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Hace unos meses os explicamos cómo saber si un niño tiene un retraso del lenguaje. Ahora nos habéis preguntado cómo detectar si es superdotado. Hay varias cualidades que pueden hacernos sospechar de que un menor cuenta con altas capacidades intelectuales. Además de destacar en ciertos dominios (como las matemáticas o la música), estos niños suelen ser extremadamente curiosos, tener muy buena memoria y un vocabulario amplio y relacionarse bien con personas mayores que ellos.
La Asociación Nacional de Niños Superdotados de Estados Unidos indica que las personas superdotadas son aquellas que demuestran un nivel de aptitud sobresaliente (una capacidad excepcional para razonar y aprender) o competencias excepcionales (con un rendimiento que los sitúa en el 10% por encima del grupo normativo) en uno o más dominios.
Estos niños pueden destacar, por ejemplo, en matemáticas, artes, música o atletismo, según un artículo publicado en la revista Pediatrics in Review. “No existe un consenso generalizado para una definición única de superdotación, pero además de tener habilidades avanzadas, los niños superdotados también establecen conexiones fácilmente, muestran curiosidad o pasión por el aprendizaje y adquieren nuevas habilidades rápidamente”, explican los autores.
Mª Ángeles Hernández, psicóloga del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, explica a Maldita.es que para detectar si un niño es superdotado hay que observar su conducta en el contexto escolar y familiar en relación a su desarrollo, comunicación, razonamiento, capacidad para el aprendizaje, socialización o creatividad.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) confirma que los niños con altas capacidades “quieren saber más” que otros menores de su edad. Además pueden tener “aspectos de ‘rareza’ y de excelencia en el desempeño de sus tareas”. Y habitualmente destacan por un gran dominio del lenguaje y un vocabulario amplio, técnico y preciso, que no tiene por qué resultar pedante ni fuera de lugar”.
Además de ser muy observadores, estos niños suelen tener una memoria excelente, buenas habilidades de razonamiento y una imaginación inusual o vívida. Así lo afirma la Asociación Española para Superdotados y con Talento (AEST), que también subraya que estos menores pueden relacionar fácilmente ideas con objetos o hechos y aprenden rápido, con poca práctica.
Si bien es verdad que hay algunos niños con altas capacidades que tienen un alto rendimiento académico, no siempre tienen por qué ser alumnos brillantes. “Muchas veces se entiende que un alumno de altas capacidades es el que siempre saca las notas más altas, el más ordenado y obediente”, indican desde la AEST. Pero, normalmente, la conducta de estos alumnos es más bien todo lo contrario: “Suelen ser los más despistados, menos trabajadores, desordenados, desobedientes…”.
A veces estos niños “debaten todas las órdenes, desde acostarse, lavarse los dientes o hacer los deberes hasta repetir lo que ya está escrito”. Es decir, “odian las tareas repetitivas porque ya las dominan”. Además, suelen ser perfeccionistas, tener muy desarrollado el sentido de la justicia y relacionarse bien con padres, maestros y otros adultos mayores que ellos.
Todos estos signos pueden aparecer durante la edad preescolar y continuar en la infancia. Las pruebas de superdotación y coeficiente intelectual alto suelen realizarse alrededor de los cinco años, según el portal especializado en salud infantil Verywell Family.
Saber cuanto antes si un menor es superdotado es importante, según Hernández, para “evitar que pueda fracasar personal y escolarmente, ajustar las necesidades educativas para un desarrollo óptimo de sus talentos, capacidades y potencialidades, y prevenir que, en algunos casos, reciban diagnósticos y valoraciones erróneas”. Según la AEP, estos niños “pueden ser tan diversos entre sí como el resto de la población”.
Si sospechas que tu hijo puede ser superdotado, lo más aconsejable sería buscar ayuda profesional. La AEP subraya que en los centros educativos existe un equipo de orientación que atiende este tipo de necesidades educativas y que, además, puede contrastar las opiniones de la familia y los profesionales que tratan al niño e incluso de tantear la opinión de sus compañeros.
“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.
