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MALDITA TECNOLOGÍA

¿Qué nos ha gustado leer esta semana? Ciberespionaje y caligrafía que se fastidia con la tecnología

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¡Hola, malditas y malditos! ¿Qué tal va el fin de semana de puente? Muchos estaréis ya en la Fase 1 y podréis aprovechar algo más estos días de descanso. Para los que seguimos confinados, no nos queda otra que entretenernos en casa y dedicarnos a tareas en el interior. Como cada sábado, os dejamos nuestra lista de recomendaciones de artículos sobre tecnología. Si tienes un ratito libre, ya sabes, ¡a leer!

“No entiendo ni mi letra”: ¿Mató la tecnología a la caligrafía?

¿Eres de esas personas que a veces escribe algo y que luego no consigue descifrar? No es tan raro y, por lo que cuenta este reportaje de El País, menos aún desde que pasamos tanto tiempo pegados al ordenador y al móvil. Mencionan un estudio que concluye que la escritura analógica es cada vez menos frecuente (menos para hacer la lista de la compra, que eso prácticamente todos lo hacemos a mano). ¿Lleva eso a que se nos "estropee" la caligrafía? Las expertas que citan aseguran que no tiene por qué, pero que la falta de práctica puede influir en cómo escribimos luego (con lo que hemos sufrido con los cuadernillos Rubio de caligrafía).

El "boom" de las cámaras térmicas: ¿sirven o no sirven para frenar contagios de coronavirus?

En Maldita Tecnología te hablamos aquí de que ya prolifera el uso de las cámaras térmicas para medir la temperatura de la gente que entra a ciertos establecimientos. No hay evidencias científicas de que la fiebre sea determinante para diagnosticar coronavirus y el riesgo de falsos negativos es alto, por no hablar de que en ocasiones esta tecnología puede ser un poco intrusiva respecto a nuestros datos. En este artículo de El Confidencial se profundiza en cómo funcionan a nivel técnico estas cámaras y cómo "pintan" una imagen de la radición corporal que emitimos. Llegan a la misma conclusión: muy efectivas quizás no sean.

Ciberespionaje para conseguir la vacuna contra el coronavirus

La búsqueda de respuestas sobre el origen del coronavirus, su tratamiento y la vacuna ha desatado una ola de ciberespionaje entre Estados, según este reportaje de eldiario.es. "Los países tienen un alto deseo de información sobre cómo están respondiendo otros países, pero también sobre aspectos como la investigación de vacunas", cita que dice la directora adjunta de ciberseguridad del FBI, en Estados Unidos. Parece que el virus tiene más trasfondo para las unidades de Inteligencia de países como China, Irán y Estados Unidos, que quieren ser los primeros en conseguir la vacuna, y se valen de ciberataques para ganar la carrera.

En Corea del Sur localizan contagiados de coronavirus con datos de las operadoras de teléfono

En Corea del Sur ha habido un rebrote de más de un centenar de casos de COVID-19 a raíz de un chico que salió de fiesta a un área de bares. ¿Qué hicieron las autoridades para controlarlo? Pedir a las operadoras de telefonía que les dieran los datos de todas las personas que hubiesen estado en esa área en los días previos y posteriores al que estuvo el chico. Así localizaron a casi 11.000 usuarios, a los que se ha avisado por mensaje de texto que acudan a hacerse tests. Esta operación en España no es posible: las operadoras no pueden dar nuestros datos de esa manera. Podéis leer más sobre esta historia en este artículo de Xataka.

En Europa, se tiene que hacer a través de aplicaciones que garanticen la privacidad de los usuarios

¿Y por qué no podrían las operadoras españolas dar esos datos como en Corea del Sur? Pues porque en Europa las normativas de protección de datos son mucho más estrictas. Tenemos una norma común, el Reglamento General de Protección de Datos. De ahí que se plantee hacer un seguimiento de contactos para detectar contagios a través de aplicaciones para móviles que puedan hacerlo de manera anónima, que también tiene sus riesgos por excluir a una parte de la población que no cuente con móviles adecuados o que no esté familiarizados con la tecnologia. Esa parte más crítica es la que se expone en este análisis publicado en El Salto.

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