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Diferencias entre redes sociales y plataformas de mensajería: ¿quién y cómo puede ver mis mensajes?

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Cada plataforma tiene sus propias normas y guías que regulan el uso que podemos dar los usuarios, pero también tenemos que tener en cuenta la legislación vigente. Por eso, nos habéis preguntado si las redes sociales y las aplicaciones de mensajería tienen la misma consideración a ojos de la normativa jurídica. 

“A nivel jurídico, respecto a los mensajes privados, no existe una diferencia entre redes sociales y aplicaciones de mensajería”, comienza explicando Verónica Alarcón, abogada especializada en derechos en la red. Es decir, que en una primera aproximación normativa, no existe ninguna diferencia en lo que corresponde a aplicaciones como WhatsApp, Telegram o Signal frente a redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram.

Los términos y condiciones de las plataformas tienen que ajustarse al marco legal vigente

Como comenta a Maldita.es la experta, “el punto de partida a tener en cuenta es la normativa que resulte de aplicación, como la Constitución Española, la normativa de protección de datos o el Derecho Penal, y una vez respetado este marco, descendemos a sus términos [de la aplicación o red], que no pueden contrariar lo que diga la ley”. Esto implica que las condiciones de cada plataforma tienen que cumplir la legislación española y europea y a partir de ese punto, desarrollar sus propias normas, como la política de privacidad y los términos de uso. 

En ningún caso las normas de uso de Facebook, Twitter o TikTok, por ejemplo, pueden contravenir la normativa vigente sobre las comunicaciones privadas. Dentro de estos márgenes, cada plataforma desarrolla las condiciones que rigen el servicio.

Jorge Morell, abogado experto en protección de datos, compara esta situación con las operadoras de telefonía o con empresas de mensajería: “Sucede algo similar, prestan el servicio y dan la infraestructura para facilitar la comunicación, pero ninguno está activamente monitorizando lo que hablamos o leyendo las cartas que escribimos”. 

Otra cuestión son los metadatos, los datos que reflejan cómo ha sido una conversación o un intercambio de mensajes. “Si permiten identificar a alguien, también sería un dato personal, por lo que normalmente suelen ir cifrados y automatizados, para evitar que de entrada sean analizados por personas, y a ser posible de forma agregada”, añade Morell.

Revisar el contenido sólo a raíz de una denuncia o un reporte por parte de un usuario

Entonces, ¿cómo encajan los términos y condiciones de las redes sociales en esta materia? La clave se encuentra en que el contenido de los mensajes sólo es revisado cuando uno de los usuarios implicados utiliza el sistema de denuncia o reporte de la plataforma. “Nuestra normativa impide que estas empresas puedan acceder al contenido de las comunicaciones de forma libre, nunca de manera proactiva sino ante denuncia de la persona interesada”, especifica Alarcón. 

En línea con la comparación con las operadoras de telefonía, Morell añade que “cualquier servicio de comunicación no sabe lo que hablas o escribes, y les interesa que esto sea así legalmente ya que de otro modo sería mucho más costoso técnicamente mantener algo así”. Pero la cuestión clave en materia legal, según el abogado, es que “les haría responsables de todo lo ilícito que descubrieran y no comunicaran, y en el fondo ese tipo de servicio sería ilegal en muchos países”.

No obstante, los expertos consultados por Maldita.es coinciden en lo mismo: una cosa es la teoría y otra llevarlo a cabo. Morell apunta a que “este sería el encaje para gestionar estos servicios sin chocar con esos derechos (accediendo sólo en el caso de una denuncia por parte de un usuario), pero ejecutar esto bien en la práctica no es tan sencillo”. 

Lo más normal, no obstante, es que los mecanismos se activen cuando un usuario denuncia una conversación con otro usuario, de forma que el equipo de moderación de la plataforma pueda revisar estas posibles infracciones. “Ahí sí tienen la obligación legal de atender esas sospechas y confirmar si es el caso o no, y para ello podrían necesitar consultar parte (mayor o menor) de lo que has hablado o escrito: si se confirma la sospecha, entonces ya deben comunicarlo a policía, juez o quien corresponda según el caso”, finaliza el abogado.

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