Si una persona decide utilizar los óvulos que congeló para ser madre, ¿en qué consiste el procedimiento necesario para conseguir el embarazo? ¿Hay más probabilidades de que sea efectivo que en el ‘proceso convencional’? Esto dependerá tanto de la calidad del ovocito como de la edad de la mujer, que puede condicionar que el entorno sea más o menos favorable para su implantación.
Ainhoa Coco, médica ginecóloga especializada en reproducción asistida de Dexeus Mujer, señalaba en Twitch a Maldita.es que normalmente se congelan entre 10 y 15 óvulos maduros. Lo primero, de cara a la implantación, es descongelarlos. Es entonces cuando las células reproductoras femeninas se inseminan, ya sea con la muestra de semen de una pareja o la de un donante.
“Normalmente, de todos los ovocitos que inseminamos, será alrededor de un 75% el porcentaje en el que se fecunden correctamente”, cuenta Coco. “Los embriones resultantes se ponen en un pequeño incubador para mantenerlos en observación. Se pueden volver a transferir dentro del útero cuando tienen unos cinco días”. Del 75% que se han fecundado correctamente, será la mitad, aproximadamente los que lleguen a este punto. “Es decir, la mitad van a dar lugar a un embrión que podamos transferir”.
La situación es, en palabras de la experta, similar a una gincana en la que estas células tienen que ir superando ‘pruebas’. De ahí que, de nuevo, cuanto mejor sea la calidad de esos óvulos (y de cuantos más se disponga), más probabilidad tendremos de que lleguen hasta el final.
¿Hay más posibilidades, en estas circunstancias, de que se produzca un embarazo múltiple? Depende del número de embriones que se transfieran. “Normalmente, se suele hacer de uno en uno. El resto de los que han llegado hasta el quinto día se congela. Así, si no hay suerte con el primero, hay más oportunidades”. Esto se hace precisamente para evitar el riesgo de embarazo gemelar, que no dejan de ser, en palabras de la experta, “embarazos de mayor riesgo”. Por otro lado, es importante recordar que un proceso de preservación de ovocitos no es una garantía de embarazo. Es cierto que funciona como medida preventiva, pero no es infalible.
Si los ovocitos no se utilizan, existen tres posibles opciones. “Las mujeres menores de 35 años pueden plantearse donarlos a otras mujeres o parejas. También pueden donarse a la ciencia, para investigación. La tercera opción sería la destrucción de estos ovocitos, la más compleja”. Para que se pueda llevar a cabo este último proceso es necesaria una justificación médica que confirme que la mujer de la que proceden “no puede quedarse embarazada por X motivos”. “Ha de tratarse de un motivo médico”, concluye la experta.
Este artículo forma parte del 227º consultorio de Maldita Ciencia.