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MALDITA CIENCIA

Por qué el aumento de hielo superficial en Groenlandia en un año concreto no desmiente la crisis climática

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Claves
  • Groenlandia pierde hielo desde al menos 1990 y cada vez a mayor ritmo
  • La imagen viral sólo incluye la evolución del hielo en superficie y no la total, por lo que no sirve para interpretar correctamente lo que sucede
  • No incluye el hielo que se pierde por desprendimiento de icebergs y otras causas
  • Groenlandia pierde de media más hielo al llegar al océano que lo ganado este año en superficie
  • La medición correcta es del total de la masa de hielo y no solo del superficial
  • El Ártico se calienta más rápido que el resto del planeta y la Antártida ha estado perdiendo hielo desde al menos 1990

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Se ha viralizado una imagen que muestra la acumulación de hielo situado en la superficie de Groenlandia a lo largo del último año glaciar (desde el 1 de septiembre de 2021). La imagen va acompañada del texto siguiente: “Ya muy próximos a septiembre, se puede decir que Groenlandia ganará unas 400 Gigatoneladas de hielo este año (...) Otro año más por encima de la media, otro año más sin ser noticia”.

Se trata de un dato correcto, de una fuente científica, que se ha descontextualizado para desinformar. La evolución de la masa de hielo sobre Groenlandia debe medirse no sólo con la evolución del hielo en superficie a lo largo del año sino también con la pérdida de hielo en la base por el desprendimiento de icebergs y la fusión del hielo al entrar en contacto con el océano, según las expertas consultadas por Maldita.es. Esta distinción está señalada también en la propia fuente de donde se obtienen los datos. Además, la tendencia de pérdida de hielo en Groenlandia es clara, según el sexto informe del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).

Groenlandia pierde hielo desde al menos 1990 y cada vez a mayor ritmo

El IPCC señala en su sexto informe publicado en 2021 que los glaciares han perdido masa en todas las regiones polares desde el año 2000 y “seguirán perdiendo masa al menos durante varias décadas, incluso si la temperatura global se estabiliza”. Groenlandia y la Antártida han estado perdiendo hielo desde al menos 1990, con la mayor tasa de pérdida durante 2010-2019, y se prevé que sigan perdiendo masa de hielo [pág. 5], indica el IPCC [págs. 5 y 21]. De hecho, la siguiente imagen del grupo de expertos muestra cómo se prevé que Groenlandia perderá más hielo que la Antártida hasta 2100.

La influencia humana en el clima ha contribuido a la disminución desde 1950 del manto de nieve primaveral del hemisferio norte y al derretimiento superficial observado de la capa de hielo de Groenlandia en las últimas dos décadas. La pérdida continua de hielo durante el siglo XXI es “prácticamente segura” para la capa de hielo de Groenlandia, indica también el sexto informe del IPCC [págs. 5 y 21]. Su atlas interactivo muestra cómo en Groenlandia e Islandia se ha perdido concentración de hielo marino y se prevé una mayor pérdida de ese hielo en un escenario de subida global de temperaturas de 2 ºC respecto al clima preindustrial.

Además, el ritmo de pérdida de hielo en Groenlandia se ha acelerado: de 39 gigatones (39.000 millones de toneladas) de hielo por año en el periodo 1992-1999, a 175 gigatones anuales entre 2009 y 2009 y a 243 gigatones de 2010 a 2019. Este derretimiento creciente del hielo se da con una alta variabilidad interanual en la última década, indica también el IPCC [pág. 5], lo que es consistente con que la masa de hielo superficial en Groenlandia esté en 2021-2022 por encima de otros años recientes.

La imagen muestra sólo la evolución del hielo en superficie y no la total

¿Cómo es posible entonces esa aparente ganancia de hielo en Groenlandia este verano boreal? La respuesta es que la interpretación de la imagen es incompleta. La fuente es el portal Polarportal.dk, web financiada por la Cooperación Danesa para el Medio Ambiente en el Ártico, y muestra “las ganancias y pérdidas totales de la superficie de la capa de hielo durante el año desde el 1 de septiembre en comparación con el período 1981-2010”.

“Esta proyección sólo mira el estado de ganancia de masa de la superficie de Groenlandia. Esta proyección de condiciones superficiales no sirve para interpretar correctamente lo que sucede, y menos mirando un par de meses”, destaca a Maldita.es la geóloga y glacióloga Maria Gema Llorens, especializada en deshielo en la Antártida y Groenlandia e investigadora de Geociencias Barcelona, centro de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (GEO3BCN-CSIC).

