Los motivos detrás de la aparición de reacciones alérgicas a ciertos elementos en unas personas y no en otras es una de las preguntas que nos habéis hecho esta semana. También por qué a veces estas alergias desaparecen en algunas personas alérgicas. Es un asunto complejo que no tiene una respuesta clara.
La alergia es una reacción de defensa del organismo contra sustancias externas que penetran en el cuerpo. El sistema inmune del cuerpo reconoce esas sustancias como extrañas e intenta neutralizarlas pero con algunos efectos negativos al hacerlo. Las personas sin alergia también las reconocen como extrañas, pero su organismo las neutraliza sin dañarse a sí mismo, mediante mecanismos llamados de tolerancia, explica en su web la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).
Por eso, el origen de una reacción alérgica no está por tanto en el agente que la produce, conocido como alérgeno, sino en el propio individuo, destaca en su web la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). Frente a esos alérgenos actúan los anticuerpos que genera el organismo como defensa, habitualmente un tipo llamado inmunoglobulinas E (IgE). Las IgE desencadenan la liberación de mediadores inflamatorios que producen la reacción alérgica. Las personas sin alergia no suelen formar IgE frente a los alérgenos, sino que se defienden por otros mecanismos, aclaran SEICAP y SEAIC.
¿Y entonces por qué aparecen esas alergias? La verdad es que a día de hoy no lo sabemos. “Responder a preguntas como por qué algunas proteínas causan alergias y otras no, así como por qué aparecen y desaparecen con el tiempo son preguntas muy difíciles de responder”, aclara a Maldita.es María Garrido Arandia, bioquímica especializada en alérgenos vegetales y bases moleculares de los procesos de sensibilización alérgica en el Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas de la Universidad Politécnica de Madrid y del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria. “Todavía es un misterio para el cual no hay respuesta clara”, añade Mónica Carrera, bióloga especializada en alergia alimentaria a pescados y el desarrollo de vacunas para las alergias alimentarias en el Instituto de Investigaciones Mariñas del CSIC.
"La reacción alérgica se produce porque el sistema inmunológico reacciona de forma exagerada frente al alérgeno, una sustancia que para una gran mayoría de la población resulta inocua, y la identifica como un peligro”, explica a Maldita.es Sara Benede, tecnóloga de los alimentos e investigadora posdoctoral en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL) de la Universidad Autónoma de Madrid y del CSIC.
Sobre las causas últimas, la bioquímica María Garrido señala que tiene que haber un trasfondo genético, pero también parece necesaria la presencia de otro tipo de señal ambiental como una lesión de un tejido, un momento de estrés o un desequilibrio en la microbiota, los microorganismos que habitan en nuestros cuerpos, que produzca que nuestro cuerpo esté alterado y reconozcamos ese elemento como un peligro. Una vez que se reconoce ese alérgeno como algo peligroso ya creamos anticuerpos frente a ese elemento que "van a ser responsables de su reconocimiento y de toda la sintomatología alérgica”, añade la bioquímica, y que se activarán cada vez que entremos en contacto con él.
¿Cómo ocurre entonces la cura de las alergias? “En muchos casos, las alergias que se sufren en la edad infantil y juvenil desaparecen con la edad. La ‘memoria alérgica’ desaparece o se logra atenuar los síntomas debido a una desensibilización del paciente al alérgeno que se ha ido exponiendo poco a poco de forma natural”, aclara Carrera. Garrido señala por su parte que en ratones alérgicos a los que se le administraba el alérgeno de forma rutinaria se podía ‘reeducar’ al sistema inmune y así lograr que el alérgeno pasase a ser tolerado. El sistema inmunitario logra tolerar el alérgeno al potenciar los linfocitos T y B reguladores (células del sistema inmune) y se consigue un cambio en el tipo de respuesta inmunológica, añade Carrera.
“Actualmente casi todas las inmunoterapias se basan en la administración de estos alérgenos al paciente de forma que al final el paciente se acostumbre a él”, concluye la bioquímica María Garrido. A este tipo de terapia se le conoce comúnmente como “vacunas de la alergia” y actualmente se comercializan para tratar el asma, rinitis, conjuntivitis, alergia a picaduras de himenópteros como la abeja y la avispa, alergia al látex y a la piel de melocotón, recoge la web de la SEICAP. En las alergias alimentarias, actualmente se están desarrollando con éxito múltiples estudios de investigación para evaluar la eficacia de la inmunoterapia con alimentos como la leche, el huevo o el cacahuete, explica Sara Benede.
Primera fecha de publicación de este artículo: 11/10/2021