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MALDITA CIENCIA

Por qué el número de muertes en niños en Europa no ha aumentado más de un 63.000% desde las vacunas COVID-19

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Claves
  • Se comparte un contenido que dice que el número de muertes en niños en Europa ha aumentado un 63.000% desde que hay vacunas COVID-19 para su edad
  • Los datos que usan para sacar este porcentaje (exceso de mortalidad) no sirven para medir el aumento de mortalidad real
  • Según estadísticas de mortalidad de Eurostat hasta 2021, el número de niños fallecidos no ha aumentado, ni mucho menos, ese porcentaje

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Fuentes oficiales (comunicados, bases de datos, BOE)

Se incrementa más de un 63.000% el número de muertes de niños en Europa desde la llegada de la «vacuna» covid”. Un contenido desinformador publicado en julio de 2023 afirma que, desde la llegada de vacunas contra la COVID-19 para población infantil, han aumentado los fallecimientos de niños y niñas en un 63.060% respecto a antes de estas vacunas.

Pero es un bulo. El contenido usa un dato concreto, el exceso de mortalidad, para afirmar que han muerto más niños y niñas en Europa, a pesar de que este se trate de una estimación para saber si en un periodo determinado fallece más o menos gente de lo normal. Atendiendo a las estadísticas de mortalidad de Eurostat, que recoge las de todos los países de la Unión Europea, no ha habido un aumento del 63.000% en el número de fallecidos ni tiene sentido hacer una afirmación similar. En España, la mortalidad en población de 0 a 14 años aumentó un 9% de 2021 a 2022, pero descendió un 25,96% desde 2012 hasta 2022.

Por qué es erróneo usar el exceso de mortalidad para saber si han fallecido más niños

El exceso de mortalidad es una estimación de cuánta gente ha fallecido de más o de menos en un momento respecto a lo que se consideraría ‘normal’ o ‘esperable’ para la época.

Para saber cuántas muertes son ‘lo esperable’, se emplea un modelo basado en el promedio de fallecimientos durante los últimos cinco años al que se aplican algunos ajustes. Para saber cuánta gente ha fallecido, se usan lo que se conoce como registros de defunciones. En el caso de EuroMOMO, una agencia europea de seguimiento de la mortalidad, se utilizan los registros de 29 países y regiones de la Unión Europea más Israel y Reino Unido.

El exceso de mortalidad es útil para conocer el impacto de un evento de salud pública en la población, como explica el sistema español de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo). Por ejemplo, con el exceso de mortalidad podemos estimar los fallecimientos durante un episodio de altas temperaturas y compararlo con un escenario en el que este episodio de calor no hubiera existido. Pero no sirve ni para conocer las causas de mortalidad, puesto que registra los fallecimientos por todas las causas, ni para certificar el número exacto de fallecidos en un momento determinado.

Para conocer datos más concretos sobre fallecimientos en un lugar determinado se utilizan estadísticas de defunciones que, ahora sí, recogen causas de muerte, edad, sexo, localización y mes de defunción, y permite comparar estos parámetros de un año a otro.

Cómo llega el contenido a ese porcentaje de aumento (63.000%) de fallecimientos en niños

Para afirmar que ha muerto un 63.000% más de niños, el contenido dice que “un reciente EuroMOMO” ha mostrado “un espectacular aumento del 63.060% en el exceso de mortandad (sic.) entre niños desde su nacimiento hasta los 14 años”, sin explicar de dónde procede o cómo se ha llegado a ese porcentaje (que no aparece como tal en EuroMOMO). Se trata de una traducción al español de otro contenido en inglés de Exposé News (plataforma conocida por difundir bulos sobre vacunas contra la COVID-19 y otros temas), en el qué sí se explica cómo se ha llegado a ese alto porcentaje (63.060%): seleccionando y relacionando estimaciones de exceso de mortalidad en varios momentos para la población de 0 a 14 años. En concreto, las estimaciones antes de la aprobación de vacunas COVID-19 en niños (desde 2019 hasta mayo de 2021) y las de después de dicha fecha hasta junio de 2023.

De aquí obtiene dos cifras: un exceso de muertes negativo antes de las vacunas (-5) y un exceso de 3.148 muertes después de las vacunas. El porcentaje de la diferencia entre estos dos números es 63.060%.

Pero esto es un error. En primer lugar, las cifras de exceso de mortalidad son estimaciones, no reflejan muertes reales. En segundo, el propio EuroMOMO excluye de su modelo de fallecimientos ‘esperables’ los sucedidos a raíz de la pandemia de COVID-19. Esta exclusión provoca que algunos grupos de edad, como el de 0 a14 años, presenten sesgos importantes que no permiten compararlos correctamente. De hecho, la propia herramienta de EuroMOMO advierte en su página web sobre este sesgo: “Tenga en cuenta que los resultados del exceso de mortalidad acumulada para el periodo de la pandemia de COVID-19 pueden no ser fiables por problemas en el modelo”.

Fuente: EuroMOMO (euromomo.eu) 2023.

Según Eurostat, en 2019 fallecieron un total de 20.841 niños de entre 0 y 14 años en los 28 países de la Unión Europea. Si se cumpliese ese aumento del 63.060%, en el año 2022 deberían haber fallecido más de 1.300 millones de niños, una población superior a la de la propia Unión Europea (447,7 millones de habitantes) y a todos los países del continente europeo (742 millones de habitantes).

Las estadísticas de mortalidad de Europa no indican que haya habido un aumento del 63.000% en la mortalidad infantil

Para saber si han aumentado (o disminuido) los fallecimientos, se pueden observar las estadísticas de mortalidad, donde se recoge la edad de los fallecidos, el sexo, la causa de la muerte, entre otros datos. En ningún caso se aprecian aumentos del 63.000% en la mortalidad entre la población de 0 a 14 años.

Una manera de observar si han variado las defunciones es con cifras relativas, con la evolución de la tasa de mortalidad, que expresan cuántas personas han fallecido por cada 1.000 habitantes. En el caso de los 27 países de la UE, la última tasa de mortalidad disponible (2021, año de introducción de las vacunas en la población infantil) para edades comprendidas entre 0 y 14 años se sitúa en los 0,29 fallecimientos por cada 1.000. En España, con datos disponibles de 2022 por el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta tasa se sitúa en los 0,23 por cada 1.000.

En las cifras absolutas de fallecimientos tampoco se aprecian esos aumentos de mortalidad en el año de introducción de las vacunas COVID-19 en población infantil. En el caso de España, 2022 cerró con 1.539 personas fallecidas de 0-14 años, un aumento del 9,23% respecto a su año anterior, pero un 25,96% inferior respecto a 2012.

En el caso de los 27 países de la Unión Europea, el último dato bruto disponible es el de 19.519 fallecidos de 0 a 14 años en 2021. Casi un 1% más (0,99%) respecto a su año anterior, pero un 20,56% menos que en 2012.

Nota de metodología

La tasa de mortalidad en población de 0-14 años no es un dato que ofrezca Eurostat, como sí ocurre con la tasa de mortalidad infantil, que es para población de menos de un año de vida. Sí que ofrece el total de población en los 27 países de la UE año a año, porcentaje que representa la población de 0-14 años en la población total y muertes según edad. Con esos tres datos, hemos podido calcular esta tasa de mortalidad para este rango de edad de 2012 a 2021, año de introduccción de las vacunas COVID-19 en población infantil y último dato disponible de mortalidad para toda la Unión.

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