Comentarios en tono de broma como “llevo tanto sin mantener relaciones sexuales que creo que vuelvo a ser virgen” o “se me va a reconstruir el himen” son los que preceden a un mito del que seguro que has oído hablar: que, tras un tiempo sin haber mantenido relaciones con penetración, estas pueden ser más dolorosas. Esto no es cierto: no debe normalizarse ni el dolor ni la sensación de molestia en este contexto. ‘Poder’, puede doler o molestar (a raíz de varios problemas relacionados con la salud); pero ‘tener’, no tiene por qué.
“Claro que puede doler si se reúnen los condicionantes necesarios para que te duela”, señalaba en Twitch José Alberto Medina, psicólogo y sexólogo. Pero esto no es lo habitual. “Me explico: el cuerpo tiene que estar en clave erótica, relajado, deseoso de tener sexo. Debe haber una colaboración mente-cuerpo lo más sincronizada posible. El mero hecho de que haya pasado tiempo no significa o justifica que tenga que doler”.
Estos comentarios, según Medina, pueden tratarse de una verbalización para cubrir un miedo, pero que realmente lo que hacen es reflejarlo. Por ejemplo, miedo a ‘haber perdido práctica’, a no hacerlo ‘bien’ o a no cumplir las expectativas del compañero o la compañera sexual. “Diciendo ‘me va a doler’, en futuro, ya estamos poniendo sobre la mesa la expectativa”.
Si todo tu cuerpo está tenso porque no te encuentras cómoda o cómodo con la persona con la que estás manteniendo relaciones sexuales, porque estás nerviosa o nervioso, porque no es un buen día o porque estás más pendiente del trabajo o de lo que tenga que decirte no sé quién en media hora, tu cuerpo puede responder así, con molestias o dolor. Al final, esto puede causar una falta de lubricación que haga el proceso más complicado y molesto. “No duele por la falta de práctica, duele por este tipo de variables y circunstancias”.
“Gran parte de la intervención que hacemos en las consultas de caracter sexológico, me atrevería a decir que en torno a un 80%, van muy encaminadas a desensibilizar la ansiedad, a que la persona se encuentre cómoda”, contaba el experto. El motivo, contibuaba, es que el combo ansiedad y sexo no funciona. “No hay por dónde pillarlo”.
Este artículo forma parte del 224º consultorio de Maldita Ciencia.
Primera fecha de publicación de este artículo: 26/10/2023