Lo que se dice: “Esto es lo que últimamente vemos en urgencias. Ilegales que van a ser deportados y saben que un ingreso hospitalario les amplía el plazo de estancia 60 días. Solución: tragarse pilas” (sic.) Con estas palabras se difunde que personas migrantes en situación irregular están forzando ingresos hospitalarios para demorar su orden de expulsión de España durante 60 días.
Lo que sabemos: si bien la actual Ley de Extranjería reconoce el suspenso de la devolución de las personas migrantes en situación irregular a sus países de origen en algunos casos, Diego Fernández Maldonado, abogado del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española, cuenta a Maldita.es que “no hay una suspensión automática por estar en el hospital”. También añade que no existe el plazo de suspensión automático de 60 días, que además no aparece recogido en la ley.
Los ingresos hospitalarios no suspenden automáticamente la expulsión durante 60 días, según Cáritas Española
“No se tragan una de las pilas redondas que esas sí los puede matar. Estas las ‘tiran’ generalmente al día siguiente de manera natural, pero como ya consta un ingreso la deportación se paraliza 60 días” (sic.) Con mensajes como este se difunde que las personas migrantes en situación irregular con una orden de expulsión fuerzan el ingreso hospitalario tragándose pilas para así suspender durante 60 días su deportación.
El Ministerio del Interior ha contado a Maldita.es que el artículo 64.2 de la Ley de Extranjería reconoce que la “prestación de atención sanitaria de urgencia y tratamiento básico de enfermedades” se tendrá en cuenta para aplazar o suspender la orden de expulsión. Este es el caso de mujeres embarazadas cuya salud pueda verse afectada por la medida de expulsión, o personas enfermas a las que la expulsión pueda suponer un riesgo para su salud. Sin embargo, la ley no especifica un plazo concreto de aplazamiento de la expulsión ni menciona los 60 días de los que hablan los contenidos difundidos.
Diego Fernández Maldonado, abogado del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española, aclara a Maldita.es que “no hay una suspensión automática por estar en el hospital, ni existe un plazo de suspensión de 60 días”. Añade que cada caso es único, por lo que “se tendrían que evaluar las circunstancias de salud de la persona para ejecutar su expulsión”.