MENÚ
Nos habéis alertado a través de nuestro servicio de chatbot (+34 644 22 93 19) de que algunos usuarios en Instagram han recibido un mensaje privado de varias cuentas que suplantan a la influencer Sandra Suñén (@sandrasc12). En los mensajes enviados piden a los seguidores de Suñén que proporcionen sus datos. Pero, ¡ojo! no caigas: se trata de un caso más de “phishing”, una práctica para hacerse con tus datos personales y/o bancarios.
Las cuentas suplantan el nombre, la foto de perfil y la biografía de la influencer
Los mensajes privados que han recibido los seguidores de Suñén en Instagram provienen de cuentas que suplantan su foto de perfil u otras fotos que tiene publicadas, el nombre e incluso la descripción de la biografía de la influencer, por lo que es muy fácil que los usuarios caigan y proporcionen sus datos. No obstante, hay algunas diferencias en las que podemos fijarnos para distinguir la cuenta oficial de las falsas, como es el número de seguidores, el número de publicaciones o las stories que Suñén tiene en su perfil.
Las cuentas falsas, por lo general, al ser creadas con el fin de obtener los datos de los usuarios a los que les envían el mensaje, tienen escasos seguidores, así como publicaciones y estas son obtenidas del perfil de la persona suplantada.
Sin embargo, como ha explicado la propia Suñén a Maldita.es “hay gente que cree que es una cuenta secundaria” suya, a pesar de que ha avisado en varias ocasiones a sus seguidores y en su perfil especifica que es una “cuenta única”, aunque explica, que las cuentas falsas también le copian esa descripción.
Estas cuentas falsas no sólo suplantan a los influencers, en ocasiones también suplantan a las marcas que anuncian estos y te hacen creer que has sido ganador/a del sorteo o te piden tus datos para seguir participando, como ya hemos explicado en Maldita.es. No obstante, como hemos dicho, no los proporciones ni pinches en el enlace, es un timo.
¿En qué debemos fijarnos?
En primer lugar, si recibes uno de estos mensajes, fíjate si te lo envía la influencer o la marca oficial del producto que dice ser. Por eso, es importante que compruebes también si el handle del perfil que te envía el mensaje, es decir, el nombre de usuario que sigue a la @, coincide con el de la marca que dice ser. Esto es importante porque muchas de las veces la diferencia es casi imperceptible. No obstante, no puede haber dos handles iguales, ya que es un identificador único.
Aunque puede haber similitudes como la foto de perfil o el nombre de la influencer o la marca, fíjate también en detalles como el número de seguidores. La cuenta falsa, al haber sido creada en el momento del sorteo, por lo general, tiene escasos seguidores, así como publicaciones.
Consejos a tener en cuenta para que no te la cuelen:
Si te llega alguno de estos mensajes, en primer lugar, como hemos dicho, nunca proporciones tus datos. A continuación, procede a comparar la cuenta desde donde te llega el mensaje con la original de la marca que hace el sorteo y fíjate en:
- El handle (@): que sea el mismo que el de la cuenta que dice ser, ya que es un identificador único. A veces sólo se diferencian por un símbolo, letra o número, así que cuidado.
- El número de seguidores y las publicaciones: por lo general, las marcas que hacen estos sorteos con influencers suelen tener miles de seguidores, así como diversas publicaciones. Muchas de las cuentas que intentan timarte se crean en el momento para aprovecharse del concurso.
- Los detalles de la biografía: si se trata de la marca anunciante, tendrá un link que te lleve a la página oficial de la marca y proporcionarán información de la misma.
Y, por último, recuerda que cuando un influencer o personaje famoso hace este tipo de sorteos en redes sociales como Instagram, no suelen pedirte que te registres ni que proporciones tus datos. Si es así, lo indicarán y no te enviarán un mensaje privado.
Si has sido víctima de una de estas prácticas o te ha llegado un mensaje a tu perfil de Instagram para ser partícipe de uno de estos concursos, puedes enviárnoslo a [email protected] .
