Si alguna vez has visitado un museo y has hecho el amago de sacar el móvil para hacer una foto de un cuadro es muy probable que te hayas llevado el típico toque de atención de los vigilantes de las salas: “¡No se puede hacer fotos!”. Normalmente, la prohibición se justifica por el daño que el flash de la cámara o el móvil pueda causar en la obra en cuestión. También la iluminación de los museos de pintura se mide y controla al detalle. A raíz de esto nos habéis preguntado cómo puede la luz estropear un cuadro. Os lo explicamos.
Oskar González, profesor en la facultad de Ciencia y Tecnología y en la facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, explica en este artículo publicado en Cuadernos de Cultura Científica el efecto nocivo que tiene la luz sobre algunos objetos.
Según su explicación, los fotones (las partículas que componen la luz) "solo pueden tener ciertos valores de energía que variarán en función de su longitud de onda. Por ejemplo, un fotón de luz azul tendrá más energía que uno de luz roja".
Las moléculas que forman la materia (en este caso, la pintura del cuadro) también tienen distintos niveles de energía. Cuando la diferencia energética entre esas moléculas coincide con la que aporta el fotón que incide sobre ellas, éstas lo absorben para pasar de un nivel a otro; en ese momento se dice que la molécula está excitada, ya que se encuentra en un nivel energético más alto.
Una vez aquí pueden ocurrir dos cosas: la mayoría de las veces las moléculas liberan esa energía añadida en forma de luz o calor, pero otras veces puede ocurrir que los enlaces entre sus átomos se rompan y las moléculas se degraden, generándose así otro compuesto con propiedades (por ejemplo, su color) diferentes.
“Seguro que todo el mundo ha visto este efecto dañino de la luz en algún objeto expuesto por mucho tiempo en el escaparate de algún comercio. Es obvio que en esos casos el daño no supone una gran pérdida pero, si hablamos de obras de arte, la degradación de los pigmentos puede provocar una alteración irreversible del color y por lo tanto un gran perjuicio de la obra artística”, precisa González.
Primera fecha de publicación de este artículo: 19/05/2021