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MALDITA CIENCIA

Cómo y cuánto influye nuestra genética en el riesgo de padecer obesidad

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Al menos uno de cada tres adultos en el mundo tiene sobrepeso u obesidad, según un metanálisis publicado en Human Molecular Genetics. Existen múltiples factores muy variados que influyen en el riesgo de una persona de padecer esta condición más allá de la alimentación y la actividad física: del consumo de alcohol al nivel de estrés pasando por las horas de sueño o la genética. ¿Cómo influyen nuestros genes en el desarrollo de la obesidad? Os lo explicamos.

El componente genético de la obesidad

Aunque hay algunos factores modificables que aumentan el riesgo de ganar peso y almacenar grasa (por ejemplo, la dieta o el ejercicio), hay otros que no son modificables. Varios genes están relacionados con el riesgo de padecer obesidad, según una revisión publicada en Nutrition Reviews

Ion Rezola, dietista-nutricionista especializado en nutrigenómica y nutrigenética en Made of Genes y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, explica a Maldita.es que “existen mutaciones que afectan a genes fuertemente relacionados con la regulación del balance energético tanto en el sistema nervioso central como en el periférico, incrementando tanto nuestro riesgo de obesidad como de hiperfagia (ingesta excesiva de alimentos)”. Según el experto, la mayoría de estos genes están relacionados con la producción de hormonas reguladoras de la sensación de saciedad.

Una revisión publicada en International Journal of Molecular Sciences indica que la predisposición genética podría explicar entre un 40% y un 70% del riesgo de padecer obesidad. Aunque, tal y como subrayan los autores, el papel de los genes en los procesos que conducen a esta condición aún no está claro. 

La genética no es el único determinante en el desarrollo de obesidad

Diana Díaz Rizzolo, dietista-nutricionista e investigadora biomédica en diabetes y obesidad, afirma a Maldita.es que, en general, la obesidad no es una enfermedad determinada únicamente por la genética. Algunas investigaciones señalan, por ejemplo, que el riesgo genético de la obesidad está altamente condicionado por el tipo de dieta. 

“El background genético de una persona puede predisponerla a sufrir obesidad (o puede protegerla frente a ella), pero muy difícilmente este conjunto de genes (que no uno en concreto) será el determinante absoluto que decida si se desarrolla o no obesidad”, explica Díaz.

La investigadora destaca que, además, los genes y sus mutaciones se mantienen bastante estables durante generaciones, “por lo que es inexplicable desde un punto de vista génico el creciente número de población con obesidad a nivel mundial”.

Para saber qué influye más en la obesidad, si la genética u otros factores, Rezola considera necesaria más investigación en este campo. El experto insiste: “Hay que estudiar cada caso de forma individualizada, ya que genéticamente no somos exactamente iguales entre nosotros”.

Cómo afectan factores como el estatus económico o el sueño al riesgo de tener obesidad

Más allá de la genética, la obesidad es una condición que viene dada por un conjunto de situaciones. De hecho, tal y como subraya Díaz, hay hasta 100 variables que influyen en la presencia de esta condición y que “se agrupan en ámbitos tan diversos como el social, el económico, el de infraestructuras o el médico”.

Entre los factores que influyen en el riesgo de una persona de padecer obesidad, también estarían el consumo de alcohol, el nivel de estrés, o las horas de sueño o el uso de medicamentos, según recoge este gráfico extraído del atlas del sistema de obesidad del Gobierno de Reino Unido.

Aunque el estilo de vida “es un factor determinante a nivel individual, no es el único ni tiene porque ser el más importante para todos los casos”, según Díaz. El estatus económico, por ejemplo, es uno de los mayores determinantes de obesidad, según afirma la experta y recoge una revisión publicada en The Bulletin of the World Health Organization.

También influyen “las políticas (nutricionales, sanitarias de prevención o de igualdad alimentaria) y otros aspectos más urbanísticos”. Por ejemplo, la disponibilidad de zonas verdes o las facilidades para moverse sin vehículo son determinantes importantes. 

Las pruebas para predecir el riesgo de padecer obesidad

¿Es posible detectar de alguna manera si una persona tiene un gran riesgo de padecer obesidad? Díaz explica que existen test genéticos a nivel hospitalario para detectar la obesidad monogénica: “Las raras, en las que solo cambia la expresión de un gen y son determinantes para que se desarrolle la obesidad”. 

Pero la obesidad poligénica (que puede no tener una clara predisposición genética y ser condicionada por otros aspectos) “no tiene un test validado que funcione para nada”. “Existen test en el mercado que, siguiendo algún algoritmo donde se agrupa la expresión de un grupo de genes interesantes, nos definen el riesgo de predisponerla, pero ni están validados en la clínica ni son realmente importantes si no controlamos todo los demás aspectos que sí podemos prevenir, tratar y modificar”, afirma.

En este artículo ha colaborado con sus superpoderes el maldito Ion Rezola.

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Primera fecha de publicación de este artículo: 03/03/2022

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