Es un bulo que vuelve, y con fuerza en los últimos días: la historia de que alguien está evitando que llueva en algunas zonas de España, principalmente en Murcia, haciendo sobrevolar avionetas cargadas con productos químicos (dióxido de plomo o yoduro de plata, según la versión) que disuelven las nubes. El objetivo sería favorecer el turismo a costa de destrozar las cosechas y alterar el clima.
Como decimos, es eso, un bulo. No hay evidencias de que tal conspiración exista o haya existido nunca, tampoco en 2016 cuando se popularizó este bulo por primera vez a raíz de una supuesta declaración de trabajadores de la Agencia Española de Meteorología ante la Unión Europea (declaraciones que nunca existieron).
Yoduro de plata para 'sembrar' lluvia
Como con tantos otros bulos, aquí se mezcla una pequeña parte de verdad con mucha otra de desinformación. Es cierto que se han hecho experimentos y algunas pruebas sobre sistemas para modificar las precipitaciones, pero en realidad lo que han hecho ha sido provocar la lluvia, no eliminarla.
Esto se consigue liberando en un sistema nuboso una sustancia llamada yoduro de plata, que tal y como explica la AEMET, "aleja a las gotitas de nube del equilibrio, de forma que se acelera y se promueve su crecimiento dentro de la nube por diferentes mecanismos, potenciando la formación de partículas de precipitación que terminan cayendo de dicha nube". Se utiliza también con el granizo, con un mecanismo similar: el yoduro de plata acelera la formación de cristales de hielo y hace que caigan antes de que alcancen un tamaño mayor.
Los motivos para hacerlo pueden ser varios: hacer que llueva en un lugar concreto, evitar que la nube siga su trayecto y llueva más tarde en otro sitio (lo que China asegura que hizo para la inauguración de los Juegos Olímpicos de 2008); limitar los daños de una tormenta de granizo al hacer que caiga antes y con un tamaño menor...
Una técnica limitada por ahora
Pero es importante señalar que los resultados obtenidos hasta ahora con estas técnicas son limitados en eficacia. Las precipitaciones y su evolución en la atmósfera son algo demasiado complejo como para mantenerlo totalmente controlado. El proyecto más importante llevado a cabo en España en esta materia fue el Proyecto de Intensificación de la Precipitación, planteado por la Organización Meteorológica Mundial entre 1979 y 1981. Solo llegó a concluirse la primera fase, los resultados fueron decepcionantes y poco prácticos.
La idea de una conspiración para modificar el clima se mezcla con la gran conspiración de los chemtrails, la teoría de que se fumiga a la población con aviones con distintos fines: desde la vacunación forzada (aquí el desmentido de Snopes) hasta la esterilización masiva. Todo ello como un gran plan oculto del que no hay ninguna prueba y con cientos de personas implicadas de las que ninguna se ha ido nunca de la lengua.
Sabiendo que no harían cambiar de opinión a los convencidos, pero con la intención de servir como fuente científica de información, científicos de la Universidad de California en Irvine entrevistaron a más de 70 de los meteorólogos más reputados del mundo y el 98,7% de ellos respondieron que no han encontrado pruebas de ningún programa secreto de fumigaciones desde el cielo.