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MALDITO BULO

El último ataque ruso al fact-checking: una supuesta red de verificadores fundada por la agencia de noticias del Kremlin sin mecanismos de control de apartidismo, transparencia e independencia

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Claves
  • El 20 de noviembre se presentó en Moscú la llamada Global Fact-Checking Network (GFCN), una organización de verificación para compartir los “puntos de vista y valores” de sus promotores
  • Entre esos promotores se encuentran la agencia rusa de noticias TASS, dependiente del Kremlin, y ANO Dialog, fundada por el Departamento de Información y Tecnología de Moscú , sancionada por Europa y EE.UU.
  • A diferencia de las redes de verificadores IFCN y EFCSN, la red rusa no exige ni detalla qué características deben tener sus miembros y qué requisitos deben cumplir respecto a independencia editorial, financiera u organizacional

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La llamada Global Fact-Checking Network (GFCN) es una iniciativa de Rusia en imitación - en la forma, no en el fondo- a las redes de verificación ya existentes como el International Fact-Checking Network (IFCN) y la European Fact-Checking Standards Network (EFCSN). Presentada el pasado 20 de noviembre en Moscú, su objetivo, según sus promotores, es reunir a periodistas de verificación que compartan sus “puntos de vista y valores”, algo que entra directamente en conflicto con la metodología de los verificadores independientes.

Imagen de la presentación del GFCN el 20 de noviembre. En el texto se puede leer “organizaciones de verificación trabajando actualmente”, con un mapa donde sitúan los países en los que hay miembros verificados de la IFCN y de la EFCSN

Fundada por la agencia de noticias del Kremlin y una asociación sancionada por sus campañas de injerencia extranjera

Entre sus promotores se encuentran la agencia rusa de noticias TASS, dependiente del Kremlin, y ANO Dialog, una organización sin fines de lucro fundada en 2019 por el Departamento de Información y Tecnología de Moscú. Mientras que la agencia rusa TASS fue suspendida por unanimidad de la Alianza Europea de Agencias de Noticias (EANA) por “no poder proporcionar noticias imparciales”; ANO Dialog se identifica como una organización independiente, pero está bajo sanciones tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos, según el Observatorio Europeo de Medios Digitales (EDMO), por llevar a cabo campañas de interferencia extranjera y de desinformación, incluida la Operación Doppelganger, que se hace pasar por medios de comunicación creíbles para difundir información falsa. 

La portavoz del Ministerio de Exteriores, el actor Steven Seagal y un español ex candidato de Falange Española entre los invitados a la presentación 

La presentación tuvo lugar durante el evento ‘Dialogue on Fakes 2.0’ celebrado en Moscú, y en ella participaron la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, Maria Zkharova,  el director de ANO Dialog, Vladimir Tabak, y el director General de la agencia TASS, Andrey Kondrashov. 

También estuvieron presentes el actor estadounidense Steven Seagal, nombrado en 2018 representante especial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia para los vínculos ruso-estadounidenses; así como un español, Juan Antonio Aguilar, que dirige una web pro-Kremlin llamada Geoestrategia.eu. Según Newtral, Aguilar ha sido candidato en varias ocasiones con partidos de extrema derecha como Falange, el Movimiento Social Republicano o España 2000.

Durante la presentación, el director de la agencia estatal rusa TASS señaló que su objetivo es cubrir los países en los que a día de hoy no existen organizaciones de verificación que sigan los principios del IFCN y el EFCSN (cuyo cumplimiento es auditado por asesores independientes); por su parte, el director de ANO Dialog presentó una supuesta herramienta que han desarrollado que permitiría recolectar toda la desinformación en redes sociales y medios con el fin de que “si es dañina para la seguridad  y la paz social podemos pasársela a cuerpos reguladores para que se bloqueen las noticias” [27:50]

Por qué no es una red independiente a diferencia del IFCN y el EFCSN

La red rusa ha presentado lo que denomina ‘Código de verificación responsable de hechos’ en el que incluye una serie de principios que deben cumplir sus miembros, sin embargo, no aparecen muchos de los principios recogidos por la IFCN y la EFCSN que garantizan independencia, ya sea editorial, financiera u organizacional, ni detallan cuál será el proceso de evaluación independiente de sus futuros miembros.

Independencia editorial y política

Entre esos principios no aparece en ningún momento la independencia editorial y política, ni de apartidismo, ni la neutralidad. Esto es algo que sí exigen tanto la IFCN como la EFCSN. Todo lo que pide la GFCN es precisión, objetividad y transparencia metodológica. 

Transparencia financiera y organizacional

No exigen transparencia financiera, es decir, detallar de dónde proceden los ingresos de las organizaciones de fact-checking, algo que sí se pide en la IFCN y EFCSN para evitar conflictos de intereses en sus actividades; ni transparencia organizacional, explicando la estructura del medio, quién toma las decisiones, así como una prueba de la propiedad de la organización y registro legal.

Evaluación de los miembros

Tampoco se habla de independencia a la hora de evaluar a los candidatos a formar parte de esa red. En la IFCN y la EFCSN, los miembros tienen que pasar evaluaciones independientes periódicas, que hacen asesores externos, para formar parte de la organización. 

