El hipo es una de las reacciones de nuestro cuerpo que más curiosidad genera, tanto por su carácter involuntario como por los supuestos métodos para deshacernos de él. Esta semana nos habéis preguntado la causa por la que comienza y si en niños y bebés suele ser más común que en adultos (y, en caso afirmativo, por qué). Según la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), es cierto que “el hipo es habitual en niños sanos, suele durar poco tiempo y no requiere atención médica”, y normalmente se debe a la rapidez con la que comen.
Como ya explicamos en Maldita.es, el hipo es la consecuencia de un movimiento brusco e involuntario del diafragma. Al inspirar, este se contrae para dejar espacio a los pulmones pero, cuando su movimiento se altera (por ejemplo, por comer demasiado deprisa o en situaciones de estrés), desciende de forma violenta. Es entonces cuando el aire entra repentinamente en la garganta y choca contra la laringe y las cuerdas vocales dando como resultado ese (en un primer momento divertido y, a la larga, a veces fastidioso) "hip".
De hecho, como adelantábamos, el hipo es más común en los bebés lactantes, en general porque “comen o beben demasiado rápido y tragan aire”. “Esto da lugar a la dilatación del estómago y la estimulación del nervio frénico que contrae el diafragma”, añade la AEPap.
Ahora bien, según explica en la página web de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) Jesús Fleta Zaragozano, médico pediatra y docente de la Universidad de Zaragoza, a pesar de que el hipo pasajero (o agudo, que dura menos de 48 horas) es muy común en los recién nacidos y niños de menos de un año, en crisis que pueden durar hasta media hora, “no es peligroso ni doloroso”. “No es, por lo tanto, síntoma de enfermedad”, aclara.
La recomendación tanto de la AEP como de la SEPEAP para evitar el hipo es procurar que el pequeño no coma muy rápido, hacer pequeñas pausas, ayudarle a expulsar el aire y buscar un ambiente tranquilo. Sobre los remedios para evitarlo en adultos ya hablamos en Maldita.es. Spoiler: ninguno de los habituales garantiza al cien por cien acabar con el molesto gesto. Pero, por intentarlo, que no sea: la recomendación suele ser estimular la zona vagal (la recorrida por el nervio vago, desde el bulbo raquídeo hasta el tórax), especialmente en la cara, o realizar maniobras respiratorias.
¿Qué pasa si los ‘ataques’ de hipo se prolongan más de lo habitual? En este caso no nos encontramos ante un caso de hipo pasajero o agudo, sino persistente (si dura entre 48 horas y un mes) o incluso intratable o refractario, cuando dura más de dos meses, como señala este estudio publicado en la revista científica Neurogastroenterology and Motilility. Son situaciones poco comunes, principalmente en mayores de 50 años: “Afectan únicamente a un individuo de cada 100.000. Suelen ser una manifestación de otra enfermedad que puede ser grave, por lo cual es recomendable consultar a un médico”, concluye Fleta.
Primera fecha de publicación de este artículo: 14/09/2021