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“Algunas grandes plataformas digitales están reculando en sus promesas y en sus obligaciones”: el EFCSN analiza el cumplimiento del Código de Buenas Prácticas sobre Desinformación de la UE

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Claves
  • La asociación europea de verificadores EFCSN cree que la mayoría de las grandes plataformas digitales están lejos de haber aplicado las medidas que prometieron
  • Algunas de las medidas que se han aplicado han beneficiado a apenas 10 personas en países con millones de habitantes
  • En un año lleno de elecciones como 2024, parece que muchas grandes plataformas no tienen las “medidas efectivas” contra la desinformación que exige la ley europea
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Más de un año y medio después de que firmaran el Código de Buenas Prácticas contra la Desinformación de la Unión Europa, la mayoría de las grandes plataformas digitales están lejos de haber aplicado las medidas a las que se comprometieron. Algunas incluso manipulan sus informes para hacer ver que cumplen con esas medidas.  Ese es el hallazgo principal de un estudio detallado de la European Fact-Checking Standards Network, una asociación que representa a más de 50 organizaciones independientes de verificación que luchan contra la desinformación en Europa. 

“Algunas plataformas están yendo muy lejos para retorcer el lenguaje de sus informes y aparentar que sus políticas actuales cumplen con el Código, pero no es así”, afirma Clara Jiménez Cruz, presidenta de la EFCSN. Un buen ejemplo es YouTube, que ha anunciado “acuerdos con organizaciones de verificación de la UE” en países como Myanmar o Brasil.

El estudio evalúa la implementación que han hecho YouTube, Google Search, Facebook, Instagram, TikTok, WhatsApp, Bing, y Linkedin, además de la de otras plataformas que no son firmantes del Código de Buenas Prácticas pero que sí son muy relevantes en el panorama de la desinformación en Internet: X/Twitter y Telegram. Casi todas ellas han sido declaradas como “plataformas en línea de muy gran tamaño y de motores de búsqueda en línea de muy gran tamaño” y por tanto tienen mayores obligaciones según la Ley Europea de Servicios Digitales (DSA).

Algunas de las medidas aplicadas tienen poco impacto

“Algunas plataformas están desarrollando acciones que, de acuerdo con sus propios datos de impacto, benefician apenas a unas pocas docenas de personas cada seis meses en países donde tienen millones de usuarios”, añade Jiménez Cruz, “la implementación del Código de Buenas Prácticas no puede convertirse en un mero ejercicio de mejora de imagen para esas empresas”.

Microsoft Bing, por ejemplo, ha declarado que integra artículos de fact-checking en los resultados de búsqueda relevantes. Sin embargo, según sus propias cifras, no lo hizo ni una sola vez en la primera página de resultados en 15 países durante un período de seis meses. TikTok tiene un programa de verificación independiente pero, en algunos de los países teóricamente incluidos, se han verificado menos de seis vídeos en seis meses.

Aunque algunos firmantes del Código de Buenas Prácticas han hecho muy poco, el análisis también destaca cómo otras plataformas que ni siquiera lo han firmado siguen siendo actores clave en la difusión masiva de desinformación. X-Twitter, por ejemplo, queda en último lugar en una encuesta realizada entre verificadores ya que ni una sola organización europea de fact-checking considera que se toma en serio el problema de la desinformación. La EFCSN también reclama la aplicación efectiva de la Ley Europea de Servicios Digitales (DSA) con respecto a Telegram, ya que sus canales abiertos son fundamentales para la implementación de campañas de desinformación.

Un 2024 crucial

El análisis se basa en datos de las propias plataformas en sus últimos informes semestrales de cumplimiento de la DSA y el Código de Buenas Prácticas, además de los aportados por la comunidad de fact-checkers europeos. El último período completo de reportes del Código que estaba disponible para su estudio era de enero a junio de 2023, justo antes de que la DSA entrara del todo en vigor para los servicios designados oficialmente como plataformas y motores de búsqueda de muy gran tamaño.

Ahora que la ejecución de la DSA entra en su fase clave, el análisis muestra que la mayoría de ellas no había implementado ni siquiera las medidas a las que ya se había comprometido voluntariamente. Mientras algunas plataformas se preparan para un 2024 lleno de elecciones, es posible que ahora estén preparadas para introducir esas medidas. 

Aunque el Código de Buenas Prácticas es aún un instrumento autorregulatorio, cabría esperar que los actores más influyentes y de mayor tamaño del ecosistema digital cumplieran su palabra. Incluso si no lo hicieran y dado que el Código fue diseñado ya para convertirse en un Código de Conducta oficial de la DSA con las “medidas efectivas de mitigación de riesgos“ que requiere la ley, no debería darse el caso de que la mayoría de esos servicios no cumplieran con sus obligaciones meses después de que entrara en vigor.

El análisis completo está disponible aquí.

EFCSN está apoyado por la Unión Europea bajo el programa de trabajo sobre la financiación de proyectos piloto y acciones preparatorias en el ámbito de "Redes de comunicaciones, contenidos y tecnología" de 2020

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