"¡Rápido! ¡Cierra los ojos y pide un deseo!". Aunque, evidentemente, la ciencia no tendrá nada que ver con que el pensamiento que se te haya pasado por la cabeza se cumpla o no, puedes ir practicando la cadencia, volumen e intensidad de esta frase desde ya si tu plan para las últimas horas del día de hoy es trasnochar a cielo descubierto: entre el 11 y el 13 de agosto, podrán observarse hasta cincuenta perseidas (o estrellas fugaces) por hora en lugares alejados de la contaminación lumínica, como informa el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC).
¿Qué son las Perseidas?
Las Perseidas son una lluvia de meteoros que se produce en esta época del año y que, en 2022, tendrá su máximo entre el 11 y 13 de agosto. "Se producen debido a que la Tierra cruza anualmente la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle (una gran bola de hielo de 25 km que tiene un periodo de 133 años), que viajó cerca del Sol por última vez en 1992", explica a Maldita Ciencia Mar Gómez, doctora en Física y responsable del área de Meteorología de eltiempo.es.
"Cuando un cometa se acerca al Sol comienza a 'desmigajarse' por el calor, dejando en su camino un reguero de 'basurilla'. La cola majestuosa que vemos de los cometas es en realidad polvillo y gases que se desprenden y son soplados hacia fuera por el viento solar", señala a Maldita Ciencia Héctor Socas, astrofísico del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC). Cuando la Tierra pasa anualmente por el reguero que el Swift-Tuttle dejó a su paso hace años, nos topamos con estos restos del cometa. Según el experto, en su mayor parte se trata de granitos de arena que caen a nuestro planeta y se vaporizan al entrar en la atmósfera por el rozamiento.
Lo que la órbita de este comenta tiene de especial es que está compuesta por pequeñas partículas liberadas por el paso del mismo en ocasiones anteriores. "Cuando estas entran en la atmósfera a alta velocidad, la fricción las calienta y las evaporiza dando lugar a esos destellos que conocemos como lluvia de estrellas", aclara Gómez.
Ahora bien, las Perseidas (y las estrellas fugaces, en general) no son realmente una estrella. "Son algo mucho menos romántico: la basura dejada por un cometa que orbita alrededor del Sol. Este es el proceso físico de una lluvia de estrellas, en este caso las Perseidas", aclara a Maldita Ciencia Miquel Serra-Ricart, astrónomo del IAC.
¿Por qué vemos las Perseidas en esta época del año?
A lo largo del año la Tierra recorre su órbita alrededor del Sol. Es justo en este punto, durante estas fechas, cuando esta se cruza con la del Swift-Tuttle. "Si coincidiéramos al mismo tiempo podría ocurrir una gran catástrofe. Por suerte, el cometa tiene un periodo muy largo y se calcula que no nos toparemos con él al menos en los próximos miles de años", explica Socas.
Es en este sentido por lo que también existe interés científico en intentar encontrar otros rastros similares que puedan delatar la presencia de objetos todavía no descubiertos en el espacio. "Estos podrían ser peligrosos en el caso de caer a la Tierra y el rastro de sus meteoros nos puede dar pistas para encontrarlos", afirma Socas. De hecho, existen redes internacionales de investigación que instalan cámaras (en el Museo de la Ciencia y el Cosmos de Tenerife, por ejemplo) que vigilan continuamente el cielo para intentar descubrir e identificar rastros que hayan podido pasar inadvertidos.
Para verlas lo mejor posible, localiza un lugar oscuro y despejado cerca de la hora del amanecer (y ten paciencia)
Para disfrutar de las Perseidas no es necesario utilizar telescopios ni ningún otro tipo de instrumento óptico. "Basta con observar el cielo, preferiblemente desde algún lugar lo más oscuro posible y lejos de la contaminación lumínica de las ciudades", recomienda la IAA-CSIC.
Añade que estas estrellas fugaces podrán aparecer en cualquier lugar del cielo. "Al prolongar su trayectoria hacia atrás parecerán proceder de un punto situado en la constelación de Perseo, de donde procede su nombre. Este punto recibe el nombre de radiante. Dado que la constelación de Perseo sale sobre el horizonte después de anochecer, la probabilidad de ver Perseidas aumenta conforme avanza la noche y tiene su máximo cerca de la hora del amanecer".
La primera recomendación de Serra-Ricart para poder ver lo mejor posible una lluvia de estrellas en general, y las Perseidas en particular, es oscuridad: hay que alejarse de los focos luminosos de las ciudades, de la contaminación lumínica. Eso nos permitirá ver también las estrellas fugaces más débiles. Lo segundo, que el lugar tiene que tener los horizontes despejados.
"Pero mi recomendación fundamental es tener paciencia y no esperar ver unos fuegos artificiales como los de las fallas de Valencia. Este es un fenómeno más relajado", comenta el experto. "¿Se van a ver Perseidas? Sí. Pero hay que aguantar la mirada en algún punto del cielo, unos 10 minutitos, quieto, tranquilo, que seguro que dos o tres de ellas pasan por nuestro punto de visión", aclara.
¿De dónde viene la tradición de pedir un deseo al ver una estrella fugaz?
Es muy probable que lo primero que se te venga a la mente cuando ves una estrella fugaz es en lo rápido que deberías que pedir un deseo, antes de que esta desaparezca del firmamento. No hay ciencia detrás de los deseos, pero como anécdota, ¿de dónde viene este acto casi reflejo? "La leyenda se remonta casi a los orígenes de la humanidad. El cielo siempre se ha considerado algo mágico, el lugar de residencia de los antiguos dioses; el cielo y todos los elementos que lo componen tenían por tanto esa simbología sagrada", explica Gómez.
Según la experta, una de las teorías afirma que el astrónomo Claudio Ptolomeo creía que cuando se caía una estrella fugaz, el reino de los cielos se abría para los mortales. "Éstos, por tanto, aprovechaban para lanzar sus deseos con las estrellas fugaces con el fin que sus plegarias fueran escuchadas. Además, el deseo debía pedirse antes de que la estrella desapareciese, ya que, si no, el sueño no se cumpliría", añade Gómez.
Y aquí un añadido para los aspirantes a romper records de Trivial: las lluvias de estrellas tienen un punto de origen denominado radiante y el de las Perseidas se sitúa en la constelación de Perseo, de ahí su nombre. "Se llaman también Lágrimas de San Lorenzo, porque su máximo coincide casi con el día de este santo el 10 de agosto. San Lorenzo fue asado vivo en una parrilla y sus lágrimas, cuenta la leyenda, se ven en el cielo conmemorando su día", añade como curiosidad Gómez.
Primera fecha de publicación de este artículo: 15/08/2020