¿Las cebollas son imanes para adquirir bacterias? Circula por internet una historia (ahora convertida en la imagen), en la que se advierte de que es peligroso dejar cebolla cortada de un día para otro porque esta se convierte en "altamente venenosa". Aunque es una historia antigua, ha vuelto a tomar fuerza últimamente y nos habéis preguntado si es cierta o no.
"Recuerda que no debes cortar una cebolla y guardarla para cocinar al día siguiente. Se vuelve altamente venenosa incluso aunque la dejes así solo una noche, ya que en ella se reproducen bacterias tóxicas que pueden causar infecciones estomacales debido al envenenamiento excesivo".
¿Hay motivo para tanta alarma? Lo cierto es que no.
No hay riesgo si se manipula con higiene
El tecnólogo de los alimentos Miguel A. Lurueña (autor del blog Gominolas de Petróleo) considera que no hay fundamento para hacer esas afirmaciones. Si se ha manipulado con higiene, no es peligroso comer cebolla cortada el día anterior, aunque "es recomendable conservarla a temperaturas de refrigeración (en el frigorífico, vaya) pero no porque vayan a producirse sustancias tóxicas, sino porque a temperatura ambiente de estropea antes", igual que ocurre con todos los vegetales.
De hecho, Lurueña añade que la cebolla, como el resto de verduras, no son alimentos que favorezcan especialmente el crecimiento de bacterias. Son mucho más peligrosos en ese aspecto los alimentos de origen animal, como la carne, el pescado o la leche.
Eso sí, siempre es recomendable seguir ciertas medidas de seguridad en la cocina, como mantener limpios los utensilios y superficies, no poner en contacto distintos ingredientes crudos, cocinar cada uno a la temperatura recomendada y conservarlos siempre en la nevera para evitar la proliferación de bacterias y patógenos. Aquí la FDA las recoge en varias claves: limpiar, separar, cocinar, enfriar.
Las cebollas ¿un imán para las bacterias?
Esta misma advertencia, con variaciones y en inglés lleva tiempo circulando por internet. Snopes lo desmintió hace tiempo. Parece que la versión original surgió en marzo de 2008 cuando un blog sobre alimentación publicó un post asegurando que "la cebolla es un imán para las bacterias" y que era más peligrosa que la mayonesa como causa de intoxicación alimentaria.
Esa afirmación puede tener algo de cierto: la mayonesa industrial utiliza sustitutos del huevo en vez de huevo crudo, y por tanto el riesgo de desarrollo de bacterias es mucho menor del que solemos atribuirle. Pero no hay evidencias que sugieran que la cebolla cortada o "estropeada" sea especialmente peligrosa en este aspecto, ni mucho menos que se vuelva "altamente venenosa".
Rosa Porcel es microbióloga y señala que, si bien es imposible demostrar que algo no ocurre (es el que asegura que sí ocurre el que debería demostrarlo, es lo que se llama carga de prueba), la cebolla no solo no es tóxica ni se hace tóxica, sino que tiene un efecto antifúngico y antibacteriano, es decir, que el crecimiento de esos hongos y bacterias supuestamente tóxicas sería especialmente difícil en las cebollas. "El caso de las cebollas no hay por dónde cogerlo. Si cualquier persona se hace una ensalada y no gasta una cebolla entera, lo más normal es que la guarde refrigerada y la use en la ensalada o en el guiso siguiente. Llevamos haciéndolo toda la vida. Ahora de repente nos envenenamos comiendo una cebolla de un día para otro..."