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Seguridad digital para mujeres: cómo identificar si estás sufriendo violencia en espacios online y cómo hacerle frente

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Todas las personas tienen derecho a que no se las acose y se las violente en su vida online: nos relacionamos a través de espacios digitales igual que hacemos en el mundo analógico y eso requiere que a veces, ante ciertos comportamientos, tengamos que tomar precauciones extra relacionadas con nuestra privacidad. Cuando hablamos de las mujeres, hay ocasiones en las que esa protección tiene que reforzarse para hacer frente a la violencia que sufren las mujeres también en el ámbito digital.

Este tipo de violencia se puede manifestar de múltiples formas. El espionaje del móvil de una mujer, el control de lo que hace en redes sociales por parte de la pareja o la presión u obligación de enviar imágenes íntimas son algunos de los signos que indican que se está produciendo violencia digital. 

Esto es algo que hemos visto en los últimos años con el desarrollo de los deepfakes: a día de hoy se siguen usando aplicaciones que aprovechan esta tecnología para crear vídeos pornográficos en los que se sustituye la cara de las mujeres que aparecen en el vídeo por otras que elijan los usuarios. Como un sistema ‘a la carta’ de mujeres de carne y hueso, en el que mediante un simple bot se hace el intercambio.

La cifra de quienes sufren este tipo de violencia digital, en cambio, no está tan clara. “Al tratarse de amenazas íntimas hay muchas víctimas que no dan el paso de denunciar y otras desconocen que son hechos denunciables”, explican a Maldita.es desde el Observatorio Español de Delitos Informáticos (OEDI), que dispone de puntos de Atención Temprana a las damnificadas por este tipo de violencia en varios municipios alicantinos. Insisten, además, en la necesidad de que se reconozcan como víctimas de violencia digital a aquellas mujeres que la sufren tanto por parte de parejas o exparejas, como por otras personas que la ejerzan solo por el hecho de ser mujer.

Los tipos de violencia digital contra las mujeres: desde la difusión de fotos íntimas al uso de un software para espiar sus dispositivos

Cuando pensamos en los tipos de violencia en línea que se emplean hacia las mujeres, una de las primeras cosas que se nos viene a la cabeza es el acoso o ciberacoso. Y aunque es una práctica por la que tenemos que preocuparnos, también hay que tener en cuenta que las acciones de los agresores pueden ser diversas.

La suplantación de identidad, la creación y divulgación de datos personales falsos con la intención de dañar la reputación de una persona, el acceso y control no autorizado a perfiles de redes sociales de la víctima o el uso de software para espiarla son otras de las técnicas empleadas, según recoge la guía de violencia digital de la Asociación de Tecnología, Educación, Desarrollo, Investigación y Comunicación (TEDIC), ubicada en Paraguay.

Desde la Asociación Stop Violencia de Género Digital cuentan a Maldita.es uno de los casos que han atendido en relación al uso de dispositivos espías: “La mujer se quejaba de que su expareja la perseguía y la espiaba, hasta el punto de decirle qué ropa interior llevaba puesta. Cuando acudimos a su casa se analizaron distintos terminales y descubrimos que tenía las cámaras y los altavoces de los dispositivos intervenidos”.

Realizar una tarea de seguimiento “a fin de que se asegure un protocolo de trabajo correcto, asegurando en todo momento que las pruebas digitales obtenidas puedan ser analizadas por la justicia” es primordial para que estas sean ratificadas, según explican desde el OEDI, quienes indican que ya han aportado 40 informes periciales a la Justicia y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE).

Las adolescentes son las más vulnerables, aunque afecta a mujeres de cualquier edad 

En un informe elaborado por la ONG Plan Internacional publicado el pasado mes de octubre y titulado (In)seguras online: experiencias de las niñas y las jóvenes en torno al acoso online” advertían que “casi un 60% de las niñas y jóvenes de todo el mundo han sido víctimas de diferentes formas de acoso online en plataformas de redes sociales”. Son las conclusiones del estudio que han hecho en base a testimonios y entrevistas “a más de 14.000 chicas de entre 15 y 25 años de 22 países”, entre los que se encuentra España.

Según cifras proporcionadas a Maldita.es por el Observatorio Español de Delitos Informáticos, el 21,82% de las víctimas atendidas por este observatorio tenían entre 18 y 25 años, mientras que el 45,45% se encontraban entre los 26 y 40 años. No obstante, desde el OEDI insisten en que este tipo de violencia pueden sufrirlo mujeres de cualquier edad.

