Están circulando artículos como este que recomiendan utilizar un remedio natural "para limpiar los ojos, curar las cataratas y mejorar la visión en tres meses". Para ello, su consejo es eliminar de nuestra dieta algunos alimentos, como los productos lácteos, e incentivar el consumo de otros, sobre todo frutas y verduras (como las espinacas y las bayas). Como colofón, sugiere una receta natural "para limpiar los ojos", una cocción de pétalos de rosa y hojas de frambuesa. Pero no, no hay ninguna evidencia científica que respalde que esta mezcla puede ser beneficiosa para nuestra vista.
Para ver correctamente, la luz entra a nuestro ojo atravesando los órganos transparentes, los que nos permiten enfocar la imagen hacia la que dirigimos la mirada. Entre ellos, justo detrás de la pupila, se encuentra el cristalino. Las cataratas son una opacidad parcial o total de esta parte del ojo que causa una dispersión de la luz dentro del mismo. Esto impide el enfoque de las imágenes y, por lo tanto, se perciben borrosas.
"Por el momento no existe ningún tratamiento eficaz para las cataratas fuera del quirúrgico, que tiene un altísimo nivel de desarrollo, con resultados óptimos y con muy baja tasa de complicaciones cuando es realizado por manos expertas", explica a Maldita Ciencia Rubén Pulido García, oftalmólogo y uno de los malditos que se ha ofrecido a ayudarnos con su superpoderes. "Se han investigado (y se sigue haciendo) tratamientos alternativos, pero hasta ahora no hay nada concreto que pueda proponerse como tratamiento alternativo a la cirugía", añade.
La operación consiste en la extracción del cristalino a través de una pequeña incisión (hecha o bien con bisturí, o bien con láser) en la córnea. Para ello, según la American Academy of Ophthalmology, se rompe el cristalino con la catarata, lo que permite retirarlo fácilmente y se coloca el nuevo cristalino en su lugar.
Dado que las cataratas pueden ser el resultado de múltiples causas, no hay un consejo (con fundamento científico) que siempre vaya a ser eficaz en la tarea de retrasar su aparición.
Según Pulido, la principal es la edad, el origen de la catarata senil, pero también existen las traumáticas, que pueden evitarse usando los elementos de protección adecuados; las infecciosas, como en casos de endoftalmitis (inflamación grave por la entrada de microorganismos al interior del ojo); Iatrogénicas, como las causadas por el uso de corticoides; secundarias a radiaciones (por ejemplo, en operarios que trabajan en soldadura sin la protección adecuada); metabólicas, como en la diabetes, etc.
"Por lo tanto, la prevención es un capítulo complejo y arduo en esta patología", explica Pulido. "Debe enfocarse a evitar los efectos que las diferentes causas pueden tener sobre el cristalino", concluye.
Primera fecha de publicación de este artículo: 26/06/2019