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MALDITA CIENCIA

Pies planos: datos, mitos y consejos para prevenir una afección que padece hasta un 30% de la población

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El pie plano es común en bebés y niños, ya que el arco del pie normalmente se desarrolla durante sus primeros años de vida. Pese a que durante la infancia tener los pies planos no suele ser un motivo de preocupación, si provoca dolores es aconsejable acudir a un especialista. Cuando esta afección aparece en adultos, suele ser progresiva y dolorosa, por lo que lo ideal sería tratarla cuanto antes. ¿Qué mitos circulan sobre los pies planos? ¿Cómo afecta esta condición a niños y a adultos? ¿Cuál es el tratamiento idóneo y la mejor forma de prevenir su aparición?

El pie plano es una anomalía que afecta a entre el 20% y el 30% de la población

José Miguel Guijarro, jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital La Luz, explica a Maldita.es que el pie es plano cuando “el arco interno del pie se encuentra disminuido o ha desaparecido”. “Esto hace que el pie apoye completamente en el suelo cuando nos ponemos de pie”, explica. 

Se calcula que entre el 20% y el 30% de la población tiene pies planos, según indica a Maldita.es José Cardo, podólogo y miembro de la junta directiva del Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV). Esta afección es especialmente frecuente en niños, y por eso, tal y como destaca Guijarro, en la mayoría de los casos “no se considera patológica”. En los adultos, como decimos, sí suele causar problemas.

El pie plano en niños se considera normal hasta los seis años

Juan Dios, secretario general del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos, explica a Maldita.es que tener los pies planos se considera normal hasta los cuatro o seis años. A medida que los niños crecen, “los tejidos que sostienen las articulaciones se tensan y forman un arco”.

“Si pasados estos años (los seis años) persiste la ausencia de arco, sí que estamos ante un pie plano, que en los niños suele ser flexible y en los adultos evoluciona a rígido”. En niños con pie plano flexible, el arco del pie “suele aparecer en descarga (cuando no se está de pie) y desaparecer cuando se ponen de pie”.  

Una revisión publicada en la revista científica European Journal of Physical and Rehabilitation Medicine indica que normalmente el pie plano flexible se reduce con la edad y no suele ser sintomático (quien lo padece no suele experimentar síntomas). Según los autores, la hipermovilidad de las articulaciones y el aumento de peso o la obesidad pueden incrementar su prevalencia, independientemente de la edad. Otro estudio en el que participaron 1.364 niños de tres a siete años también concluye que los niños con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollar esta afección.

El pie plano flexible, según confirma Guijarro, generalmente no produce problemas —ni en niños ni en adultos— y permite hacer una vida normal y practicar cualquier deporte. “Estos pies no son dolorosos”, indica. Aun así, en ocasiones puede ser recomendable “usar plantillas para mejorar la estática del pie y tener un mejor eje de las piernas”.

Las botas ortopédicas no están indicadas para niños con pies planos flexibles. Así lo indica Cardo, que asegura que se trata de un mito: “Lo que queremos es fortalecer la musculatura interna de ese pie, y este tipo de calzado actúa ferulizando (inmovilizando) el pie y sin dejar que la mayoría de esta musculatura actúe”.

El pie plano rígido suele ser provocado por una unión anómala entre huesos del pie y puede resultar doloroso. Cuando se da en la infancia, Dios indica que “obedece a enfermedades congénitas que pueden manifestarse ya en el nacimiento”. 

El pie plano en adultos puede deberse a un desgaste de tendón o a enfermedades inflamatorias

Otro de los mitos sobre el pie plano es que surge únicamente durante la niñez. Si bien es cierto que es más común en niños, también puede ocurrir en adultos con el paso del tiempo, tal y como indica Guijarro. 

En este caso, el experto recomienda tratarlo lo más rápido posible, ya que suele ser “progresivo y doloroso”. Estos dolores, que normalmente comienzan en la parte interna del pie y se extienden por la pierna, pueden dificultar el caminar y realizar deportes. “El pie puede volverse plano y comenzar con dolor debido al desgaste del tendón que tenemos en la parte interna del pie y del tobillo”, indica. Este tendón ayuda a mantener el arco interno. Como factores de riesgo, menciona “la obesidad, la sobrecarga y la diabetes”.

El pie plano adulto se puede deber a muchas causas, según Dios: desde la evolución de los pies planos infantiles hasta enfermedades inflamatorias. La literatura científica disponible no aclara qué pacientes con los pies planos en la infancia tienen riesgo de desarrollar dolor en la edad adulta. Entre las enfermedades que pueden desencadenar esta afección, Cardo menciona la artrosis o las enfermedades neuromusculares. 

Esta afección puede modificar el apoyo, la distribución del peso sobre el pie y la postura, según subraya Dios: “Esto se refleja en que sea necesario un mayor gasto de energía y esfuerzo para la realización de actividades y, por ende, más cansancio”. Además, el podólogo cuenta que “la persistencia en la postura y biomecánica incorrecta puede conllevar la inflamación de la fascia plantar (el tejido grueso en la planta del pie), cuyo síntoma más común es el dolor en el talón, y está asociada a problemas en la rodilla, la cadera y la espalda, entre otros”.

De andar descalzo a coger objetos con los dedos de los pies: ejercicios para tratar o prevenir esta afección

Siempre que un pie es doloroso se debería acudir a un especialista para que lo valore y realice un diagnóstico, según los expertos consultados por Maldita.es. “El otro signo que nos debe hacer acudir a un especialista es que el calzado se deforme de manera rápida y con desgastes de la suela de forma anómala”, comenta Guijarro.

Dependiendo del grado de deformidad del pie, los expertos pueden recomendar usar plantillas correctoras de la deformidad o realizar diferentes ejercicios para fortalecer la musculatura del pie.

“Aconsejamos ejercicios tan simples como andar descalzos, caminar de puntillas o recoger objetos del suelo con los dedos de los pies (por ejemplo, un boli o una toalla)”, comenta Cardo. 

Un estudio realizado con 2.300 niños de entre 4 y 13 años concluye que el uso de zapatos en la infancia puede ser perjudicial para el desarrollo de un arco longitudinal normal. Los autores se dieron cuenta de que el pie plano era más común en los niños que usaban zapatos cerrados, menos en los que usaban sandalias y aún menos en los que iban descalzos. En Maldita.es también os hemos explicado por qué no hay evidencias de que los niños se resfríen por caminar descalzos.

Además de pasear descalzo por terrenos naturales como la arena, el césped o la alfombra de casa, Dios también aconseja controlar el sobrepeso y usar un zapato que brinde “la movilidad, amplitud y comodidad de un pie desnudo”. 

En los casos más graves, Guijarro explica que habría que recurrir a la cirugía para que “el pie mantenga una estructura normal y el apoyo se mantenga lo más plantígrado (un apoyo homogéneo e indoloro de la planta del pie) posible”. No obstante, desde el Servicio Nacional de Salud británico indican que rara vez se necesita cirugía para los pies planos. “Podría ayudar si hay un problema con los huesos, tejidos o músculos de los pies y otros tratamientos no han funcionado”, añaden.

“Menos bulos, más rigor científico” es un proyecto de DKV Salud con contenido editorial de Maldita.es.


Primera fecha de publicación de este artículo: 13/09/2021

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