La mayoría de estas prácticas, aseguran, se producen en redes sociales y plataformas de mensajería, y las más habituales son WhatsApp, Instagram y Facebook. En un porcentaje inferior, un 2,5% de los casos, indican haber detectado el uso de geolocalizadores para controlar la ubicación de la víctima.

Esta violencia “causa daño psicológico y emocional, refuerza prejuicios, daña la reputación, causa pérdidas económicas y plantea barreras a la participación en la vida pública. Además puede conducir a formas de violencia sexual y otras formas de violencia física”, explica la asociación TEDIC.

Activismo digital: herramientas que proponen expertas en seguridad informática para protegerse

Muchas de las cosas que pueden poner en práctica las mujeres para proteger su vida online coinciden con las que puede hacer cualquier persona: limpiar su rastro digital de cuando en cuando, cifrar sus comunicaciones, usar buscadores y aplicaciones más respetuosas con la privacidad, limitar la información que damos en redes sociales, etc. Sin embargo, cuando hablamos de actos específicos de acoso contra mujeres, existen herramientas y consejos concretos que se pueden tener en cuenta.

Colectivos de mujeres de diferentes áreas, como el de la ciberseguridad o la psicología, han elaborado guías y manuales de seguridad digital dirigidos a otras mujeres que necesiten reforzar la seguridad y la privacidad de su vida online. Es el ejemplo del “Manual contra el acoso en línea” de PEN America, dirigido a “personas escritoras, periodistas, fotoperiodistas, activistas y artistas que se identifican como mujeres, personas racializadas, LGBT+”. 

También el colectivo de organizaciones latinoamericanas ‘Ciberseguras’ pone a disposición una herramienta en su página web para solicitar ayuda en distintas situaciones: por ejemplo, para “aprender” sobre “privacidad”, “seguridad digital” o “violencia en línea”; o para “proteger” la “identidad”, las “comunicaciones” o el “teléfono”.

Ciberseguras.

El grupo de hackers feministas Hackblossom publicó en español su “Guía de Seguridad Digital para Feministas Autogestivas”, un completo manual en el que repasan todos los factores que se pueden tener en cuenta para cuidar la privacidad online: aprender a buscar el anonimato cuando sea necesario, a proteger las cuentas digitales ante posibles hackeos de acosadores o a cifrar los datos que enviamos (por ejemplo, las fotos íntimas que a veces se comparten con parejas o personas conocidas). También dedican un apartado a hablar de cómo enfrentar el acoso en línea por parte de trolls y a hacer más privados y seguros los perfiles en redes sociales.

En otra guía, la asociación TEDIC, en colaboración con más organizaciones, explica cómo documentar y registrar incidentes en caso de sufrir acoso online. Entre otras cosas, señala que uno de los puntos más importantes es el identificar al usuario. En Maldita.es también hemos explicado que perseguir a un usuario que acosa a alguien en redes es posible, a pesar de que se escude tras un perfil anónimo. 

La AEPD cuenta con un canal prioritario de retirada de contenido sensible

La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) cuenta desde 2019 con un canal específico para retirar contenido de carácter íntimo o sexual que se haya difundido sin el consentimiento de las personas que aparecen en él. En este caso, la agencia actúa de intermediaria pidiéndole directamente a las operadoras y proveedores de servicios en Internet (Facebook, Google o Twitter, por ejemplo) la retirada urgente del contenido, de modo que el proceso no se alargue en exceso.

En los primeros seis meses de 2021, la AEPD retiró 200 reclamaciones de contenido sexual a través de este canal y el perfil de denunciantes de este tipo de imágenes es el de “una mujer menor de 30 años”, según recoge Europa Press

¿Crees que puedes estar sufriendo este tipo de violencia pero no sabrías detectarlo?

En 2017, con el nombre “Diez formas de violencia de género digital”, la asociación Pantallas Amigas lanzaba una campaña dirigida a la población joven junto al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, como se llamaba en esa época. 

A través de diez animaciones, pretendían visibilizar acciones “que algunos chicos adolescentes realizan con sus parejas o exparejas”, con el fin de “ provocar primero la reflexión para que, después, sean eliminadas como prácticas limitantes y agresivas”. De esta manera, se visibilizan prácticas concretas que pueden hacer que una mujer se de cuenta que atraviesa una de estas situaciones.

Si estás sufriendo estas prácticas o eres testigo, la organización PEN America también incluye en el Manual contra el acoso en línea estrategias de defensa y da consejos para evaluar las amenazas o documentarlas.


Primera fecha de publicación de este artículo: 25/11/2021

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