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MALDITA EXPLICA

La reventa de billetes de tren nominativos en internet: no cambiarle el nombre puede hacer que el comprador tenga que pagar por otro billete y en algunos casos el coste de ese cambio puede superar al precio original

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“Vendo billete de Ave Sevilla-Madrid el 1 de enero”. Seguro que en los últimos días has visto mensajes como estos en alguna red social. El aumento de casos de COVID-19 está haciendo que muchas personas tengan que cancelar los viajes que tenían previstos y optan por revender el billete para recuperar ese dinero. No obstante, de manera temporal y debido a ese aumento de casos de coronavirus durante estas Navidades, Renfe permite el cambio desde el 29 de diciembre y hasta el 15 de enero de forma gratuita para quienes no “puedan realizar su viaje por motivos sanitarios, al tener que guardar aislamiento”.

Fuera de este período excepcional, la posibilidad de cambiar o anular un billete de tren Ave o de Larga Distancia, dependerá de la tarifa que hayamos comprado. En el caso del billete Prémium (el equivalente al anteriormente denominado 'Preferente') el cambio es gratuito y la anulación tiene un coste del 5% del billete. Sin embargo si tenemos un billete Elige, tendremos que pagar también un porcentaje tanto por el cambio como por la anulación y, en el caso del billete Básico, no se permite ninguna de las dos opciones. Lo mismo ocurre con la tarifa Básica de Avlo, el Ave low cost de Renfe.

A esto hay que sumarle que desde el pasado mes de julio los billetes son nominativos, es decir, llevan el nombre de la persona que lo adquiere y el cambio de nombre tiene un precio que en ocasiones puede superar al del propio billete, 40 euros para el billete Básico y 30 euros en el caso del billete de la opción Elige. Por tanto, si un billete Básico nos cuesta 40 euros, al no poder cancelarlo ni cambiarlo, la única opción disponible si no podemos viajar es revenderlo. Pero, cambiándole el nombre, el comprador de la reventa se gastaría 80 euros (40 del billete y 40 del cambio de titular), es decir, el doble de lo que costó a quién lo vende.

Esto hace que muchas personas, al no poder usar su billete, opten por revenderlo en redes sociales o en páginas de compraventa sin cambiarle el nombre. El comprador, por su parte, se puede ahorrar algunos euros más que si lo compra en la web oficial, pero corre el riesgo de que le pidan el DNI en la puerta de embarque y no le dejen acceder o tenga que comprar un nuevo billete.

Los cambios de hora y fecha en Ouigo, la otra operadora de trenes de alta velocidad en España, también están sujetos a las tarifas pudiendo llegar a los 30 euros y una vez que se consuma la ida, no se podrán hacer cambios en la vuelta. Los billetes también son nominativos pero, a diferencia de Renfe, los cambios de nombre son gratuitos siempre y cuando se hagan antes de las 23:59 del día anterior.

¿Cómo funcionan las plataformas y páginas de reventa de billetes?  

El pasado mes de noviembre, Andrea, una afectada por la reventa de billetes con la que ha contactado Maldita.es, compró un billete de Ave para un trayecto de Málaga a Madrid a través de una plataforma de compraventa de billetes de tren. “Estaba acompañando a mi madre a mudarse a Madrid y compré su billete con la tarjeta de Renfe, así que miré qué tren era y aproveché para comprar un billete para mí en Truecalia (página de compraventa de billetes de tren, autobús y avión) que salía más barato”, explica a este medio.

Asegura que hizo el pago y reservó el billete. “Escribí al chico que me lo vendió y le pregunté si había algún problema con el nombre o si pedían algún documento. Me dijo que él nunca lo había hecho pero que una amiga era usuaria habitual de esta página y nunca había tenido ningún problema”, indica a este medio.

Cuando llegó el momento de embarcar, afirma que una trabajadora de la compañía le dijo que su billete se había comprado con el carné joven. “Por lo que me pidió el DNI para confirmar que era yo la que había comprado el billete”, añade.

