Qué se dice: Circulan contenidos que afirman que se ha demostrado la relación entre la vacuna contra la COVID-19 y el aumento de infartos cerebrales en base una entrevista a un neurólogo del Hospital de Albacete. En el vídeo, este señala que en su hospital se duplicaron los diagnósticos de infarto cerebral tras la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19. Los contenidos que comparten la entrevista bajo titulares similares se utilizan para afirmar que la vacuna contra la COVID-19 es perjudicial.
Verificación: En realidad, el estudio del Hospital de Albacete por el que se realizó la entrevista no investigó si existe relación entre las vacunas COVID-19 y los infartos cerebrales. Sobre lo que sí hay evidencia y literatura es sobre el mayor riesgo de infarto cerebral y otras enfermedades vasculares en caso de esta infección. También sobre que los coágulos tras la vacuna contra la COVID-19 son muy raros. El propio neurólogo indica en la entrevista que se recomienda vacunar a personas en riesgo de tener una COVID-19 grave y afirma a Maldita.es su investigación no prueba que las vacunas contra la COVID-19 sean perjudiciales.
El estudio del neurólogo no investiga si vacunarse aumenta la probabilidad de tener un ictus
Segura, contactado por Maldita.es, afirma que la entrevista se produjo a raíz de la publicación de un estudio del que es coautor. En él se utilizó la muestra de sangre de 38 trabajadores sanos del Hospital de Albacete antes y después de la tercera dosis de la vacuna de ARN mensajero de Pfizer/BioNTech. El objetivo fue comprobar si esta suponía cambios en la concentración de algunas sustancias del endotelio, la capa interna de las arterias que está en contacto con la sangre. De producirse un aumento en la concentración, la situación podría aumentar el riesgo de formación de trombos (coágulos) en las arterias y, por lo tanto, de ictus.
Sin embargo, mientras que los resultados muestran cómo en varias personas algunas sustancias del endotelio aumentan, también muestran cómo en otras disminuyen. Además, el incremento en esas sustancias fue tan bajo que se encuentra en el rango de normalidad reportado por otros estudios. De hecho, el artículo no asocia la tercera dosis con tener infartos cerebrales. Ni siquiera lo estudió.
El neurólogo aclara a Maldita.es que su investigación no prueba que las vacunas contra la COVID-19 sean perjudiciales “en absoluto”. Al ser un estudio con sólo 38 personas y retrospectivo (mide un efecto ya empezado una vez comenzado el estudio), no puede probar nada. “No investigamos si las vacunas covid han sido más perjudiciales que beneficiosas”, aclara Segura.
La COVID-19 sí se relaciona con mayor riesgo de ictus
Sobre lo que sí existen evidencias es sobre que la propia COVID-19 puede producir una alteración en el endotelio.
También existen evidencias suficientes para señalar que los ictus y otras enfermedades cerebrovasculares son comunes en pacientes COVID-19, especialmente en aquellos casos más graves y en personas con factores de riesgo. De hecho, la COVID-19 puede duplicar el riesgo de infarto, ictus o muerte por cualquier causa hasta tres años después de la infección, según indica a Maldita.es la Sociedad Española de Neurología (SEN)
“Lo que aumenta la probabilidad de ictus es la propia infección por COVID-19”, señala a Maldita.es Amparo Cerón González, médica internista que nos ha prestado sus superpoderes. Esto concluía un estudio que analizó los ictus tras la vacunación contra la COVID-19.
La situación del hospital de Albacete y otros hospitales con respecto a infartos cerebrales tras vacunación COVID-19
En la entrevista que se está compartiendo junto a estos mensajes desinformadores, Tomás Segura, jefe del servicio de Neurología del Hospital de Albacete, indica que, mensualmente y antes de la administración de las vacunas, acudían al hospital una media de entre 10 y 12 personas mayores de 80 años con infarto cerebral de gran vaso (un taponamiento de las arterias de gran calibre del cerebro). Sin embargo, añade, tras la aplicación de la tercera dosis de la vacuna contra la COVID-19, esta cifra se habría duplicado.
Pero este aumento de infartos cerebrales (o ictus o accidente cerebrovascular) no se ha observado en otros hospitales. Por ejemplo, Cataluña registra de forma pública todos los ictus que reciben en sus hospitales. Los datos de 2016 a 2023 muestran un aumento progresivo de casos, pero no se observa que estos se dupliquen de forma repentina a finales de 2021 o comienzos de 2022, cuando comenzó la campaña de vacunación de la tercera dosis de la vacuna COVID-19.
Los casos de ictus reportados llevan aumentando décadas por varios factores ambientales y sociales
A nivel global, desde 1990 a 2021 han aumentado los casos de ictus por causas como la contaminación, las altas temperaturas, la escasa actividad física y las dietas ricas en bebidas azucaradas y carnes rojas, como explica un artículo publicado en The Lancet Neurology. Ni este estudio ni ninguno otro publicado vincula el aumento de casos de ictus, que lleva sucediendo desde hace décadas, con ninguna vacuna. Tampoco la de COVID-19.
Los ictus detectados tras la vacunación COVID-19 son menos que por la COVID-19
La incidencia de infartos e ictus es más baja en las personas vacunadas en comparación con las no vacunadas, porque las vacunas evitan tanto contraer la enfermedad como la gravedad de la misma, indica la SEN.
“En casos muy raros, se han notificado unos pocos casos en los que se han producido coágulos sanguíneos tras la administración de la vacuna contra la COVID-19, produciendo casos de ictus”, añade la SEN. Eso sí, estos efectos secundarios “son raros, y muchísimo menos frecuentes que los ictus isquémicos asociados a la propia infección por COVID-19 en personas no vacunadas”, concluye la organización de neurólogos.
A día de hoy no hay evidencia científica que demuestre que la vacunación para COVID-19 aumente el riesgo de padecer un ictus, concluye Cerón. “Hasta la fecha, y después de muchos miles de millones de vacunas administradas, no se han detectado señales en el sistema de farmacovigilancia que nos deban preocupar o poner en alerta”, señala a Maldita.es la Asociación Española de Vacunología (AEV).
Para la redacción de este artículo, nos han prestado sus superpoderes la médica internista Amparo Cerón González.
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