En el contexto de la pandemia causada por el SARS-CoV-2, se ha puesto en el foco la aplicación Radar COVID como ejemplo de la administración pública "liberando el código" de una herramienta tecnológica. A raíz de ello, surge la siguiente pregunta: ¿qué significa “liberar el código y por qué es importante?
Liberar el código informático de una aplicación tecnológica consiste en hacer públicas las instrucciones con las que se ha creado tal aplicación. El código en sí es como se llama a las secuencias de comandos que crean los programadores para que un programa informático ofrezca un servicio de una manera concreta, y viene representado por líneas y más líneas de operaciones (que no todo el mundo sabe interpretar, claro está).
Publicarlo para que cualquiera pueda consultarlo sirve para que la sociedad civil y otros actores que no son las empresas o instituciones que lo han creado puedan analizarlo por su cuenta y comprobar que lo que dicen sus desarrolladores que hace y no hace es cierto.
¿Qué tiene esto de beneficioso? Por una parte, que atiende a un principio de transparencia que da mayor credibilidad y confianza a los proyectos tecnológicos. Por otro lado, al hacer público el “manual de instrucciones” de una aplicación, hay otros desarrolladores, académicos, investigadores y profesionales del campo que pueden estudiarlo para encontrar fallas en él y proponer soluciones.
Esta no es una práctica muy común en España, pero sí es deseable dentro del principio de transparencia que citamos. De hecho, es tan recomendable hacerlo que la Unión Europea cuenta con una licencia estándar pensada para que las administraciones públicas puedan liberar un programa elaborado por ellas.
No hacer público el código de ciertas herramientas informáticas también puede acarrear problemas: en España, por ejemplo, la fundación Civio lleva más de un año intentando acceder al código fuente del programa BOSCO, diseñado para decidir qué solicitantes tienen derecho a recibir la ayuda del bono eléctrico y cuáles no, y saber en qué parámetros se basa para hacerlo.
En el caso de Radar COVID, busca implantarse de forma masiva en la población y que está enmarcada en una crisis sanitaria, por lo que la transparencia es esencial para que se pueda adoptar de forma eficaz.
Por otra parte, la tecnología en la que está basada la app (y de la que te hablamos aquí), un protocolo llamado DP3-T, se ha diseñado con el objetivo de preservar la privacidad de las personas y se ha hecho público desde el comienzo. Por tanto, uno de los requisitos para usarlo es que las administraciones que lo hagan también publiquen su documentación.
Primera fecha de publicación: 12/09/2020.