“No tiene en cuenta la masa de hielo que se pierde cuando fragmentos de glaciares se desprenden y acaban por fundirse en el mar. Estos modelos nos aportan información sobre dónde se están produciendo las precipitaciones y la acumulación de nieve y hielo, y dónde se está produciendo el deshielo, pero no sirven para estimar directamente la magnitud del aumento o pérdida de hielo en Groenlandia o en general”, señala a Maldita.es Sara Gamboa, investigadora de la Universidade de Vigo especializada en paleontología y cambio climático y maldita que nos ha prestado sus superpoderes.

Además, el año 2011-2012 que aparece en la imagen fue en el que mayor deshielo se produjo en Groenlandia hasta la fecha. “Si comparamos con ese año sí puede darnos la sensación de que estamos mejorando, pero en realidad los valores estimados para este año son muy similares a los registrados el año pasado y en la media desde 1981. Y en todos esos años el balance final de superficie congelada en el Ártico disminuyó”, añade Sara Gamboa.

“El tuit es muy engañoso porque muestra sólo una cara de la medalla”, señala a Maldita.es Ilaria Tabone, investigadora del Departamento de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Universidad Friedrich Alexander de Erlangen-Núremberg (Alemania) especializada en el deshielo de Groenlandia. “El balance de masa [helada] total de Groenlandia se calcula como la diferencia entre el balance de masa superficial (acumulación por nieve menos fusión superficial) y la masa de hielo que se pierde por dinámica glaciar (es decir, por desprendimiento de icebergs y fusión basal del hielo en contacto con el océano). La figura que se muestra en el tuit representa solamente el balance de masa superficial del último año, mientras pasa totalmente del segundo término de la ecuación”.

Esta distinción entre el balance de hielo en la superficie y la pérdida de hielo en la base está advertida por la propia fuente oficial (Polar Portal) junto a la imagen compartida en el tuit: “No incluye la masa que se pierde cuando los glaciares se desprenden de los icebergs y se derriten en contacto con el agua cálida del océano”.

La ganancia y pérdida de hielo superficial en Groenlandia a 23 de agosto de 2022 con su descripción y el matiz sobre la pérdida de hielo (esquina superior derecha). Fuente: polarportal.dk

La experta de GEO3BCN-CSIC destaca que es “muy difícil interpretar el estado del hielo a partir de la superficie” debido a que no se tiene en cuenta el hielo que se pierde cuando llega al océano, que es como se pierde la masa de hielo. Tampoco se contempla el hielo que fluye desde el centro hasta los bordes de Groenlandia. Además, el hielo se compacta por su peso, cambiando de altura. Y está en algunas zonas fundido en contacto con el lecho rocoso y tampoco lo tiene en cuenta esa imagen, indica Llorens. “En el centro de Groenlandia hay hasta tres kilómetros de profundidad de hielo, por lo que mirar sólo la superficie no nos dice mucho. Para poder interpretar lo que está pasando con el hielo hay que mirar la siguiente proyección, también del servicio danés a partir de datos de satélite”:

Pérdida de masa de hielo en Groenlandia en agosto de 2021 en relación con abril de 2002. Fuente: polarportal.dk

Estos datos de pérdida o ganancia de toda la masa de hielo son hasta agosto de 2021 (y no de 2022, más actuales) “porque el año glaciar se cierra en septiembre, y aún tendremos que esperar un par de meses para ver el balance de 2022”. Además, según Sara Gamboa, los datos ‘en tiempo real’ tendrán que ser revisados y actualizados antes de sacar conclusiones cuando acabe el año glaciar.

Pero, más allá de este último año, la imagen muestra claramente la tendencia de pérdida de hielo en Groenlandia desde 2004 hasta 2021, señala Gema Llorens. Por último, con los datos de la imagen del tuit tampoco se podría estimar la contribución a la subida del nivel del mar debido a la descarga de hielo en el océano por razones de dinámica glaciar, añade Ilaria Tabone.

La propia imagen muestra una pérdida de hielo en el interior

Además, la propia imagen de la evolución de la masa de hielo superficial compartida en el tuit muestra “una gran zona roja (pérdida) en el centro, que es donde se acumula el hielo que luego fluye hacia las zonas costeras. Desgraciadamente, esa gran zona roja central nos dice que se está perdiendo masa, aunque hayamos tenido dos meses que se haya quedado retenida en las zonas costeras”, añade la glacióloga de GEO3BCN-CSIC.

