Tiene nombres mil. Igual que la polisemia del pene es amplia en nuestro idioma y para los humanos, también hay diversidad en las formas, tamaños y colores de los penes del mundo animal: desde los falos con forma de sacacorchos de los patos a los penes bífidos de las serpientes, entre otras muchas variedades de miembros. En Maldita.es hemos preparado una selección arbitraria para hacernos una pequeña idea de la gran diversidad entre los falos animales.
Penes partidos y dobles
La lengua no es la única parte bífida del cuerpo de las serpientes: resulta que tanto en estas como en otros reptiles con escamas, como las iguanas, su pene también lo es (hemipenes). Es decir, su órgano reproductor está bifurcado por lo que, en realidad, no es uno, sino dos.
Los hemipenes no se usan a la vez, sino de uno en uno, es decir, uno en cada cópula (a veces de forma alterna).
En el caso, por ejemplo, de los tiburones y las rayas (como ocurre en general en otros peces cartilaginosos) estos disponen de pterigopodios. Así es como se denomina a cada uno de los dos órganos que pueden ser empleados por los peces cartilaginosos machos en la reproducción y que, visualmente, se trata de una especie de doble pene puntiagudo.
Los marsupiales (canguros, wómbats, koalas…) también tienen un pene bifurcado. Así puede acceder a las dos vaginas (tres vaginas y dos úteros en el caso de los canguros hembras) que poseen las hembras.
Penes de cuatro cabezas
Como si de una hidra se tratase, los equidnas (del mismo orden que los ornitorrincos) tienen un pene con cuatro cabezas. Es una rareza más de un mamífero que pone huevos. Los machos no tienen escroto, sus testículos nunca descienden y su pene, que no usan para orinar, permanece en su interior, “apareciendo” solo cuando lo utiliza. Este pene tiene cuatro glandes (con forma de cabeza) y solo dos son funcionales durante la erección.
En realidad, la uretra que lleva el semen se separa en dos al final del pene y, a su vez, estas dos partes vuelven a dividirse: el extremo del pene del equidna actúa como dos glandes separados. El flujo sanguíneo puede dirigirse hacia un lado u otro del cuerpo esponjoso para controlar qué mitad se pone erecta y qué rama de la uretra permanece abierta.
Penes llenos de espinas
Son varios los animales con algún tipo de saliente alrededor del pene. Quizás el más llamativo es el de algunos escarabajos, rodeados de púas duras, con las que producen daños en la hembra durante la reproducción. Es el caso del gorgojo de las judías.
La base del glande del pene de los gatos también tienen unas espículas de queratina.
Penes en la cabeza
Penes en la testa. Esta es la característica de los peces priapium, como su nombre indica. Pertenecen a la familia Phallostethidae y son propios de aguas dulces y salobres de Asia. El falo se encuentra en la parte inferior de la cabeza.
Penes que se desprenden y regeneran
La babosa de mar (Chromodoris reticulata) desprende su pene tras la cópula. Pero se regenera en menos de un día. Se trata de un animal hermafrodita, por lo que todos los individuos tienen ambos órganos genitales.
Penes prensiles
Algunos animales terrestres tienen un pene tan largo en relación a su tamaño que prácticamente les sirve como una quinta (o sexta, en el caso de la trompa de los elefantes) extremidad. Ocurre con los elefantes o los tapires. Su pene, además de tener las funciones obvias, también les permite mantener el equilibrio o rascarse alguna parte del cuerpo a la que no llegan con la trompa.
También ocurre en el océano. Es el caso de los delfines mulares (Tursiops truncatus), que usan su pene para jugar como si fuese una aleta más.
Penes huesudos
Aunque no ocurre en el caso de los humanos, muchos mamíferos, incluidos los primates, tienen un hueso en el interior de su pene. Se le conoce como báculo y hay varias hipótesis sobre sus funciones, como permitir la penetración sin erección.
Penes sonoros
El Libro Guinness de los récords recoge el pene más ruidoso. Pertenece a un pequeño insecto acuático (Micronecta scholtzi) de apenas dos milímetros de longitud. Para atraer a la hembra, este animal frota su pene contra su abdomen, una acción llamada estridulación y que puede llegar a los 99,2 decibelios (lo que equivale a estar sentado en primera fila escuchando tocar a una orquesta a todo volumen). Pese a estar inmerso en el agua, un viandante podría escucharlo desde la orilla del río. Es un proceso similar al que genera el sonido que emiten los grillos, pero sin frotar las patas. Puedes oír el sonido en este enlace.
Penes con forma de sacacorchos y cónicos
Acabamos este recopilatorio de penes con unos que ya merecieron un artículo propio en Maldita.es: los de las pocas aves que lo tienen. Solo un 3% de las casi 10.000 especies de aves tienen un falo capaz de penetrar, pero los anseriformes (patos, cines…) y grandes aves no voladoras (avestruz o emúes) sí tienen.
En el caso de los patos, el órgano tiene forma de sacacorchos y pueden ser muy (pero muy) largos: de más de 40 centímetros y de mayor longitud que el propio ave, como el de este ejemplar de malvasía argentina (Oxyura vittata).
En cambio, el grupo de aves no voladoras al que pertenecen los avestruces, emús y tinamúes, tiene forma de cono. El órgano logra la erección llenándose de linfa, un líquido transparente, no con sangre como hacen los mamíferos y reptiles.
Puedes leer con más profundidad sobre otro tipo de penes en el blog del biólogo y profesor Carlos Lobato, Biogeocarlos.
Fotografía destacada: El Museo Falológico de Islandia. Autor: Witho F. Fuente: Wikimedia URL: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Icelandic_Phallological_Museum,_Reykjav%C3%ADk.JPG