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Los registros de temperaturas en julio de 1876 en España: por qué no son fiables y de ser ciertas por qué no desmontarían el cambio climático actual

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Las claves
  •  Se comparten recortes de prensa que dicen que el 30 de julio de 1876 se alcanzaron los 51 ºC en Sevilla y los 44 ºC en Madrid
  • Se usan para desinformar sobre el cambio climático, alegando que “hay ciclos solares cada 50 años” y que este calentamiento “siempre ha ocurrido”
  • Los registros son reales, pero no se consideran datos fiables porque probablemente se midieron de forma errónea, según AEMET y un experto
  • Además, una temperatura alta en el pasado no desmiente el calentamiento global actual porque lo importante es la tendencia
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8/7/23
LO QUE CIRCULA

«El 30 de julio de 1876 Sevilla registró 51 grados y Madrid pasó de los 44»

jo el director de la fundación. (Continua en pag. siguiente) EL DIA MAS CALUROSO DE NUESTRA HISTORIA El 30 de julio de 1876 Sevilla registró 51 grados y Madrid pasó de los 44 Dificil, por no decir imposible, seria el tratar de señalar qué el siglo XVIII se realizaron en Madrid observaciones meteoroló- aleas en forma sistemática, aun- El planeta está vivo, y va cambiando! Hay ciclos solares cada 50 años!!! Siempre ha ocurrido! Que no os tomen el pelo!!!!!! https://www.instagram.com/p/DLf4r5KRCB4/
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Qué se comparte: “El 30 de julio de 1876 Sevilla registró 51 grados y Madrid pasó de los 44. El planeta está vivo, y va cambiando. Hay ciclos solares cada 50 años. Siempre ha ocurrido, que no os tomen el pelo”.

Lo que sabemos:

  • La AEMET conserva registros históricos donde figuran esas temperaturas, pero no los considera fiables porque no conoce las condiciones exactas de su medición

  • Las garitas que se empleaban en España en el siglo XIX no estaban completamente protegidas de los rayos del sol y podían sobrestimar las temperaturas máximas, según varios documentos

  • Los métodos actuales, que garantizan más fiabilidad en la medición, no empezaron a usarse hasta el siglo XX

  • Puede ser que en 1876 hubiera un día de temperaturas muy altas en un sitio puntual, pero eso no niega el cambio climático actual, que es una tendencia de aumento de la temperatura media mundial

  • Una narrativa culpa al sol y sus “ciclos” como causantes del cambio climático, pero su radiación ha disminuido mientras que la temperatura media del planeta ha aumentado

Los registros son reales, pero no son fiables ni se medían de manera apropiada

Los titulares de prensa que se comparten estaban basados en las temperaturas registradas oficialmente en esa época. Efectivamente, hay un registro oficial de temperaturas donde se recoge que el 30 de julio de 1876 hizo 51 ºC en Sevilla y 44 ºC en Madrid. Este registro está disponible en el Archivo Climatológico y Meteorológico Institucional (Arcimis), de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Pero AEMET considera que dicho registro no es fiable porque no se sabe con seguridad en qué condiciones se midieron las temperaturas y los métodos actuales, que garantizan más fiabilidad en la medición, no empezaron a usarse hasta el siglo XX.

Arriba, observaciones meteorológicas de Sevilla en 1876, donde se destacan los 51 ºC el 30 de julio. Abajo, misma situación para Madrid, señalando los 44,2 ºC el mismo día. Fuente: Arcimis (AEMET).

Rubén del Campo, portavoz de la AEMET, explica a Maldita.es que el problema de estos registros es que no se conoce bien en qué condiciones se hicieron, por lo que no se consideran fiables

“En el siglo XIX no se habían estandarizado las garitas meteorológicas, que se usaron desde principios del siglo XX hasta la actualidad”, detalla. Estas garitas “protegen frente a la radiación solar, y los equipos del siglo XIX no garantizan la total protección frente a la radiación, por lo que es posible que el termómetro se sobrecalentara”.

Garita meteorológica actual. Fuente: Aemet

Un documento de la AEMET de 2007 apunta que las medidas de temperatura de Sevilla en el siglo XIX “parece que se hicieron en condiciones deficientes con instrumental instalado en la cúpula de la iglesia, donde había un termómetro en una garita tipo facistol, y no fue hasta 1912 cuando se instaló una garita estándar”. El servicio de la AEMET en la Comunidad Valenciana muestra en su cuenta de Twitter (ahora X) una imagen de esta garita en comparación con la utilizada actualmente.

