Qué se dice: Contenidos en redes afirman que el aceite de cacahuete forma parte de los componentes de las vacunas y que su administración ha provocado alergias al cacahuete.
Verificación: Nunca se ha aprobado el aceite de cacahuete como ingrediente para vacunas. El aumento de casos de alergia al cacahuete se debe a causas desconocidas.
Una patente que nunca llegó a las vacunas comercializadas
El origen de este bulo se encuentra en una patente presentada en 1961 ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos. En ella, se registra una vacuna con sus correspondientes adyuvantes, es decir, los compuestos que se añaden al fármaco para aumentar la respuesta inmune en el organismo una vez administrado. Entre esas sustancias, en esta patente concreta sí se encuentra el aceite de cacahuete. En 1967 se publicaron los resultados de un ensayo clínico que buscaba conocer la posible eficacia de esta futura vacuna, pero el fármaco nunca se llegó a comercializar.
En 2006, otro estudio analizó la posible utilidad del uso de aceites como adyuvantes en vacunas terapéuticas y concluyó que, aunque sí hubo ensayos con adyuvantes a base de aceite de cacahuete durante los años sesenta, rápidamente se impuso el escualeno, un producto de origen tanto animal como vegetal. Es decir, las vacunas no contienen ni han contenido aceites ni de cacahuete ni de maíz, como sostiene desde 2020 la página web del Hospital Infantil de Filadelfia (Estados Unidos).
Los factores detrás de la alergia al cacahuete se desconocen
La prevalencia de la alergia al cacahuete se ha incrementado en niños, pero aún no está claro el motivo por el que algunas personas la desarrollan y otras no, como señala la Clínica Mayo (Estados Unidos). Lo que sí se sabe es que existen factores de riesgo que aumentan las probabilidades de tener reacciones alérgicas a esta leguminosa: tener poca edad, otras alergias alimentarias y antecedentes familiares de alergias.
“Aparentemente hay más personas con enfermedades relacionadas con la alergia, pero es difícil determinar los porqués, aunque seguramente tenga relación con la menor exposición a factores de la naturaleza que hacen tolerante al sistema inmune”, aclaró a Maldita.es Luis Moral, coordinador del Grupo de Trabajo de Asma y Alergia Respiratoria de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
Actualmente, la crisis climática se considera uno de los factores que podría afectar a una mayor incidencia de alergias: una investigación con cultivos de cacahuete en atmósferas con mayores concentraciones de CO2 encontró un incremento en la concentración de alérgenos en el alimento. Ante un planeta con cada vez más CO2 en la atmósfera, aumenta la cantidad de las sustancias que pueden provocar alergias a algunos alimentos.
También se ha propuesto la introducción temprana de estos alimentos durante la alimentación complementaria para reducir el riesgo de alergia: aunque hace falta más investigación al respecto, hay estudios que señalan que una exposición temprana a los alimentos susceptibles de causar reacciones alérgicas como los cacahuetes (en este caso, triturados o molidos para evitar atragantamientos) puede tener un efecto preventivo frente a ellas.