La candidata ultraderechista Marine Le Pen fue elegida el 10 de abril para disputarle al presidente de ese país, Emmanuel Macron, el Elíseo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas del 24 de abril. La primera parte de la campaña ha transcurrido en paralelo a la invasión rusa a Ucrania, con el recuerdo de los vínculos que Le Pen ha tejido en el pasado con el presidente ruso, Vladímir Putin, y que recopilamos en Maldita.es.
Cuando las tropas rusas irrumpieron en Ucrania el pasado 24 de febrero la cuenta atrás de los comicios franceses marcaban 45 días en el calendario. El discurso de Le Pen sobre Putin ha ido moderando los elogios a sus políticas que profería en 2017 para declararse “equidistante” con Rusia y con Estados Unidos en la primera parte de la campaña de 2022.
Esta es la segunda vez que Marine Le Pen se enfrenta a Macron en una segunda vuelta. La primera vez fue en 2017, cuando perdió en segunda vuelta con un 33,9 % de los votos frente al actual presidente francés, quién ganó con un 66,1 %. No existe una gran diferencia para la candidata entre los resultados obtenidos en la primera vuelta de 2017 (un 21,30 %) con los de ahora (un 23,15%). Por otra parte, los 33 puntos de diferencia que existían con Macron en la segunda vuelta de 2017 ahora son 8.
Pero empecemos por el principio de la historia, ocho años atrás.
2014 | El préstamo de un banco ruso ligado al Kremlin al Frente Nacional por 9 millones de euros
El año 2014 fue un año clave para Ucrania y Rusia, pues se produjo la anexión de Crimea por parte de Rusia. También fue una fecha importante para el partido antiinmigración Frente Nacional, que entonces lideraba Marine Le Pen como sucesora de su padre y predecesor, Jean-Marie Le Pen.
Fue en ese año cuando el medio francés Mediapart y la organización de investigación letona de Re:Baltica revelaron que el Frente Nacional –bautizado desde 2018 como Agrupación Nacional– recibieron un préstamo por valor de más de 9 millones de euros de un banco ruso vinculado al Kremlin: First Czech Russian Bank.
Según la misma Le Pen decía, los bancos franceses no querían prestar dinero al Frente Nacional. Las negociaciones del préstamo con el banco ruso se llevaron a cabo al tiempo que la irrupción en Crimea, invasión cuya legalidad Le Pen apoyó públicamente en 2017 mientras mostraba su desacuerdo con las sanciones de la Unión Europea hacia Rusia.
Después, se informó de que la candidata ultraderechista se reunió también con el líder ruso en 2016 y que el Frente Nacional había solicitado otro préstamo, según afirma en este artículo la BBC.
2017 | Cuando Putin recibió a Le Pen en el Kremlin a un mes de las presidenciales
El 24 de marzo de 2017, cuando faltaba apenas un mes para la primera vuelta de las presidenciales del 23 de abril de hace cinco años, Putin recibió a Marine Le Pen en el Kremlin. Así lo documentaron los medios internacionales, que resaltaron que se trató de un encuentro imprevisto que no constaba en la agenda de Le Pen. Según recogió entonces la agencia Reuters, Putin dijo entonces: “No queremos influir en el curso de los acontecimientos de ninguna manera”, en alusión a las elecciones francesas.
“Pero nos reservamos el derecho de hablar con todos los representantes políticos de todas las fuerzas políticas del país, como lo hacen nuestros socios, en Europa o en Estados Unidos”. En ese momento, la comunidad internacional ya había interpuesto sanciones contra Rusia en el contexto del conflicto ucraniano vigente desde 2014 en la región del Donbás. Al respecto, Le Pen dijo que si resultara elegida, su primer gesto con Rusia sería reflexionar sobre un levantamiento de las sanciones.
Le Pen había sido recibida también en febrero por el aún presidente del Líbano, Michel Aoun, y por el ex mandatario de Chad Idriss Déby.
2017 | Entrevistas en las que Le Pen se identificaba con las políticas de Trump y Putin
También en 2017 Marine Le Pen fue entrevistada por la periodista de la BBC Emily Maitlis. En la misma aseguró que Francia “debería dejar la OTAN porque esta nació para luchar contra la URSS y esta ya no existe” y se alineó con los entonces líderes de EEUU y Rusia. “Las grandes líneas políticas que yo defiendo son políticas que representan el señor Trump y el señor Putin. El pueblo británico acaba de dejar claro que está alineado con esta línea ideológica también”, dijo, en alusión a la activación del artículo 50 del Tratado de Roma con el que Reino Unido iniciaba el camino para abandonar la Unión Europea.
Campaña de 2022 | La “equidistancia” con Estados Unidos y Rusia y la condena de la “operación militar contra Ucrania”
El día 7 de febrero de 2022, a días de que comenzara la invasión rusa a Ucrania y cuando la inteligencia estadounidense había alertado del riesgo de que ocurriera, en otra entrevista con la BBC, Le Pen aseguró que “era un error mantener esta especie de guerra fría con Putin”. Añadió que “Francia debería haber seguido teniendo relaciones diplomáticas, económicas y culturales con la Rusia de Vladimir Putin, mientras permanecía equidistante de Estados Unidos y Rusia”.
Pocas semanas después, el 25 de febrero (día después de la invasión rusa a Ucrania), Le Pen declaró que había que había sido la única en mantener una posición equidistante entre Rusia y Estados Unidos ya que “muchos políticos franceses son extremadamente dependientes de la versión americana, de sus necesidades y demandas (...) el simple hecho de defender la equidistancia entraña todo tipo de acusaciones”, tal y como recogió Le Figaro.
El 2 de marzo, tras la invasión rusa y a un mes de las elecciones francesas, el diario Libération informó de que la campaña de Le Pen tuvo que retirar miles de folletos de propaganda electoral en los que salían fotografías de ella dándole la mano a Vladímir Putin en 2017. La candidata ultraderechista había ordenado imprimir 1,2 millones de estos, pero no se sabe a ciencia cierta cuantos se habían distribuido ya y cuántos han podido retirarse tras la invasión.
El pasado jueves 8 de abril, Le Pen dijo en France Info que su intención había sido, desde el principio, “condenar a Rusia cuando invadió Ucrania de la forma más clara posible. Esta agresión armada era inadmisible bajo el derecho internacional y votamos en el Parlamento Europeo una condena extremadamente firme a esta agresión rusa” y añadió: “Lo único que no quiero son sanciones sobre las materias primas que tendrán graves consecuencias para los franceses y el resto del mundo".
Esta evolución en su relación con el Kremlin se refleja también en su discurso migratorio. Algunas de sus propuestas electorales, de hecho, son la supresión de las ayudas sociales para los inmigrantes y la prohibición de la práctica pública del islam en Francia, así como la del hijab.
La política se ha ofrecido a darles una “bienvenida decente” a los refugiados ucranianos, posición que contrasta con la del otro líder ultraderechista, Eric Zemmour, quien persigue una política de “inmigración cero”.