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MALDITA CIENCIA

Exponerse al sol sin protección no es la forma más segura de aumentar los niveles de vitamina D

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Hace unos días nos preguntabais por una publicación en la web de la revista Telva que recomendaba "exponer la piel al sol sin protección" si "como consecuencia de la astenia primaveral te sientes débil". La razón, según la primera versión del artículo, hoy ya revisado y modificado, era que la vitamina D es indispensable para nuestro cuerpo y la alimentación "no nos ayuda prácticamente nada a incorporarla en el organismo".

Para empezar, aclaramos que exponerse al sol sin protección solar no es una práctica recomendable en absoluto debido al riesgo que supone de sufrir quemaduras en la piel y su relación con algunos cánceres de piel, como el melanoma.

El artículo recibió multitud de críticas tras su publicación por la peligrosa recomendación que defendía: tomar el sol sin crema fotoprotectora para asegurar una correcta síntesis de la vitamina D, consejo del doctor Pérez León del Instituto Biológico de la Salud (especializado, no en nutrición o dermatología, sino en medicina natural). Pediatras y dermatólogos alertaron en redes sociales sobre el riesgo de esta sugerencia, lo que ha conseguido que la revista revise y corrija el texto. 

https://twitter.com/luciapediatra/status/1122546944457441280

Pero, ¿qué ocurre con la vitamina D? Es cierto que los alimentos que pueden funcionar como potenciales aliados para conseguir la cantidad suficiente de esta a veces no son suficientes (entre ellos, el pescado azul, los lácteos y los huevos).

Según explica la farmacéutica Marián García en esta entrevista, la vitamina D regula la homeostasis del calcio, es decir, su equilibrio: es la encargada de fijarlo al hueso y conseguir los niveles necesarios para evitar posibles enfermedades como la osteoporosis, el raquitismo o la osteomalacia (reblandecimiento de los huesos), asociados a la falta del mismo. Además, en los últimos años, las investigaciones han asociado el déficit de vitamina D con el riesgo de sufrir cáncer de próstata, mama y colon, con enfermedades cardiovasculares y con problemas del sistema inmunitario.

Aun así, existen otras alternativas a la exposición solar sin protección, considerado uno de los principales factores de riesgo en cáncer de piel y melanoma, para este propósito. La principal vía complementaria, si es necesario, es tomar suplementos vitamínicos a la venta en cualquier farmacia.

Es cierto que una exposición controlada al sol puede ayudar con la carencia de vitamina D. Sin embargo, esta última es una opción arriesgada dada su estrecha relación con el cáncer de piel y el melanoma. "Los dermatólogos explican que hay que tener mucho ojo con esa 'exposición controlada'", comenta García.

"Las recomendaciones generales tienen muchos peros porque pueden ser muy peligrosas", explica a Maldita Ciencia Sara Gómez Armayones, dermatóloga del Hospital Clinic, en Barcelona. "No es lo mismo una persona con un fototipo oscuro, que necesita mucho más tiempo para sintetizar la vitamina D, que una persona con la piel clara, que lo hará más rápido". Además, existen otros factores que también influyen en la absorción de esta vitamina, como la altitud y la latitud. Por lo tanto, no existe una recomendación general que sea completamente segura.

Además, como explica García a Maldita Ciencia, para que un fotoprotector con FPS 50+ sea efectivo al 100% deberíamos aplicarnos una cantidad de 2 g/cm2. Esto significa que, si vamos a la playa, cada persona debería gastar un envase cada 3-4 días aproximadamente. Pero a nadie le dura un envase tres días por lo que, realmente, el filtro de 50+ no es del todo efectivo dejando lugar a la síntesis de vitamina D. Es decir: al aplicar de forma incorrecta la crema solar, estamos dejando que nuestro cuerpo sí sintetice parte de la misma.

Según Gómez, la Academia Española de Dermatología afirma que, durante los meses de primavera y verano (en los que recibimos más rayos ultravioleta B), sería suficiente una exposición de 15 minutos 3 veces a la semana para conseguir la vitamina D necesaria. "Tienes que ir con mucho cuidado a qué pacientes lo recomiendas porque, por ejemplo, si es una chica joven, que encima quiere estar morena, no va a cumplir ese límite de tiempo y cantidad de exposiciones semanales", ejemplifica Gómez.

"Afortunadamente la vitamina D también puede ingerirse vía oral (especialmente mediante pescado azul o también frutos secos como las nueces) y podemos conseguir los requerimientos sin necesidad de jugárnosla a una carta con el melanoma", explica García a Maldita Ciencia.

La recomendación de García si tenemos déficit de esta vitamina es recurrir a nuestro médico para que, en función de nuestras circunstancias, valore cuál sería el suplemento ideal, en el caso de que este fuese necesario, ya que no todos ellos son iguales. Para terminar, añade que no hay ninguna necesidad de suplementarse con vitamina D de forma sistemática.

Si quieres saber más sobre la vitamina D puedes echar un ojo a este artículo la médico Rosa Taberner, a este de Lucía Martínez, dietista-nutricionista, o a este otro de Marián García.


Primera fecha de publicación de este artículo: 08/05/2019

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