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MALDITA CIENCIA

Fiebre del tomate en India: qué es, qué síntomas tiene, cómo se transmite y a quién afecta

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A la izquierda, imágenes de sarpullidos causados por esta enfermedad en pies (CDC) y manos (Grook Da Oger/Wikimedia). A la derecha, mapa de la India con el estado de Kerala en rojo.

En las últimas semanas, medios de comunicación (ver ejemplos 1, 2 y 3) se han hecho eco de reportes de una enfermedad en el estado de Kerala, al sur de la India: la fiebre del tomate o gripe del tomate.

Estos contenidos se basan en una correspondencia publicada en la revista científica The Lancet Respiratory Medicine, donde se informa de un brote de la fiebre del tomate en India. Se trata de un tipo de publicación científica que no cuenta con el nivel de evidencia de un estudio o un metanálisis —mucho más completas—, aunque se usan para enviar comunicaciones a la comunidad científica o debatir sobre un asunto de interés.

Los autores de esta correspondencia, en concreto, afirman que más de 82 niñas y niños menores de cinco años han reportado esta enfermedad entre mayo y julio de 2022 en hospitales de Kerala, 26 casos en el estado de Odisha y alertas de salud (sin casos registrados) en los estados de Tamil Nadu y Karnataka. Te contamos lo que se sabe sobre esta enfermedad.

Qué es la fiebre del tomate y qué patógeno lo provoca

La correspondencia de la que surgen estas informaciones indica que la fiebre o gripe del tomate es una infección rara y provocada por un virus endémico de esta parte del mundo que no se considera grave o letal.

Los autores de este artículo plantean que esta enfermedad podría ser una secuela del virus del chikungunya o del dengue (dos infecciones virales transmitidas por picaduras de mosquitos) o una nueva variante del virus de la enfermedad de manos, pies y boca o (HFMD, siglas en inglés), un patógeno común que afecta a niñas y niños menores de 5 años y adultos con sistema inmune débil que se resuelve sin complicaciones de siete a diez días. De hecho, no se han reportado casos graves ni fallecimientos relacionados con este brote.

Sarah Pitt, profesora de Microbiología en la Universidad de Brighton, detalla en The Conversation que lo más probable es que estos reportes de infección sean la enfermedad de manos, pies y boca. Esta información se basa en los tests realizados a dos niños de Reino Unido con síntomas propios de esta enfermedad y que habían viajado desde Kerala. En ellos se encontró el virus Coxsackie A16, que tiene la capacidad de causar esta enfermedad. Un artículo periodístico publicado en BMJ también detalla que esta enfermedad no está provocada por un patógeno nuevo y que se trata de una variante de la enfermedad HFMD.

Qué síntomas presenta la fiebre del tomate y por qué recibe este nombre

Los síntomas que presenta esta enfermedad son similares a los de otros procesos de gripe: fiebre, cansancio, dolor muscular y en las articulaciones. A esto se le suma unos sarpullidos característicos de color rojizo que pueden crecer hasta el tamaño de un tomate, de ahí su nombre. Estos sarpullidos pueden aparecer en las palmas de las manos, plantas de pies, nalgas, piernas y brazos.

No existe un tratamiento específico para esta enfermedad ni una vacuna que la prevenga, destacan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, siglas en inglés). En su lugar, se aportan medicamentos que ayuden a sobrellevar los síntomas, principalmente paracetamol para la fiebre y el dolor. Se recomienda descansar, evitar tocar las ampollas y beber suficiente agua.

La hidratación es importante porque con esta enfermedad pueden generarse llagas en la boca que hacen que tragar sea incómodo o doloroso, por lo que los niños y niñas que tengan esta infección podrían no querer beber el agua necesaria.

Cómo se transmite la fiebre del tomate y a quién afecta

Al igual que otras infecciones comunes durante la infancia, esta enfermedad es muy contagiosa, aunque recordemos que no es grave ni letal, por lo que se recomienda a quien la sufre se mantenga aislado de colegios y centros de salud durante el curso de la enfermedad.

Las vías más comunes de transmisión son las secreciones de nariz y garganta (saliva, mocos o flemas), el líquido de los sarpullidos que genera y las heces de personas infectadas, detallan los CDC. También puede transmitirse estando en contacto con objetos y superficies contaminadas, como llaves, juguetes o ropa.

La mayoría de personas afectadas por la enfermedad HSMD son niñas y niños menores de 10 años y adultos con sistema inmune débil. En el brote de India, los casos descritos son de niños y niñas de cinco años o menos.

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