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MALDITA CIENCIA

Por qué el MMS (clorito de sodio) no cura el autismo ni ninguna enfermedad

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Claves
  • La Generalitat ha vuelto a multar al agricultor Josep Pàmies, esta vez con dos multas de 600.000 euros, por promocionar el clorito de sodio o MMS para tratar enfermedades como el autismo
  • En septiembre de 2023, la Generalitat canceló la conferencia “El autismo es recuperable con MMS y otros protocolos” organizada por la asociación de Pàmies
  • La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advierte de los riesgos graves para la salud del consumo de MMS
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La Generalitat de Cataluña ha vuelto a multar al agricultor Josep Pàmies y a la asociación que dirige, Dulce Revolución, esta vez con dos multas de 600.000 euros, por promocionar y promover el clorito de sodio o MMS (por sus siglas en inglés) para tratar el autismo y otras enfermedades. En septiembre de 2023, el Servei Català de la Salut también ordenaba la suspensión de una conferencia organizada en Lleida por la asociación, titulada “El autismo es recuperable con MMS y otros protocolos”. 

Durante la pandemia, Pàmies también promocionó esta pseudoterapia aludiendo a su supuesta capacidad para tratar la COVID-19. Sin embargo, no solo no hay evidencias de beneficio alguno asociado a esta sustancia, sino que las existentes han demostrado que el clorito de sodio es un producto tóxico y corrosivo del que hay documentados casos de graves daños renales en caso de sobredosis.

¿Qué es el MMS?

El MMS responde a las siglas en inglés de Solución Mineral Milagrosa y es un supuesto remedio de multitud de enfermedades sin ninguna evidencia científica. Es un compuesto de hipoclorito de sodio aunque en ocasiones también hace referencia al dióxido de cloro o CDS que se utiliza como blanqueante de uso industrial y que en 2020 fue objeto de un aviso por parte del Servicio Nacional de Toxicología (SIT) por ser "un producto nocivo para la salud".

MMS son las siglas en inglés de lo que se denomina desde la pseudociencia Miracle Mineral Solution o Miracle Mineral Suplement (suplemento o solución mineral milagrosa). Esta sustancia es una disolución en agua de clorito de sodio, un tipo de blanqueante industrial que se utiliza en la industria papelera, en la textil y, en pequeñas cantidades, para potabilizar el agua.

Su supuesto mecanismo de acción es el siguiente: el clorito de sodio se diluye en agua y se mezcla con un ácido suave (limón o vinagre, por ejemplo), lo que termina generando un gas llamado dióxido de cloro. En teoría, este tendría un potente efecto desinfectante capaz de destruir todas las bacterias y patógenos, de proteger las células y de reforzar el sistema inmunitario, pero no hay ninguna evidencia de este supuesto efecto.

"El MMS es un compuesto tóxico por inhalación, ingesta o contacto por la piel y mucosas por ser altamente irritante", señala el Servicio Nacional de Toxicología (SIT) en la alerta que lanzó en 2020. Además, advierte de que de ninguna manera está indicado para el consumo humano ni para el tratamiento de ninguna enfermedad y que "no existe ningún estudio científico que demuestre sus propiedades curativas".

Como ya contábamos en Maldita Ciencia, es imposible que una sola sustancia, por muy potente o eficiente que sea, actúe contra todas esas enfermedades al mismo tiempo. Y más si tenemos en cuenta que la lista de enfermedades que supuestamente cura incluye patologías causadas por virus, bacterias, hongos y parásitos, enfermedades inmunológicas, enfermedades neuronales, cánceres...

El autor de esta teoría sin evidencias es Jim Humble, ingeniero industrial. Humble asegura que en 1996, durante una expedición en Guayana, él y su equipo contrajeron malaria y que, tras utilizar clorito de sodio para potabilizar el agua que bebían, se curaron. Ahí comenzó un periplo para promocionar este método para curar, no solo la malaria, sino casi cualquier cosa.

No hay ninguna evidencia de que el MMS cure el autismo

Múltiples bulos que circulan por redes sociales indican que el dióxido de cloro o CDS puede curar enfermedades como la malaria, el cáncer, el sida, la esclerosis o el autismo. Pero, tal y como os hemos explicado en Maldita Ciencia, no hay evidencias científicas de que sea así.

