obliga a las empresas a que faciliten toda la información a la población para recuperar los productos afectados. Además, deben transmitir toda la información a las autoridades competentes", dice Robles.
¿Qué es el óxido de etileno? ¿Para qué se utiliza? ¿Cuáles son sus riesgos?
El óxido de etileno es un gas que se utiliza sobre todo como materia prima en la industria química para producir otros productos, por ejemplo, anticongelantes. Se usa también como emulsionante del petróleo y en el combustible de los cohetes. Está clasificado por el Reglamento (CE) nº 1272/2008 como un posible mutágeno, posible carcinógeno y posible tóxico para la reproducción, según explica aquí la AESAN.
Los principales riesgos de este producto no son alimentarios sino laborales: trabajadores que lo utilizan y que pueden quedar expuestos a él si las medidas de seguridad laboral no son las adecuadas.
En algunos países, como en Estados Unidos, se puede utilizar en la industria alimentaria para la desinfección de hierbas y especias. En la UE este uso fitosanitario no está permitido desde los años 90 así que no se puede emplear para desinfectar productos de origen vegetal "por lo que los níveles máximos de residuos que pueden aparecen en los alimentos se establecen en base al límite de cuantificación (LOQ). El LOQ es la cantidad más pequeña que puede identificarse con un método analítico, es decir, que si se detecta cualquier cantidad de óxido de etileno, el alimento no puede comercializarse", explica Robles. Los productos que se importan son analizados en los puntos fronterizos para asegurar que no contienen compuestos no autorizados como este.
¿Estoy en peligro si me he comido algún helado u otro producto contaminado?
Puesto que este compuesto ha aparecido en materias primas (especias y aditivos) que se utilizan en cantidades escasas, el nivel de exposición de los consumidores es muy reducido, según la AESAN. "Nos encontramos de forma general en un escenario de exposición puntual y en unas antidades muy reducidas, y es poco probable la existencia de efectos adversos agudos con los niveles detectados".
Robles coincide con un mensaje de tranquilidad: "Si es que ha llegado a producirse, has tenido una exposición mínima a un producto que entraña toxicidad a largo plazo si estás en contacto con él continuamente. No es el caso".
Primera fecha de publicación de este artículo: 23/07/2021