Con la sexta ola del coronavirus en curso, la incidencia acumulada (IA) en España es de 472,90 casos positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, de acuerdo con los datos del Ministerio de Sanidad a 16 de diciembre. Pero tanto la incidencia como las tasas de hospitalizaciones, personas en unidades de cuidados intensivos (UCI) y fallecimientos son distintas para las personas vacunadas que para las que no lo están.
El informe de Sanidad del 16 de diciembre analiza las infecciones por coronavirus entre las personas completamente vacunadas y las no vacunadas. Cuentan con la información de más del 99,8% de los casos reportados durante las 8 semanas transcurridas entre el 11 de octubre y el 5 de diciembre [pág. 11]. Y las conclusiones son claras: entre las personas vacunadas hay una tasa mucho menor de personas en situación grave.
Con respecto a las hospitalizaciones, la mayor diferencia se encuentra en el grupo de edad entre los 60 y los 79 años: entre las personas vacunadas la tasa media semanal de hospitalizaciones por cada 100.000 personas es de 4,43; y entre los no vacunados, de 63,8 (14 veces superior).
Pero la tasa de hospitalizaciones no es lo único que es menor entre los vacunados: también hay una menor proporción de individuos con la pauta completa en la UCI debido al coronavirus. Una vez más, el grupo en el que esta diferencia es más palpable es en el de personas de 60 a 79 años.
Por último, también hay una gran diferencia entre las defunciones. El grupo con una incidencia de muerte mayor es el de personas de 80 o más años sin vacunar. La diferencia entre vacunados y no vacunados es muy grande: de 18 puntos.
La incidencia acumulada también es menor para las personas completamente vacunadas
La incidencia acumulada (IA) también es mucho menor entre quienes han recibido la pauta completa de la vacuna que entre quienes no se han vacunado. La última semana del análisis, de hecho, la incidencia entre las personas no vacunadas era de 147,65 y la de los no vacunados de 310,36, más del doble (ambas incidencias acumuladas en los últimos 7 días, no 14).
Además, esta diferencia aumenta en los grupos de edad más mayores: el 5 de diciembre la incidencia semanal entre las personas vacunadas de 60 a 79 años era de 136,46; entre las no vacunadas, de 865,61, seis veces más.
La vacuna protege de los síntomas graves de la enfermedad, de la hospitalización y del fallecimiento por la COVID-19
En Maldita.es ya hemos explicado que las vacunas nos protegen de la enfermedad, por lo que la mayoría de personas que se contagian estando vacunadas pueden ser asintomáticas o tener síntomas leves.
Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), nos explicó que la vacuna " ayudará a disminuir el número de infectados que tienen que ser hospitalizados y/o requieren ingreso en UCI y, por tanto, a disminuir el número de fallecidos. Por supuesto, esto repercutirá en evitar el colapso del sistema sanitario". Ahora, los datos de Sanidad refuerzan sus palabras.
En cualquier caso, recordemos que ninguna vacuna contra la COVID-19 es 100% efectiva, aunque todas tienen un porcentaje de efectividad alto. Por tanto, la vacuna no nos garantiza que no vayamos a contraer la enfermedad o que no tengamos síntomas graves, aunque la probabilidad es mucho más baja que si no estamos vacunados.
Las vacunas contra la COVID-19 no evitan el contagio ni la transmisión del virus, pero sí hay evidencias de que lo reducen
En Maldita.es ya explicamos que las vacunas no impiden que el SARS-CoV-2 entre en nuestro organismo. Pero, después de su uso en la vida real en millones de personas, cada vez hay más indicios de que sí reducen la infección y la transmisión del virus.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos destacan en su resumen científico sobre las vacunas de la COVID-19 que el riesgo de transmisión se reduce "sustancialmente" en personas vacunadas.
Un estudio realizado en Cataluña, publicado en la revista British Medical Journal (BMJ), concluyó que la vacunación con el suero de Pfizer se asoció con una reducción del 80-90% de la infección por SARS-CoV-2 entre residentes de centros de mayores, personal sanitario y sociosanitario.
Antonio Gutiérrez, farmacéutico y epidemiólogo del Hospital Universitario Virgen de Valme, y María del Mar Tomás, microbióloga del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), explican en este artículo de The Conversation que, a pesar de que las vacunas no se diseñaron para prevenir la infección, "ahora sabemos que todas tienen en cierta medida esa capacidad tras la pauta completa". Además, según apuntan los autores del artículo, los vacunados son menos contagiosos que los no vacunados.
Primera fecha de publicación de este artículo: 17/12/2021