Es fácil aislar un mapa y sacar las conclusiones que quieras. Es como decir que la borrasca Filomena demostró, por ser un evento frío, que el calentamiento global no existe... Se usan sólo los datos sueltos que convienen, aislándolos de la información que existe, de forma masiva, indicando lo contrario”, explica a Maldita.es Margarita Eulalia García, geóloga marina, investigadora científica del Centro Oceanográfico de Cádiz perteneciente al Instituto Español de Oceanografía y maldita que nos ha prestado sus superpoderes.

De hecho, el propio Polar Portal que ha elaborado la imagen viral ha señalado en Twitter que el gráfico (en la parte inferior) “no significa que no haya cambio climático, sino que nos muestra el conocido ‘balancín’: las temperaturas más cálidas que la media en el norte de Europa suelen ir acompañadas de temperaturas más frías que el promedio en el área de Groenlandia”. Es decir, el calor excepcional en Europa en julio (0,72°C por encima del período 1991-2020 según los datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus) se traducen en una Groenlandia más fría de lo habitual en estas fechas.

Anomalía de la temperatura del aire en superficie para julio de 2022 en relación con la media de julio del periodo 1991-2020. Fuente de datos: ERA5. Crédito: Copernicus Climate Change Service/ECMWF

Además, que el derretimiento superficial de Groenlandia sea “más modesto” que otros años, añade Sara Gamboa, se debe también principalmente a la Oscilación del Atlántico Norte (NAO por sus siglas en inglés), un fenómeno climático similar a El Niño en el Pacífico que ha hecho que “este año entre más viento desde el norte”. Pero también más vientos del sur y deshielo en las islas de Svalbard (Noruega) este año, “registrando el mayor volumen de hielo derretido hasta la fecha”. Por lo tanto, la aparente y provisional ‘desaceleración’ del deshielo en Groenlandia, próximos a la media de 1981-2010, se ha visto compensada por la aceleración en otras zonas del Ártico, indica la experta.

El verano podría extenderse, y pese a un lento comienzo de la temporada de deshielo en Groenlandia, desde el 18 de julio el ritmo de pérdida superficial de hielo ha aumentado rápidamente. Por ello, la investigadora de la Universidade de Vigo señala que esta temporada “podría extenderse durante septiembre y tener un desplazamiento de la época de deshielo y un balance mucho más negativo”.

Groenlandia pierde de media más hielo al llegar al océano que lo ganado este año en superficie

Como ya hemos explicado, para conocer la evolución real del hielo en Groenlandia, al balance de masa superficial (una ganancia 400 gigatones este año) hay que restarle la masa que pierde al llegar al océano al fundirse el hielo y desprenderse icebergs. La masa de hielo que se pierde de esa forma es de media, en los últimos años, de unos 500 gigatones anuales de forma “relativamente estable”, indica un estudio publicado en 2020.

Por lo tanto, “es muy probable que Groenlandia acabe este año habiendo perdido más masa por dinámica glaciar que la ganada en superficie, con lo cual Groenlandia habrá perdido masa total de hielo, según las predicciones climáticas de los expertos”, concluye Ilaria Tabone.

El Ártico se calienta a mayor ritmo que el planeta

El tuit viral afirma más adelante que 2022 está siendo un buen año para la extensión de mar cubierto de hielo en el Ártico (sea ice extent) y añade un gráfico, sin citar fuente, con esta variable desde 2005 año a año y la media de 2010.

Sin embargo, en este gráfico resumen de varios autores alojado en la web de la NASA, cuyo periodo temporal es mayor (comienza en 1979) y muestra la tendencia por décadas, se ve cómo la superficie media cubierta de hielo en el Ártico es menor cada década de forma clara. El año de menor extensión fue 2012, y lo que va de 2022 se mantiene en la tendencia de 2009-2018.

Tendencia de superficie cubierta de hielo en el Ártico. Fuente: Current State of Sea Ice Cover. J. C. Comiso, C. L. Parkinson, T. Markus, D. J. Cavalieri and R. Gersten

En este otro gráfico interactivo del National Snow and Ice Data Center (NSIDC) de la Universidad de Colorado puede consultarse la extensión del Ártico cubierta de hielo comparando varios años y periodos temporales distintos.

Según este estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment en agosto de 2022, numerosas estimaciones científicas apuntan a que el Ártico se calienta a mayor ritmo que el resto del planeta, entre dos y tres veces más rápido según los distintos estudios, y que podría estar calentándose hasta cuatro veces más rápido desde 1979, según sus propias estimaciones.

En este artículo han colaborado con sus superpoderes las malditas Margarita Eulalia García y Sara Gamboa.

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Primera fecha de publicación de este artículo: 24/08/2022

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