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Una cadena viral advierte contra alimentar con pan a patos y gansos porque podrían provocarles “daños permanentes” como alas de ángel, que les impediría migrar y volar para evitar a los depredadores.
Ese texto pide alimentar a estas aves con maíz, guisantes, gusanos de la harina, lechuga romana, sandía, uvas o melón en vez de pan. En efecto, la alimentación desequilibrada es una de las causas de alas de ángel, una enfermedad propia de aves acuáticas en la que el ala se curva hacia el exterior, impidiendo que vuelen. Dado que el pan no aporta muchos nutrientes, una alimentación en base a este sí podría provocarles este síndrome, según explica a Maldita.es el veterinario Juan Toscano.
Una enfermedad que solo se ha visto en aves en cautividad
En aves acuáticas con la enfermedad del ala de ángel, el ala se curva hacia fuera debido al peso excesivo de las plumas primarias de vuelo, situación que les impide precisamente esto último: volar. Este desorden, con mayor número de casos entre gansos y cisnes que en patos, ha sido reportado sobre todo en animales que viven en cautiverio o en poblaciones silvestres alimentadas por humanos.
Varias causas, entre ellas una alimentación extraproteica e hipercalórica
Las causas de esta enfermedad son varias: desde virus, causa de alas de ángel en poblaciones salvajes; hasta motivos genéticos, pasando por motivos relacionados con una mala alimentación En concreto, se han observado con más frecuencia casos de este síndrome en gansos alimentados con dietas hiperproteicas (con demasiado aporte de proteína). Lo mismo ocurre en aves con una dieta muy energética (que supone una gran ingesta de calorías).
“El pan no es malo en sí, lo malo es seguir una dieta exclusiva o mayoritariamente de pan, porque faltarían muchos componentes necesarios para una alimentación saludable. Una mala nutrición puede causar alas de ángel y otras enfermedades pero, si [además de pan] estas aves también comen otras cosas, como granos, insectos y algunas plantas, no deberían tener problemas”, aclara a Maldita.es Juan Toscano, veterinario y maldito que nos ha donado sus superpoderes. “A un pato o ganso salvaje no le pasa nada por algo de pan, porque puede comer otras cosas, pero nutritivamente no le aportará mucho”, concluye Toscano.
En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Juan Toscano, veterinario.
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