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MALDITA CIENCIA

Qué es la narcosis por nitrógeno y qué relación tiene con el buceo

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Claves
  • El contenido de las botellas que se utilizan para respirar bajo el agua consiste en una mezcla de gases, no en oxígeno exclusivamente
  • El más abundante es el nitrógeno que, a grandes profundidades, puede causar una sensación similar a la embriaguez, conocida como narcosis por nitrógeno
  • Para evitarla, se recomienda no bucear a más de 30 metros de profundidad y ascender de forma segura si comienzan a percibirse sus síntomas 

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Literatura científica
Fuentes oficiales (comunicados, bases de datos, BOE)

Como en cualquier otro deporte y/o situación, para bucear de forma segura es necesario tener en cuenta determinadas pautas. Si ya has echado un vistazo a fondos marinos de cierta profundidad (tanta como para necesitar botella de aire y respirador), probablemente te suene uno de los riesgos derivados de las inmersiones acuáticas: la narcosis por nitrógeno. Si todavía no te has animado a zambullirte, pero la curiosidad te ha hecho seguir leyendo hasta este punto, ¿en qué consiste esta situación y por qué se relaciona con el buceo? La narcosis por nitrógeno es una alteración en la conciencia del buceador por la alta solubilidad de este gas con el agua. Esta deriva en una sensación similar a la de una borrachera que puede suponer un gran peligro bajo el agua.

En tierra, ‘soportamos’ una presión atmosférica de una atmósfera (o un bar), procedente de todo el aire que se encuentra sobre nosotros. Sin embargo, bajo el agua, solo con sumergirnos 10 metros, esta presión se duplica (dos atmósferas). En este contexto y como resultado, el aire se comprime (ocupa menos espacio y aumenta su densidad). De ahí que, cuanto más profundo se bucee, más presión soportará, no solo nuestro cuerpo, también el aire de la botella gracias a la que respiramos. Esto supone introducir más cantidad de moléculas gaseosas (mayoritariamente de nitrógeno y oxígeno) con cada respiración.

En el caso del nitrógeno, aunque este no tiene efecto directo si se respira en la superficie, sí lo tiene al respirarlo bajo presión. “Bajo el agua, a profundidades cercanas a los 30 metros [cuatro atmósferas, cuatro veces la presión que experimentamos sobre la superficie], el nitrógeno tiene un notable efecto tóxico que aumenta conforme aumenta la profundidad”, explica el manual Open Water Diver. Esto puede originar una narcosis por oxígeno.

¿Cómo identificarla? A pesar de que afecta de forma diferente a cada persona, suelen darse síntomas como menor capacidad para realizar tareas, deterioro del razonamiento lógico o leve euforia. “A profundidades mayores, puede aparecer una respuesta retardada en estímulos visuales, fallos a la hora de tomar decisiones o incluso un exceso de confianza”, indica en su página web la escuela de buceo Open Water de La Herradura. En general, la sensación es similar a la causada por una intoxicación leve por alcohol.

En estas condiciones, puede ocurrir que el buceador se sienta ansioso e incómodo “lo que puede conducir al pánico y a otras decisiones erróneas”, según el manual Open Water Diver. También puede crear una falsa sensación de seguridad, haciendo que no se preste atención a las medidas necesarias durante la actividad y dando lugar a “comportamientos alocados”, que, bajo el agua, pueden tener graves consecuencias. Esta disminuye, sin efectos secundarios, al ascender de forma controlada hacia la superficie.

Todavía no se conoce el mecanismo exacto por el que ocurre esta situación. “Algunos autores lo atribuyen a un efecto directo de la presión sobre las neuronas, otros lo relacionan con las modificaciones que se producen en la presión parcial de oxígeno y dióxido de carbono durante el buceo, pero la mayoría de las teorías existentes coinciden en achacar este cuadro al efecto del gas inerte sobre la membrana neuronal”, recuerda desde Dive Planet Juan Carlos Martínez, instructor de buceo de la Professional Association of Diving Instructors (PADI).

Aun así, para reducir el riesgo, la clave principal es limitar la profundidad de buceo a un máximo de 30 metros, especialmente si uno se siente cansado, ansioso o bebió alcohol horas antes. A pesar de que no existe una precaución infalible, desde La Herradura recomiendan, además, realizar descensos lentos, prestar atención al grado de lucidez mental de cada uno y a la coordinación muscular, evitar esfuerzos en inmersiones profundas, no bucear solo, no bucear en caso de que las condiciones físicas no sean las adecuadas, no beber alcohol antes de sumergirse y evitar tomar alguna medicina o estar ansioso.

Este artículo forma parte del 219º consultorio de Maldita Ciencia.

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