Al no ser Andrea quien aparecía en el billete, le indicaron que debía comprar uno nuevo. “Me di cuenta que perdí el billete pero tampoco pude comprar otro billete porque el tren ya salía y no me dió tiempo”.

Cristina, otra usuaria con la que ha hablado Maldita.es también compró un billete de Ouigo en la misma plataforma para viajar de Barcelona a Madrid y la vendedora le indicó que no era posible el cambio de nombre y que “no pasaba nada porque nunca pedían el DNI”. No obstante, se lo pidieron y acabó pagando 100 euros por otro billete.

Según explica Truecalia en su página web, “los billetes de transporte nominativos no se pueden vender (a no ser que el emisor permita modificar el nombre del titular y transferirlo). Además, añaden queel vendedor debe comprobar si se trata o no de un billete nominativo y, de ser así, debe comprobar si el emisor permite de forma gratuita o con coste el cambio de nombre y su transferencia, en ese caso sí puede hacer el cambio de nombre al nuevo titular y transferirlo a su nombre”.

No obstante, si nos vamos a la página web vemos que en los billetes no se suele indicar que son nominativos ni si el coste del cambio de nombre lo paga el vendedor.

Sobre esto, desde la plataforma indican a Maldita.es que son intermediarios entre el comprador y el vendedor, que no tienen “acceso a los billetes que los usuarios anuncian en la web para su venta, ya que se trata de una operación entre dos particulares” y que es el vendedor quien debe comprobarlo y comunicarlo.

Esta plataforma no es el único sitio en el que se revenden estos billetes. En páginas de Facebook como “Billetes Ave”, “Compraventa billetes Ave sin lucrarse”, “Ave Valencia-Madrid”, “Ave Sevilla-Madrid”, también se lleva a cabo esta reventa.

En este caso, las transacciones se hacen directamente entre comprador y vendedor y ambos tendrán que negociar las condiciones de la venta del billete.

¿Qué ocurre si un usuario compra un billete y no le dejan pasar por estar a nombre de otra persona?

“Ahora que los billetes de Ave son nominativos, ¿se pueden comprar sin cambiar el nombre?", preguntaba una usuaria en uno de estos grupos. Las respuestas son variadas, aunque en la mayoría de los casos aseguran haber tenido una experiencia positiva: “A mí nunca me han mirado nombre ni nada. Pasan el billete y listo. Siempre puede haber alguna vez que lo puedan mirar... pero bueno…”, responde un usuario. “Pues la primera semana de diciembre hice Madrid-Sevilla en Ave y nadie me pidió nada. Y la vuelta tampoco”, dice otro. 

En relación a la comprobación de los billetes para ver si van a nombre de quien viaja, desde Renfe, en declaraciones a Maldita.es, explican que realizan “controles aleatorios en los check-in y a bordo de los trenes, y aplican las sanciones correspondientes. Si alguien viaja con un billete que no lleve su nombre, puede ser sancionado con el pago de un billete completo o con el coste del cambio de titular (40 euros)”.

Desde Truecalia indican que “si el billete que un usuario compra a otro usuario no cumple con las condiciones de uso establecidas, no le permite viajar o no coincide con el anuncio, el comprador sólo tiene que avisarnos en el plazo establecido (dentro de las próximas 12 horas desde la hora de salida del tren), y si procede y tras comprobarlo con el vendedor, se bloquea el pago y realizamos la devolución íntegra del importe pagado. Esta plataforma cuenta con Truecalia Pay, que explican, garantizan un pago seguro.

Cuando Andrea y Cristina se quedaron sin poder viajar a Madrid, declaran que contactaron con la plataforma y le devolvieron el dinero indicándoles que ellos no se hacían responsables de los billetes. Las personas que se los vendieron, por tanto, no recuperaron el dinero que reembolsaron en su día cuando compraron los billetes en las páginas de Renfe y Ouigo, respectivamente.