En la GFCN abren sus puertas a cualquiera que comulgue con sus “puntos de vista y valores” y eso incluye no sólo a “medios de comunicación y ONG existentes, sino también blogueros, líderes de opinión y verificadores privados”. Los miembros de esta red no tendrán que pasar evaluaciones independientes y periódicas para certificar que cumplen con los principios. De acuerdo con su código, sería la propia organización la que realice “verificaciones aleatorias del cumplimiento de las disposiciones del Código por parte de los signatarios”.  

Política de corrección y rectificación

Otra diferencia con los códigos de las organizaciones de fact-checking ya existentes es que la GFCN no tiene entre sus principios la exigencia de una política de corrección y rectificación de errores, así como la posibilidad de que alguien pueda enviar una queja a las redes de fact-checkers.

Tanto la IFCN y la EFCSN piden que cada organización tenga un apartado en su web explicando cómo corregirán los errores, cuando los haya, de forma transparente para los lectores. Ambas redes exigen a sus miembros tener una dirección de correo electrónico para que la audiencia pueda informarles sobre posibles errores, así como informar que pueden ponerse en contacto tanto con la EFCSN o la IFCN si consideran que la organización incumple sus respectivos códigos.

Cumplimiento del código

Tampoco está claro quiénes van a ser los que se aseguren de que se cumplen esos principios. En la presentación de la organización rusa no explicaron cuáles serán sus órganos de gobierno ni cómo serán elegidos. En los puntos 7 y 8 de su código de principios se menciona que los órganos rectores de la GFCN tendrán una importante capacidad de decisión cuando haya conflictos de intereses, desacuerdos en las evaluaciones o haya que rectificar un error. Pero no se especifica quiénes van a formar parte de esos órganos rectores. 

Tanto la IFCN como la EFCSN muestran con claridad en sus respectivas páginas web cómo se forman y eligen sus órganos de gobierno y se delimitan exactamente cuáles son sus funciones. 

Puedes leer el código de la EFCSN en este enlace y el de la IFCN en este.

La suplantación de identidad: una táctica rusa para crear confusión y minar la credibilidad de los fact-checkers 

Suplantar la identidad de fuentes de información fiables es una de las tácticas habituales en las operaciones de injerencia informativa y propaganda rusas. En algunas de ellas, los operativos rusos se han hecho pasar por fact-checkers. Por ejemplo, investigadores del Media Forensics Hub de la Universidad de Clemson y ProPublica identificaron una operación para generar confusión en torno a la invasión de Ucrania. Detectaron más de una docena de vídeos de supuestos fact-checkers que pretendían hacer creer que estaban desmintiendo supuestos bulos ucranianos que, en realidad, no existían. 

Poco después de comenzar la invasión de Ucrania, el Digital Forensic Research Lab del Atlantic Council detectó una operación rusa similar en la que copiaban la apariencia de una una organización de fact-checking para difundir propaganda prorrusa. Se trataba de ‘War on Fakes’, que empezó funcionando como un canal de Telegram en ruso pero que operó también con una página web en inglés. Se presentaba como una iniciativa objetiva que, en apariencia, se dedicaba al fact-checking sobre la guerra de Ucrania. Pero los investigadores del Atlantic Council concluyen que “una ojeada a las publicaciones del canal deja claro que War on Fakes no es objetivo, sino que su contenido apoya las narrativas de las que se hacen eco los medios de comunicación estatales rusos y el Kremlin”.

Estas operaciones de suplantación rusas no se han limitado a hacerse pasar por fact-checkers. En la Operación Doppelganger se describe una operación rusa en la que utilizaron clones de medios de comunicación europeos para distribuir desinformación, o en la Operación False Façade el Servicio de Acción Exterior de la Unión Europea (EEAS) detectó cómo operativos rusos crean webs que aparentan ser medios de comunicación para difundir campañas de desinformación transfronterizas, como que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se gasta el dinero que recibe de Occidente en comprar mansiones y bienes de lujo.

La apariencia de fuente fiable da legitimidad a los bulos prorrusos que se publican en estas webs y luego se amplifican en redes sociales. También se han detectado operaciones rusas en las que se suplanta la identidad de celebridades o de cuentas de redes sociales legítimas mediante el empleo de bots.

Recientemente, verificadores que forman parte de la EFCSN descubrieron la Operación Overload, que tiene como fin atacar a periodistas, investigadores y redacciones de diferentes medios, fundamentalmente verificadores, “agotando sus recursos e intentando propagar la agenda política del Kremlin”. Esta operación consiste en el envío constante de correos electrónicos anónimos que contienen enlaces a contenido inventado y narrativas anti-Ucrania, con un enfoque particular en Francia y Alemania.

TRANSPARENCIA: Maldita.es es miembro del IFCN y miembro fundador del EFCSN. Además, nuestra CEO Clara Jiménez Cruz, preside el órgano de gobernanza del EFCSN y es parte del Advisory Board del IFCN. 

EFCSN está apoyado por la Unión Europea bajo el programa de trabajo sobre la financiación de proyectos piloto y acciones preparatorias en el ámbito de "Redes de comunicaciones, contenidos y tecnología" de 2020

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