Ante recomendaciones de conocidos para afrontar periodos de estrés, nos habéis hecho llegar esta duda: ¿tiene alguna base científica la llamada terapia sacro craneal? La respuesta corta es que no, no parece tenerla y por tanto podemos considerarla una pseudoterapia. Pero vamos por partes.
La terapia sacro craneal es una forma de manipulación física en la que el supuesto terapeuta va tocando con cuidado la cabeza, palpando las juntas que unen los distintos huesos que componen el cráneo. También puede aplicarse con toques en la columna vertebral y la cadera. El objetivo es, en teoría, regular el flujo de líquido cerebroespinal y así poner en marcha los procesos autocurativos del cuerpo, centrados principalmente en problemas de dolor, estrés y tensión muscular.
A día de hoy, hay algunos estudios pequeños que sugieren que puede tener algunos efectos positivos en pacientes con fibromialgia y en pacientes con esclerosis múltiple que sufren problemas en el sistema urinario.
Sin embargo, estudios más amplios no han podido confirmar esos efectos positivos. Una revisión sistemática de las investigaciones disponibles concluía que la mayoría son inadecuadas y de baja calidad, y que no se puede decir que la terapia sacro craneal tenga efectos reales. Otra revisión concluía que no hay evidencias suficientes para asegurar que esta terapia funcione.
Otros estudios contradicen directamente la base en la que se asienta esta teoría, ya que los huesos que componen el cráneo se sueldan completamente durante la adolescencia nadie ha demostrado que se puedan mover o manipular, aunque sea ligeramente, después de que esto ocurra, de forma que no tendría sentido una forma de terapia basada en manipular y mover esas juntas.