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MALDITA EXPLICA

El camino hacia la investidura: el rey propone un candidato que tendrá dos meses para conseguir apoyos del Congreso

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➝ Después de las elecciones y tras una ronda de consultas con los líderes con representación, empieza el proceso para la investidura: el rey propone a un candidato para la presidencia del Gobierno
➝La Constitución establece un plazo máximo de dos meses desde la primera votación de investidura para que el candidato obtenga la confianza de la Cámara Baja
➝ En menos de una década, en España se han vivido dos repeticiones electorales: en 2016 y en 2019
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“Hemos ganado las elecciones. Nos corresponde intentar formar gobierno, como siempre ha ocurrido en la democracia española” [minuto 55:59]. Así terminó Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), su intervención desde la sede del partido en la calle Génova tras conocer los resultados de las elecciones del 23 de julio de 2023. Las Cortes Generales se constituirán el próximo 17 de agosto, y, a partir de ahí, el rey se reunirá con los líderes con representación parlamentaria para valorar quién tiene más oportunidades de formar gobierno.

Tras estas consultas con los representantes designados por los partidos, el rey debe proponer, con el referendo de la presidencia del Congreso, un candidato a presidente del Gobierno. Ni la Constitución ni el reglamento del Congreso de los Diputados establecen cuánto tiempo tiene que durar el periodo de rondas de contacto entre el rey y los representantes de los partidos. La norma sí establece que desde la primera sesión de investidura hay un plazo máximo de dos meses para que el candidato obtenga la confianza del Congreso.

Si en esos dos meses ningún candidato es investido presidente, deben repetirse las elecciones. Según establece la ley electoral (LOREG), deben pasar 47 días entre el anuncio y la convocatoria de elecciones. En España, hemos vivido dos repeticiones electorales: la de junio de 2016 y noviembre de 2019.

2016: Mariano Rajoy rechazó la propuesta del rey para formar gobierno

En las elecciones generales de 2015, el PP, entonces liderado por Mariano Rajoy, fue la candidatura más votada. Obtuvo el apoyo de más del 28% de los electores y 123 escaños. En segunda posición quedó el PSOE con 90 diputados y el 22% de los votos. Con este resultado, según explicó Rajoy tras la ronda de consultas con Felipe VI el 22 de enero de 2016, el rey le ofreció presentarse a la sesión de investidura como candidato a la presidencia del Gobierno, pero la rechazó.

“No estoy en condiciones de presentarme a la investidura porque no solo no tengo todavía una mayoría de votos a favor sino que tengo una mayoría absoluta acreditada de votos en contra”, argumentó el entonces líder del PP [minuto 00:39].

En febrero de ese mismo año, Felipe VI propuso a Pedro Sánchez como candidato a presidente del Gobierno. El líder socialista no obtuvo los apoyos necesarios en la primera investidura (130 votos a favor, 219 en contra y una abstención) celebrada el 2 de marzo de 2016. Tampoco en la segunda sesión de investidura (131 a favor y 219 en contra) celebrada dos días después. Esta fue la primera investidura fallida de la historia de la democracia.

Felipe VI anunció que “no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso de los Diputados, en su caso, le otorgue su confianza”, y disolvió las Cortes. El 3 de mayo de 2016 se convocaron elecciones para el 26 de junio de 2016.

2019: tampoco existía un candidato con los apoyos necesarios para conseguir la confianza del Congreso

En las siguientes elecciones generales, celebradas el 28 de abril de 2019, se repitió un escenario similar. El PSOE ganó las elecciones con 123 escaños y el 28% de los votos. El PP se quedó con 66 escaños y menos del 17% de los votos emitidos en esos comicios. Siendo el partido más votado, en junio de 2019, Felipe VI propuso a Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno.

El líder socialista aceptó el encargo del rey, pero no obtuvo la mayoría necesaria en la primera sesión de investidura. El 22 de julio de 2019, Pedro Sánchez obtuvo 124 votos a favor, 170 en contra y 52 abstenciones. Tampoco consiguió los votos necesarios el 25 de julio, en la segunda sesión de investidura. En esta segunda votación, 124 diputados se posicionaron a favor del líder socialista, 155 en contra y 67 se abstuvieron.

Ante esta situación, Felipe VI, concluida la ronda de consultas con los representantes políticos del 16 y el 17 de septiembre de ese año, anunció que, de nuevo, ningún candidato contaba con los apoyos y la confianza del Congreso de los Diputados. “Su Majestad el Rey ha comunicado a la Señora Presidenta del Congreso, Doña Meritxell Batet Lamaña, que no formula una propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno”, explica el comunicado de la Casa Real. Se disolvieron las Cortes Generales y se convocaron nuevos comicios para el 10 de noviembre de 2019.

2023: el resultado incierto de las elecciones generales que podría desembocar en repetición electoral

Las elecciones generales del 23 de julio han dejado un escenario político incierto. El PP ha sido el partido con más apoyos (32,9% de los votos y 136 escaños). El PSOE se ha posicionado como la segunda fuerza con 122 diputados y el 31,7% de los votos emitidos. Ninguna de las dos fuerzas políticas más votadas alcanzan, por sí solas, la mayoría necesaria para gobernar (176 escaños de 350). Tampoco los bloques (PP y Vox a la derecha; PSOE y Sumar a la izquierda) suman el número de diputados requerido por la legislación española vigente.

La investidura del candidato propuesto por el rey dependerá de apoyos y abstenciones de otros partidos. Como ya contamos en Maldita.es, esto puede suponer un bloqueo político y una repetición electoral a comienzos de 2024. Sería la tercera repetición en menos de una década.

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