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Los fact-checkers debemos trabajar juntos para generar mejores modelos de distribución de nuestras verificaciones online

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Este post está publicado en la web del IFCN (en inglés, portugés y español, en Maldita.es (en español) y en Full Fact (en inglés). 

Las asociaciones con plataformas de internet son vitales para aquellos verificadores que quieren llegar a audiencias más grandes y abordar la desinformación en la misma escala en que se está produciendo. La inteligencia artificial ayuda a las compañías de internet a detectar potencial desinformación y conectarla con las verificaciones, mientras que las tecnologías de distribución masiva ayudan a exponer las verificaciones ante aquellas personas que quizás nunca hayan oído hablar de nosotros. 

El tráfico y el alcance on-line del trabajo de las organizaciones de fact-checking recibe un gran impulso de Facebook y Google según las cifras que estas empresas han citado sobre el impacto de nuestras verificaciones:

“Las verificaciones de datos aparecen más de 11 millones de veces al día combinando los resultados de búsqueda a nivel mundial y en Google News en cinco países (Brasil, Francia, India, Reino Unido y EE. UU.). Eso suma aproximadamente 4 mil millones de impresiones al año "

Google blog post, Dec 2019

“Durante el mes de marzo, mostramos advertencias en aproximadamente 40 millones de publicaciones relacionadas con la COVID-19 en Facebook, basadas en alrededor de 4.000 artículos de nuestros socios del programa de verificación independiente. Cuando las personas vieron esas etiquetas de advertencia, el 95% de las veces decidieron no ver el contenido original”.

Facebook Newsroom update, April 2020

La Red de Internacional de Verificación (IFCN por sus siglas en inglés) organizó un panel durante el Global Fact de 2020 (el congreso anual de verificadores) y co-facilitó un panel con Full Fact para explorar cómo los fact-checkers querrían asociarse con las plataformas en el futuro, y cómo debemos reconfigurar el valor de los datos que distribuimos en línea.

Permitir el acceso a nuestro datos para su reutilización teniendo en cuenta la sostenibilidad económica

En los últimos meses, varias organizaciones sin ánimo de lucro así como comerciales se han acercado a la comunidad de verificadores -algunas veces vía la IFCN, algunas veces a través de pequeños grupos que surgen de las sesiones del Global Fact - para solicitar el uso de ciertos datos. Un ejemplo de esto sería una organización que solicita scrapear los resultados de las verificaciones que aparecen a través de ClaimReview para mostrarlas en otro contexto (el esquema ClaimReview es un sistema de etiquetado que permite que los motores de búsqueda y las plataformas de redes sociales muestren nuestras verificaciones en otros lugares, por ejemplo, noticias o resultados de búsqueda).

Es emocionante ver propuestas de nuevas formas de utilizar nuestro trabajo online, pero estas situaciones plantean algunas preguntas sobre cuán preparada está la comunidad de verificadores para responder a este tipo de propuestas. ¿Qué acuerdos éticos y legales deberían existir para los terceros que deseen utilizar estos datos a fin de garantizar que el uso que se hace de ellos es correcto? Si bien muchos verificadores pueden estar de acuerdo con donar estos datos a organizaciones para generar un beneficio público, ¿qué sucede si algunas organizaciones de fact-checking no quieren? ¿Nos arriesgamos a sentar un precedente que nos dificulte cobrar más adelante a las organizaciones comerciales por esos mismos datos? Si, como industria, decidimos establecer una estructura de monetización para cubrir el coste de la producción y recogida de esos datos, ¿qué forma debería tener, cuál es la estructura de propiedad y quién la administra?

Expandir nuestra verificación a otras plataformas bajo principios colectivos

Durante las entrevistas para el informe de Full Fact sobre los desafíos de la verificación online (próximamente publicado), los investigadores encontraron que los verificadores ven un valor profundo en el programa de verificación de datos independiente de Facebook más allá del dinero. El programa otorga una capacidad de monitorización enormemente mejorada, una mayor visibilidad pública y la capacidad de influir en los editores de otras webs y medios para corregir la información errónea. No es de extrañar, por tanto, que muchos estén a favor de que se introduzcan programas estructurados de pago similares en otras plataformas.

Algunos fact-checkers en Global Fact plantearon la posibilidad de un sindicato o plataforma de propiedad colectiva para distribuir verificaciones y negociar el pago de calificaciones y datos con terceros, como plataformas u otras organizaciones comerciales.

En base a las discusiones de nuestro taller en Global Fact, creemos que los verificadores se beneficiarían de mantener discusiones privadas sobre el diseño de nuevos programas. Los fact-checkers también deben considerar qué requerimientos colectivos, si los hay, deberíamos hacer como industria. Por ejemplo, sobre estándares, compromisos de transparencia o informes de impacto, antes de que los socios potenciales se acerquen a nosotros de forma individual en virtud de acuerdos de confidencialidad. Las empresas de Internet rara vez comparten datos disponibles públicamente sobre la propagación de desinformación en sus plataformas. La investigación académica debe tener acceso a información significativa y actualizada.

Los verificadores deben tener estas conversaciones colectivamente, para que podamos tener mejores relaciones con las plataformas de Internet y otros en el futuro. Las asociaciones con plataformas, los sistemas de distribución y los modelos de financiación existentes actualmente no son infinitos, y en algunos casos tampoco deberían serlo. Los verificadores de hechos mantienen los estándares de integridad y verdad en las sociedades, en un momento en el que no podemos darlos por sentado en ningún país del mundo. Podemos y debemos tomar decisiones ahora para asegurar nuestra efectividad y existencia a largo plazo.

La IFCN se ha acercado a una muestra representativa de verificadores de todo el mundo para estructurar esas conversaciones y compartir ideas y sugerencias con la comunidad en general. En las próximas semanas y meses, se invitará a los fact-checkers a participar en discusiones individuales y colectivas sobre algunos de los temas y preguntas fundamentales relacionados con la sostenibilidad y escalabilidad de nuestros esfuerzos como comunidad.

Consideramos que este es un esfuerzo complementario al que ya hacen las organizaciones de fact-checking de manera individual para construir caminos más sólidos y sostenibles hacia información precisa y confiable en sus respectivos países.

Firmado por Angie Drobnic Holan (PolitiFact) | América del Norte, Baybars Orsek (IFCN), Clara Jiménez Cruz, (Maldita.es) | Europa, Cristina Tardaguila (IFCN), David Schraven (Correctiv) | Europa, Gemma Mendoza (Rappler) | Asia, Glenn Kessler (Washington Post) | América del Norte, Govindraj Ethiraj (Factchecker.in) | Asia, Gulin Cavus (Teyit) | MENA, Laura Zommer (Chequeado) | América del Sur, Noko Makgato (Africa Check) | Africa, Phoebe Arnold (Full Fact) | Europa, Tai Nalon (Aos Fatos) | América del Sur, Tijana Cvjetićanin (Zašto ne) | Europa, Will Moy (Full Fact) | Europa

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