¿Por qué, con la edad, la altura se reduce y por qué nos encorvamos y nos sale ‘chepa’? Por un lado y a largo plazo, la gravedad hace que los discos entre las vértebras de la columna reduzcan el espacio entre sí, haciéndonos ‘encoger’. Por otro, el desgaste de los huesos puede dar lugar a fracturas de compresión y, a la larga, causar una excesiva curvatura de la espalda, una hipercifosis, más conocida como chepa o joroba.
Es habitual que las personas mayores vayan perdiendo milímetros e incluso centímetros de estatura con el paso del tiempo. Como apunta en su página web el Rady Children's Hospital de San Diego (Estados Unidos), no se trata de un cambio súbito ni espectacular: “Es un proceso que tiene lugar a lo largo de los años y que puede implicar que la persona acabe perdiendo aproximadamente unos 2,5 cm de su estatura adulta”.
El porqué tiene que ver con la fuerza de la gravedad actuando diariamente sobre los discos que separan las vértebras. Al final, acaban por ‘apretarse entre sí’, reduciendo la estatura. Esta consecuencia no se puede invertir, es decir, no puede recuperarse la estatura perdida.
Por otro lado, la curvatura exagerada hacia delante de la espalda en forma de joroba o chepa se debe a la hipercifosis. Ahora bien, ‘encorvarse’ no es lo normal: "No es fisiológico y no aparece en todas las personas que envejecen”, explica a Maldita.es Javier Gómez Pavón, jefe de geriatría del Hospital de la Cruz Roja y experto en nutrición.
Puede, eso sí, ocurrir a cualquier edad, aunque es más común entre mujeres mayores después de la menopausia, com más riesgo de osteoporosis: “El cambio hormonal favorece la pérdida de calcio y de la matriz ósea. Esto facilita la fractura de las tramas óseas, principalmente de las vértebras [...] Ante un mínimo traumatismo, como al andar, subir y bajar aceras, saltar o cualquier otro esfuerzo, produce la fractura vertebral y, con ello, la pérdida progresiva de altura de la vértebra y el posterior arqueo, con la cifosis osteoporótica característica”, indica Gómez.
Las vértebras de una columna saludable “se asemejan a cilindros apilados en forma de columna. La hipercifosis ocurre cuando las vértebras de la parte superior de la espalda toman forma de cuña”, añade la Clínica Mayo. Es decir, la pérdida de densidad de las vértebras de la columna hace que estas ‘se aplasten’ y que, con el paso del tiempo, pueda desarrollarse una ‘chepa’.
Algunos de los factores que pueden originar la curvatura, además de la osteoporosis, son las fracturas en las vértebras, la degeneración de los discos que se encuentran entre las vértebras, el cáncer y los tratamientos oncológicos y ciertas enfermedades o anomalías congénitas.
Para prevenir o reducir estos cambios corporales, la recomendación es prestar atención a la salud de nuestros huesos. Para ello, según el Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel de Estados Unidos, debemos seguir una dieta saludable, con un aporte correcto de calcio; incorporar suficiente vitamina D; practicar actividad física y evitar el consumo de alcohol y tabaco.
"Realizar diariamente ejercicio de contraresistencia (pesas), cardiopulmonar (natación, correr o deambular-pasear rápido) y/o de estiramiento-resistencia (pilates, yoga, baile) favorece que el hueso se vaya construyendo fuerte, con pilares repletos de calcio y resistentes a las diferentes fuerzas a soportar", señala Gómez. "A la par, es necesario aportar los elementos de construcción (proteínas y sobre todo calcio). Por ello la nutrición es el segundo pilar básico en la prevención de la osteoporosis", concluye el experto.
Primera fecha de publicación de este artículo: 18/10/2021