Lo que sabemos:
“Greta es golpeada”: La propia activista sueca explica que le pegaron una patada en el costado porque le rozó una bandera israelí. Además, dice que, junto a otros ciudadanos suecos detenidos, les contaron a los diplomáticos suecos sobre los “moratones y arañazos” que tenían. El Ministerio de Exteriores sueco habla de un “trato duro” pero dice que no les dijeron “nada sobre haber sufrido palizas”.
“Greta es obligada a besar la bandera israelí”: Thunberg no ha dicho en ningún momento que tuviera que besar la bandera israelí, esto parte de las declaraciones de otro activista de la flotilla. Ella lo que explica es que le tiraron sobre ella una bandera de Israel en el puerto y que tuvo una bandera sobre su cabeza que le rozaba.
“Greta es arrastrada por el pelo”: No hay pruebas de que fuera “arrastrada por el pelo”. Un compañero de la flotilla dijo que la “arrastraron” y ella explicó que al bajar del barco tras su detención la “agarraron” y la “tiraron al suelo”. Posteriormente la “arrastraron” a una zona diferente a donde estaban el resto de detenidos.
De las acusaciones de los compañeros de la Flotilla a las palabras de la propia Greta Thunberg
Tras la liberación de los primeros miembros de la flotilla Global Sumud, que pretendía llevar ayuda humanitaria hacia Gaza, Ersin Çelik, uno de los tripulantes turcos de de la flotilla, dijo a CNN Türk el 4 de octubre que “torturaron” y “arrastraron” a Greta Thunberg y le hicieron “besar” una bandera Israelí [min. 7:09]. Otro miembro de la flotilla, el italiano Lorenzo Agostino, dijo a la agencia turca Anadolu ese mismo día que Thunberg fue “humillada, envuelta en una bandera israelí y mostrada como un trofeo”.
Greta Thunberg ofreció una entrevista a Aftonbladet el 15 de octubre en la que relataba cómo fue su paso por la prisión israelí. La activista cuenta cómo fue su llegada al puerto de Ashdod: “Me agarraron, me tiraron contra el suelo y me tiraron una bandera israelí sobre mí”. Posteriormente, explica que la “arrastraron” hasta una zona cercada con vallas de hierro “durante seis horas”, a la “zona opuesta” a donde estaban el resto de detenidos.
En ese lugar Thunberg cuenta que colocaron una bandera de Israel sobre ella que le rozaba la cabeza: “Cuando ondeó y me tocó, gritaron ‘¡No toques la bandera!’ y me dieron una patada en el costado. Después de un rato, me ataron las manos con bridas, muy fuerte. Un grupo de guardias se alineó para hacerse selfies conmigo mientras estaba sentada así”. También relata a este medio que estuvo maniatada y con los ojos vendados “en una pequeña celda dentro de un coche”. Thunberg añade que la insultaron llamándola “puta” y “terrorista”.
Además, como ya contamos en Maldita.es, la maleta de la activista sueca se la devolvieron con con un “puta Greta” escrito en inglés, con varios lazos de solidaridad con los rehenes y una bandera israelí, pero Thunberg no cuenta que había una bandera de Israel en su interior, como aseguran algunos contenidos.
Qué se sabe de lo que contó y no contó Thunberg al Ministerio de Exteriores sueco
El 4 de octubre, The Guardian publicó, a partir de correos electrónicos del Ministerio de Exteriores de Suecia a los que habría tenido acceso, que Thunberg le contó a funcionarios suecos que había sufrido un “trato duro”. En otro correo enviado a familiares de Thunberg, un funcionario de Exteriores que la visitó dijo que estuvo detenida “en una celda infestada de chinches, con muy poca comida y agua”. “Informó de que estaba deshidratada. No ha recibido suficiente agua ni comida. También afirmó haber desarrollado erupciones cutáneas que sospecha que fueron causadas por chinches. Habló de malos tratos y dijo que había estado sentada durante largos periodos sobre superficies duras”, cita el periódico británico.
Aftonbladet detalla en el mismo artículo de la entrevista a Thunberg que al comparar los emails de Exteriores a los familiares con los de los funcionarios tras entrevistarse con los detenidos, “queda claro” que por parte del ministerio “se ha minimizado la gravedad de la situación”.
En respuesta a estos contenidos, el jefe del Departamento de Asuntos Consulares y Derecho Civil, Svante Liljegren, ha explicado en la televisión pública sueca SVT que no se toman la información facilitada por los activistas suecos detenidos “a la ligera” y están “intentando averiguar qué ocurrió”. Liljegren ha asegurado que los ciudadanos suecos detenidos “no les han contado al personal que los visitó en prisión nada sobre haber sido pegados”: “Creo que es importante recalcar que ni el Ministerio de Asuntos Exteriores ni la embajada tienen interés en edulcorar ni ocultar información alguna”.
*Hemos convertido esta respuesta contextual del 15 de octubre de 2025 en un artículo para poder incluir todas las declaraciones de Greta Thunberg, los miembros de la flotilla y la posición del ministerio de Exteriores sueco.