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Qué se considera una sequía y qué tipos existen

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Cada año hidrológico comienza el 1 de octubre. Hasta el 1 de febrero de 2022, en lo que va de este año hidrológico ha habido un 36 % menos de precipitaciones (192 mm) que el valor normal correspondiente a dicho periodo (299 mm). ¿Estamos ante una nueva sequía en España? Pues depende cómo lo midas, porque resulta que hay varios tipos de sequía. Lo explicamos.

La sequía meteorológica

La primera, que el es origen del resto, es la sequía meteorológica. Ocurre cuando se produce una escasez continuada de las precipitaciones (principalmente de lluvia pero también en forma de nieve y de granizo). Suele afectar a zonas de gran extensión, explica en su web el Observatorio Nacional de la Sequía (ONS). Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), explicó a Maldita.es que aunque hay varias escalas temporales para caracterizar una sequía meteorológica, lo habitual es considerarla a partir de un año o más, “ya que tiene repercusión en las reservas hídricas”.

Las sequías meteorológicas son “un fenómeno recurrente y totalmente normal en el clima de España, donde existe una gran variabilidad en cuanto a las lluvias, alternándose años muy secos con otros más lluviosos”, ha aclarado Rubén del Campo en un audio enviado a medios de comunicación. En Maldita.es hemos explicado por qué las lluvias torrenciales no alivian la sequía meteorológica.

Este déficit de precipitación, como indica la web del ONS, lo producen las condiciones atmosféricas, que están influidas tanto por factores naturales como por factores producidos por la actividad humana, como la deforestación o el incremento de los gases de efecto invernadero.

Además, esta sequía meteorológica también puede implicar temperaturas más altas, humedad relativa baja, menor cobertura de nubes y mayor insolación. Estos efectos secundarios pueden traducirse finalmente en reducciones en las tasas de infiltración, menor agua de lluvia que circula libremente sobre la superficie de un terreno y menor recarga de las aguas subterráneas. En muchos casos el indicador primario de disponibilidad de agua es la precipitación, aunque existen otros.

La sequía hidrológica

Unos cursos de agua como los ríos o volúmenes embalsados de agua por debajo de lo normal definen la sequía hidrológica, “impidiendo cubrir completamente las demandas de agua”, aclara Rubén del Campo. Este tipo de sequía puede demorarse durante meses o algún año desde el inicio de la sequía meteorológica. Incluso si las lluvias retornan en poco tiempo, puede no llegar a manifestarse, señala el Observatorio Nacional de la Sequía.

La sequía agrícola

Esta institución la define como el déficit de humedad en la zona donde se encuentran las raíces para satisfacer las necesidades de un cultivo en un lugar y en una época determinada. Esta sequía por los suelos muy secos puede afectar a los cultivos, especialmente los de secano, aclara el portavoz de la AEMET.

Pero debido a que la cantidad de agua es diferente para cada cultivo, e incluso puede variar a lo largo del crecimiento de una misma planta, no es posible establecer umbrales de sequía agrícola válidos ni tan siquiera para un área geográfica. En zonas de cultivos de secano está más ligada a la sequía meteorológica, con un pequeño desfase temporal, mientras que en zonas de regadío se vincula más a la sequía hidrológica, aclara el ONS.

La sequía socioeconómica

Esta sequía llega cuando la escasez de agua afecta a las personas y a la actividad económica. Para hablar de sequía socioeconómica no es necesario que se produzca una restricción del suministro de agua, sino que es suficiente con que algún sector económico se vea afectado por la escasez hídrica con consecuencias económicas desfavorables.

La creciente presión de la actividad humana sobre el agua hace que cada vez sea mayor la incidencia de la sequía socioeconómica, con pérdidas económicas crecientes, indica la ONS.

La sequía de 1991 a 1996 tuvo importantes repercusiones socioeconómicas y restricciones para el consumo, añade Rubén del Campo.

La sequía ecológica

Este tipo de sequía es un déficit en la disponibilidad de agua que afecta a los ecosistemas al llevarlos más allá de los umbrales de vulnerabilidad. La reducción del crecimiento de las plantas, la reducción o extinción de especies locales y la conversión de bosques en vegetación no boscosa son parte de sus impactos. *

* Actualizado el 29 de agosto para añadir la sequía ecológica.


Primera fecha de publicación de este artículo: 11/02/2022

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