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¿Pellizcarnos la piel de los nudillos para comprobar si estamos o no correctamente hidratados? Este es el gesto que proponen ciertos contenidos en redes sociales para saber si necesitamos beber o no más agua en nuestro día a día. ¿Puede ser útil este truco para conocer nuestro estado de hidratación? Puede ser útil, especialmente en niños, pero no se considera un método preciso de diagnóstico y no tiene que ver con la sequedad de la piel.
Qué es la turgencia de la piel y qué relación tiene con la deshidratación
Si te das un pellizco en el brazo o detrás de la mano, lo más probable es que la piel de la zona vuelva a su lugar rápidamente. Esto ocurre por una de las cualidades de la piel, la turgencia, que hace referencia a su elasticidad, a su capacidad para cambiar de forma y volver a la ‘normalidad’.
La pérdida de turgencia en la piel se relaciona con la deshidratación. Ahora bien, aunque observar cómo actúa tras pellizcarla puede ser útil en situaciones concretas y dar pistas sobre el estado de hidratación, no es un método preciso de diagnóstico, especialmente entre los niños, y mucho menos una forma de conocer el estado de salud, en general o de la piel. De hecho, la turgencia cutánea se reduce con la edad, sin necesidad de deshidratación.
“La turgencia de la piel puede no ser la mejor herramienta de evaluación para algunas afecciones o propósitos en adultos, como la deshidratación, que podría provocar una emergencia médica”, añade una revisión sistemática de estudios publicada en 2022.
Otros síntomas físicos de la deshidratación, según la Clínica Mayo, son la presión arterial baja, una frecuencia cardíaca más rápida de lo normal y menor flujo sanguíneo en las extremidades. Para confirmar el diagnóstico e identificar el grado de deshidratación, se realizan análisis de sangre y de orina.
Beber más agua no evita la piel seca
¿Te suena haber leído en la revista de belleza de turno que beber entre ocho y diez vasos de agua al día “elimina sus toxinas” y consigue un cutis radiante? ¿O que consigue mejoras en la piel, en general? “Por mejora normalmente se entiende que las personas buscan tener una apariencia más ‘hidratada’ en la superficie de la piel, o minimizar el acné u otras afecciones”, señala una revisión publicada en la revista Nutrition Reviews, antes de añadir que en realidad no hay evidencias al respecto y que beber más agua no se relaciona con una piel más hidratada.
Es cierto que el agua es el componente mayoritario de nuestra piel, al representar un 30% de esta. De ahí que, como recuerda la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), su aporte sea esencial para mantener su turgencia y elasticidad. “Una piel deshidratada es menos elástica, es decir, tarda más tiempo en volver a su sitio al estirarla”, añaden. Ahora bien, beber agua no evita que la piel esté seca.
“Cuando hacemos alusión a ‘tener la piel deshidratada’ lo que estamos afirmando no es que la piel tenga poca agua, sino poca grasa”, señala en su página web la AEDV. De hecho, como subraya la revisión de Nutrition Reviews, la sequedad de la piel no es consecuencia de beber poca agua, sino de la exposición al aire seco, del contacto prolongado con agua caliente y del frotamiento con jabón (ambos eliminan la grasa de la piel), además de ciertas condiciones médicas y medicamentos.
Sobre pellizcar la piel para comprobar si tenemos la piel seca, Inés Escandell, dermatóloga y maldita que nos ha prestado sus superpoderes, indica a Maldita.es que este gesto o ‘prueba’ ni siquiera es algo que se utilice en consulta dermatológica: “En realidad, sería útil si estuviéramos hablando de pérdidas de volumen de agua muy importantes: no de tener la piel seca, sino de situaciones de hipovolemia (la disminución del volumen sanguíneo) o de deshidratación severa, por ejemplo, después de una gastroenteritis”.
“Por mucha agua que bebas, las zonas del cuerpo que presentan la piel más seca no van a estar más hidratadas”, explica la dermatóloga y divulgadora Ana Molina. “La mejor forma de hidratar la piel es aplicar cosméticos específicos que formen una barrera y no dejen que el agua natural que tiene la piel se evapore, se deshidrate”, añade la experta.
En este artículo han colaborado con sus superpoderes la dermatóloga Inés Escandell.
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