Se han vuelto a viralizar imágenes de un supuesto hacker que habría sido ejecutado tras donar millones de dólares después de hackear 217 bancos, pero la realidad es que el hombre no fue ni ejecutado ni sentenciado a muerte.
En dos de las tres imágenes aparece un hombre esposado y sonriente al que escolta la policía. Su nombre es Hamza Bendelladj, un argelino que en 2016 fue sentenciado a 15 años de prisión y otros 3 años de libertad vigilada por "causar pérdidas de cientos de millones de dólares a la industria financiera" con un virus llamado SpyEye, según la nota de prensa emitida por la Fiscalía de Georgia (estado de los EE.UU. en el que fue juzgado). No se le sentenció a muerte ni ha sido ejecutado.
Esas dos imágenes fueron tomadas por el fotógrafo de AFP Pornchai Kittiwongsakul en Bangkok el 7 de enero de 2013 y aparecen publicadas en el repositorio de imágenes de Getty.
El hombre con la soga al cuello no es el hacker
Esas dos imágenes, tomadas antes de que el hacker fuera extraditado a EE.UU., van acompañadas de otras fotos en las que aparece un hombre con una soga al cuello.
Esa persona no es Hamza Bendelladj, sino Majid Kavousifar, quien fue ejecutado el 2 de agosto de 2007 en Teherán (Irán) junto a su sobrino por matar dos años antes a un juez que había encarcelado a disidentes reformistas.
Medios como Reuters informaron de que el hombre "sonrió y se despidió de amigos" momentos antes de ser ejecutado, gesto que fue captado en la imagen que ahora circula sacada de contexto. En los repositorios de Reuters o la agencia EPA se pueden ver otras imágenes de la ejecución.
Por lo tanto, no es cierto que Hamza Bendelladj fuera ejecutado o haya sido sentenciado a muerte, ni es la persona que aparece en la imagen con una soga al cuello.
Primera fecha de publicación de este artículo: 20/08/2019