El problema de las garitas facistol es que sobreestiman las temperaturas máximas porque el abrigo (la protección de instrumentos) era abierto y no estaba bien protegido de la radiación, según un trabajo publicado por la Asociación Meteorológica Española en 2004. Este mismo trabajo indica que las garitas de abrigo abierto se usaron durante la segunda mitad del siglo XIX en las estaciones de la red meteorológica española, las mismas que aparecen en el documento del Arcimis con las temperaturas máximas de Madrid y Sevilla.

“Antes de 1940 no era raro tener estaciones meteorológicas que estaban colocadas en los tejados de edificios urbanos, lo que contribuyó a algunos registros particularmente altos”, explica a Maldita.es Zeke Hausfather, doctor en Ciencias del Clima, investigador de Berkeley Earth y colaborador científico del medio Carbon Brief. Esto coincide con el registro de Sevilla, que como decimos según el documento de 2007 de la AEMET se habría medido en la cúpula de una iglesia.

Una temperatura alta en el pasado no invalida el calentamiento global actual

Varios expertos consultados recuerdan que un episodio puntual y localizado de temperaturas extremas en 1876 no invalida la tendencia del calentamiento global actual, que consiste en un aumento de las temperaturas medias debido al aumento de gases de efecto invernadero por la actividad humana. Es decir, si se hubieran alcanzado las temperaturas que indican los registros de 1876, esto no contradiría este cambio climático.

“El cambio climático provoca una mayor frecuencia de episodios de calor a día de hoy, pero eso no quita que en el siglo XIX no pudiera haber olas de calor. Por supuesto que las pudo haber, pero seguramente serían mucho menos frecuentes y con temperaturas no tan altas como las de la actualidad”, incide Del Campo.

“Es posible haber tenido un día excepcionalmente anómalo en un clima más frío (un evento que ocurriría cada 1.000 años)”, aclara Hausfather. “Pero está claro que la probabilidad de que ocurran estos fenómenos cálidos ha ido aumentando a medida que España se ha ido calentando (y seguirá calentándose en el futuro)”, agrega.

Como ejemplo, el climatólogo aporta un gráfico de Berkeley Earth donde se recoge la anomalía de temperatura media de cada año, la media de cada 10 años y diferentes escenarios de calentamiento. Es posible registrar un año muy cálido en un clima más frío que el actual (como el puntito azul que sobresale cerca del año 1900), pero hay más probabilidad en un clima cada vez más cálido.

Otra manera de ver esta mayor probabilidad es tomando los récords diarios cálidos y fríos de la última década. Según el Informe del Estado del Clima de 2024, en España se han registrado 30 veces más récords cálidos (209) que fríos (7) entre 2015 y 2024, cuando en un clima estable deberían haberse registrado el mismo número de ambos (52).

Evolución de récords diarios de temperatura en España peninsular, desde 1951 hasta 2024. Fuente: AEMET.

Un único registro, aunque sea perfecto, no prueba gran cosa sobre el cambio climático antropogénico”, indica Shaun Lovejoy, doctor de Física Atmosférica y profesor de Física de la Universidad McGill (Montreal, Canadá). “La cuestión es que el cambio climático afecta a todas las regiones del mundo, aunque no necesariamente de la misma forma”, aclara.

La narrativa desinformadora de que el cambio climático está causado por “ciclos solares”

Los contenidos que mencionan estos registros de temperaturas de 1876 dicen que “hay ciclos solares cada 50 años”. Esto es parte de una narrativa desinformadora ya desmentida en Maldita.es sobre el papel que tiene el sol en el cambio climático.

Aunque el sol tiene un papel muy importante en el clima, la cantidad de energía que la estrella ha emitido a nuestro planeta apenas varía mientras que la radiación solar se redujo ligeramente entre 1980 y 2015, en este mismo periodo la temperatura media del planeta aumentó

En paralelo, si realmente el sol emitiera más energía a la Tierra, se vería un calentamiento de todas las capas de la atmósfera, pero esto no es lo que ocurre: “Satélites y observaciones muestran el calentamiento en la parte inferior (troposfera, la más cercana a la superficie) y un enfriamiento en la siguiente capa (estratosfera), exactamente lo que se espera por un aumento de gases de efecto invernadero”, explica la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.