El informe sobre Londres en 2008 señalaba problema graves de rendición de cuentas y la imposibilidad de asegurar que los resultados fueran fieles
En las elecciones municipales de Londres de 2008, Indra fue contratada para implementar la tecnología para el recuento electrónico de los votos y su transmisión. Tras la jornada electoral, la organización ciudadana Open Rights Group publicó un informe sobre el funcionamiento de este sistema. En él participaron 27 observadores acreditados en tres centros de recuento.
El informe señalaba como “un problema grave en la rendición de cuentas” que empleados de Indra tuvieran acceso a los servidores centrales del recuento, mientras que los observadores externos no podían supervisar esta parte del proceso. Según el documento [pag. 22], esto suponía un riesgo para la integridad electoral, ya que este acceso no estaba monitorizado.

El informe no acusa directamente a Indra de haber manipulado los votos, pero en las conclusiones se afirma [pág. 5] que hay una “insuficiente evidencia para afirmar con fiabilidad que los resultados reflejan la voluntad de los votantes” por la probabilidad de que haya habido votos mal registrados y por la falta de transparencia. Indra no participaba en la organización del proceso electoral ni en la proclamación de los resultados, que son competencia de las autoridades electorales británicas, pero sí en el conteo de los votos emitidos.
Las papeletas eran escaneadas automáticamente para su conteo en el sistema de Indra y los funcionarios públicos decidían sobre los votos clasificados como dudosos
Según la versión archivada de 2008 de la web del organismo electoral London Elects el proceso en estas elecciones de Londres combinaba escaneo automático y supervisión humana:
Las papeletas eran escaneadas en lotes y aquellas que pasaban los controles de calidad se registraban directamente como votos válidos en el sistema de Indra, contabilizando el voto. Open Rights Group denunciaba posibles registros falsos, por ejemplo con papeletas que tuvieran defectos que se confundieran con votos.
Las papeletas no clasificadas como válidas eran marcadas por el sistema como dudosas y se remitían a funcionarios electorales para que decidieran su validez de forma manual, en presencia de agentes de partidos políticos.
Finalizado el recuento y resueltas las discrepancias, se anunciaban los resultados provisionales por parte de los funcionarios electorales, según describe la página de la Comisión Electoral de Reino Unido.
En 2008 había una parte de recuento automatizado y otra parte de verificación manual (decisión sobre papeletas dudosas, comprobación de totales por urna o posibilidad de relectura manual). En la actualidad, una guía actualizada en 2023 indica que el proceso en las elecciones locales es completamente manual por parte de los funcionarios electorales mientras que los controles de verificación y de resolución de problemas sobre votos dudosos son los mismos.
Se realizaron otras auditorías del sistema, pero no reflejan estos aspectos o sus resultados no son públicos
Antes de estas elecciones, Deloitte elaboró una auditoría técnica (abril de 2008) sobre los requisitos que debía cumplir el sistema de recuento electrónico. El informe concluyó que el 94% de los controles realizados cumplía con los estándares establecidos y el 6% lo hacía parcialmente.
Además, el informe de Open Rights Group dice que London Elects encargó a la empresa KPMG una auditoría parcial del código fuente del software de Indra usado para el recuento, pero este informe no se publicó por cuestiones de confidencialidad comercial.
Indra fue contratada [pág. 9] en una licitación pública en la que participaron tres empresas y el contrato se formalizó en 2007, un año antes de las elecciones. En las dos citas anteriores la empresa adjudicataria había sido Data Research Systems. Según un documento antiguo de Indra, la compañía llevaba implementado soluciones de recuento electrónico en las elecciones locales de Oslo (Noruega) desde 2003.
En España el papel de Indra es distinto porque los votos se cuentan siempre manualmente
En España la ley electoral no permite un sistema de recuento electrónico de votos, por lo que Indra nunca ha tenido el mismo papel que en Reino Unido. El proceso de recuento es manual por parte de los miembros de la mesa durante la noche electoral y la labor de Indra se limita a transmitir los resultados que se recogen en las actas (que se rellenan de forma manual tras el conteo) al centro de datos. En Maldita.es explicamos que un supuesto hackeo o manipulación a estos sistemas de Indra no afectaría a los resultados definitivos.
La proclamación oficial de los resultados corresponde a las Juntas Electorales de cada provincia, donde se realiza un escrutinio posterior de forma manual y se publica el resultado definitivo días después de las elecciones.