El supuesto mecanismo de acción es el siguiente: el clorito de sodio (MMS) se diluye en agua y se mezcla con un ácido suave (limón, o vinagre, por ejemplo), lo cual termina generando un gas, llamado dióxido de cloro o CDS.

El clorito de sodio y el dióxido de cloro en el que se transforma tienen una fuerte acción oxidante, y consumirlo puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y alteraciones sanguíneas. Es decir, que el MMS es un producto tóxico y corrosivo del que hay documentados casos de graves daños renales en caso de sobredosis.

¿En qué se basan los defensores de la eficacia del MMS como Pàmies?

Aun sin existir ninguna evidencia que avale los beneficios que se le atribuyen (sino todo lo contrario), aquellos que promueven el uso del MMS animan a beberse este compuesto ya que se supone que es capaz de curar decenas de enfermedades, desde la malaria hasta el autismo, el cáncer, el sida, la esclerosis, intoxicaciones alimentarias, enfermedades parasitarias y muchas más.

Es cierto que el clorito de sodio, el componente principal del MMS, es un desinfectante capaz de acabar con los gérmenes que hay en el agua, pero esto no quiere decir que sea útil para matar selectivamente a los microorganismos que estén dentro del cuerpo humano. ¿Por qué? Esta sustancia mata los gérmenes porque reacciona con unas moléculas que contienen llamadas aminas; moléculas que las células y las bacterias beneficiosas que viven de forma natural en nuestro organismo también tienen. Al contrario de lo que aseguran los defensores del MMS, este no tiene forma de distinguir entre ambos.

¿Qué posición mantienen las autoridades sanitarias en relación al MMS?

Como advierte el SIT, el MMS "es una solución altamente tóxica que no está hecha para ser ingerida por las personas". En la misma línea, como ya decíamos, tanto la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) en España, como la Food and Drug Administration (FDA) en EEUU, han llamado también la atención sobre la peligrosidad de dicho producto.

De hecho, en la nota de prensa el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses al que pertenece el SIT, advierte sobre los posibles efectos tóxicos que se pueden producir tras su ingesta: alteraciones digestivas (náuseas, vómitos y diarrea), hipotensión, cianosis, alteraciones metabólicas (hipercloremia) y pulmonares (edema pulmonar) así como cefalea y edema cerebral.

Es decir, que el MMS es un producto tóxico y corrosivo del que hay documentados casos de graves daños renales en caso de sobredosis. Probablemente sea poco dañino en las dosis bajas que mucha gente consume, pero sigue siendo peligroso si se consume de forma habitual y en cualquier caso no va a producir ninguna mejora en la salud, por lo que no parece un riesgo que merezca la pena correr.

Relación entre el dióxido de cloro y la lejía

En muchos casos se hace referencia al MMS como lejía gourmet pero, ¿qué relación tiene estas sustancias? Aquí contestamos a quienes nos preguntasteis si existen distintos tipos de lejía y si tanto el clorito sódico o de sodio (el compuesto presente en el MMS) y el hipoclorito sódico o de sodio podían ser base de la misma.

Como ya explicó a Maldita Ciencia Ricardo Díaz Martín, decano del Colegio de Químicos y la Asociación de Químicos e Ingenieros Químicos de Madrid, la lejía es cualquier disolución alcalina con carácter blanqueante o desinfectante y que, por norma general, se relaciona con productos clorados (con cloro).

"Hay distintos tipos de lejía según el componente que lleve esta [...]: diferentes especies de cloro con diferentes estados de oxidación", explicaba Díaz, quien afirmaba que, por lo tanto, coloquialmente podemos considerar "lejía" las disoluciones de clorito sódico e hipoclorito sódico en agua.

El dióxido de cloro derivado del MMS es un gas que, si se burbujea en agua, produce una reacción que da como resultado uno de estos dos posibles componentes base de la lejía, el clorito sódico, y cloro molecular. De ahí una de las habituales denominaciones del MMS: lejía gourmet.


Primera fecha de publicación de este artículo: 08/09/2023

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