Renfe insiste en que la reventa de billetes “es una irregularidad”

“Todos los billetes de Renfe de trenes con asientos preasignados son nominativos, cumpliendo la legislación vigente y, por tanto, es obligatorio que el portador sea el titular”, explican desde la plataforma ferroviaria a Maldita.es.

La implantación de este billete, argumentan, tiene como objetivo “conocer la identidad de las personas que viajan en los trenes” para mantenerles informados “sobre cualquier cuestión importante que afecte al viaje” y porque “las autoridades (el artículo 17.3 de la Ley 2/2021 de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19) exigen la identificación de los pasajeros por la crisis sanitaria de cara a establecer contacto en caso necesario”.

En definitiva, declaran a este medio que “por tanto, no está permitido el intercambio de billetes entre particulares ni a través de empresas o portales de Internet” y se trata de “una irregularidad y el comprador se arriesga a que le pidan la identificación y sean sancionados”.

Sobre la reventa de estos billetes en plataformas de compraventa, declaran que "Renfe denunció el pasado año a portales de Internet como Truecalia”, por comprar billetes “promo” y revenderlos desde las propias plataformas, motivo por el que, explican, dejaron de hacerlo.

Maldita.es también ha contactado con Ouigo para conocer su postura al respecto pero a fecha de publicación de esta información no hemos obtenido respuesta.

Los expertos consideran que la reventa es posible siempre que se permita el cambio de nombre

Comprar un billete de tren nominativo a otra persona y no cambiarle el nombre puede tener como consecuencia, en el caso de que nos pidan el DNI, que tengamos que pagar por uno nuevo pero, según el maldito y abogado de derecho penal, Juan Ortolá, no quiere decir que “su venta esté prohibida o sea ilegal”, sino que “no son transferibles por el carácter nominativo". Es un título de transporte que, aclara, "como los billetes de avión, se emite a favor de una persona determinada. Si se puede cambiar o no la identidad del pasajero y si esto implica o no algún coste depende de la compañía emisora y del tipo de billete”.

En la misma línea, el maldito y abogado experto en protección de datos, privacidad y nuevas tecnologías de la información y la comunicación, Gerard Espuga, indica que “la reventa es posible entre particulares siempre que la compañía posibilite el cambio de nombre en billetes nominativos”.

En el caso de Truecalia, explica la abogada experta en Derecho Digital, Privacidad y Protección de Datos en Meraki Abogados, Ana Alicia Díaz, la página está “adscrita a los modelos de economía colaborativa y ofrece al portador de un billete de tren la posibilidad de recuperar el coste del billete que no va a utilizar al vendérselo a otro usuario a un precio igual o inferior a lo que le costó”.

Como intermediaria, “en caso de un incumplimiento por parte de los particulares, como, por ejemplo, la reventa del billete a un precio mayor al adquirido, o  la reventa de un billete nominativo no transferible por el ente emisor, la plataforma sería responsable si la misma tiene conocimiento efectivo  de dichos incumplimientos, obligada en dicho caso a actuar con la diligencia debida para retirar la información afectada o imposibilitar su acceso conforme a la normativa vigente, en cumplimiento de lo previsto en el artículo 16 de la Ley de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico”, añade.

En el caso de las compañías de trenes, explica que “al no existir un marco legal actualizado”, puesto que el reglamento que regula la reventa a nivel nacional es de 1982 y dice que “queda terminantemente prohibida la venta y la reventa callejera o ambulante de localidades”, estas han “previsto la emisión de entradas nominativas, de modo que el portador únicamente tenga acceso al viaje previa comprobación de que sus datos personales se corresponden con los plasmados en la entrada”.

De esta forma, concluye, que el fenómeno de la reventa online, “precisa que el legislador ataje el problema mediante una nueva regulación que responda a los retos de Internet y, en especial, a la necesaria protección de los consumidores y de los organizadores”.

En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Gerard Espuga y Juan Ortolá.

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