Una de las preguntas que nos habéis propuesto esta semana a través de Twitter es si es cierto que solo las gatas (y no los gatos) pueden llegar a presentar tres colores diferentes en su pelaje. Aunque esto no puede afirmarse con rotundidad, ya que hay casos excepcionales en los que un gato macho puede presentar tres colores, sí que hay parte de verdad. La respuesta está en que el gen responsable del color negro y naranja en los gatos está en el cromosoma sexual X.
"Los gatos tricolores (de color naranja, negro y blanco) pueden presentar tres patrones de color. El patrón carey o tortuga con mezcla asimétrica de pelos de color negro, naranja y con menor, densidad, blanco; calicó, con los mismos tonos, pero las manchas de cada color no se mezclan entre ellas (cada color está perfectamente separado) y el atigrado, con los tres colores mezclados, pero formando franjas o rayas. No se trata de razas, sino de un determinado patrón de color resultado de su propia genética", explica a Maldita Ciencia Mercedes González, veterinaria y maldita que nos ha prestado sus superpoderes.
En los gatos con este aspecto, los colores negro y naranja vienen dados por el cromosoma sexual X, doble en las hembras (XX) y en una sola dosis en los machos, (XY). Es por ello por lo que, en su práctica totalidad, los individuos de tres colores serán hembras: cada uno de los cromosomas X sería responsable de un color, ya sea anaranjado o negro, dependiendo del alelo (cada una de las alternativas en las que puede manifestarse un gen) que presente.
Como explica este artículo de Naukas, que además aparezcan manchas blancas en una gata naranja y negra depende de otro gen (en este caso no está en el cromosoma X) que determinará que los pelos del animal tengan o no pigmento.
Ahora bien, existe una excepción. En casos concretos, los machos pueden tener un cromosoma X extra (XXY). Son machos, pero pueden ser calicós, al tener dos cromosomas X. Eso sí, la probabilidad es mínima, entorno al 0,03%.
Según afirma en este artículo Marty Becker, profesor adjunto en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Washington y de la Universidad Estatal de Colorado, “la combinación XXY es una rareza genética que ocasionalmente aparece en gatos (también personas)”. “Si ambos cromosomas X llevan el modelo del calicó, estaremos ante un gato raro: un calicó macho (y probablemente estéril, por la anomalía genética)", añade.
Añade que estos animales con cromosomas sexuales XXY se denominan machos Klinefelter, en honor al médico que describió por primera vez la afección. "Se produce porque durante la meiosis (una de las formas de reproducción celular) o en las primeras divisiones del cigoto después de la fecundación se produce un error y el cromosoma X no se separa por completo y se duplica. El fenotipo de estos gatos es el de un macho, pero son estériles con una probabilidad muy alta", indica González.
Si quieres saber más sobre este curioso caso genético en gatos, te recomendamos que te pases por este artículo de Let's Talk Science y este de la Universidad de Miami (Florida, Estados Unidos).
Para la redacción de este artículo, nos ha prestado sus superpoderes la veterinaria Mercedes González.
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Primera fecha de publicación de este artículo: 04/05/2021