Forma parte de una cadena de WhatsApp que nos habéis enviado por varias vías en la que un pediatra advierte de que en un coche estacionado al sol y a más de 16º de temperatura los niveles de benceno son muy altos, y aun más si al entrar en el coche ponemos el aire acondicionado sin bajar las ventanillas antes, ya que todo el aire caliente acumulado en el sistema de climatización saldrá expulsando aun más benceno que nosotros respiraremos. Añade que el benceno es "es una toxina que afecta al riñón y al hígado", que es muy difícil de expulsar por nuestro cuerpo, que es tóxica y cancerígena y que envenena los huesos y produce abortos entre otras cosas.
Se trata de un bulo que lleva años circulando, y que ya han desmentido, entre otros, la OCU y Snopes. Es cierto que el benceno es un componente derivado del petróleo que es peligroso para la salud, y por eso los que lo manipulan como forma de su trabajo tienen que utilizar protecciones especiales. Sin embargo, el benceno que se pueda utilizar en las distintas fases de producción de un coche se habrá evaporado cuando el coche llegue a su dueño y por tanto no hay riesgo de intoxicación por benceno al meterse en un coche por muy caliente que esté su interior.
Algunos estudios han sacado conclusiones interesantes al respecto. Este se realizó en Corea en 2001 analizó la exposición a algunos compuestos en personas que se mueven en coche y en transporte público y concluyó, entre otras cosas, que las personas que van en coche sí parecen sufrir una mayor exposición al benceno, pero que este proviene del combustible que utilizan sus coches, y no de los componentes internos de los mismos, y que la exposición parece ser mayor en invierno que en verano, así que no parece que el aire acondicionado tenga un gran impacto en el asunto. En ningún momento de ese estudio se relacionaba el benceno con el riesgo de cáncer.
Otro estudio realizado en Alemania en 2007 analizaba los efectos para la salud del aire interior de un coche nuevo y un coche con tres años de antigüedad aparcados al sol y concluyó que no parecía haber ninguna amenaza en los compuestos que contenían ninguno de los dos.
Primera fecha de publicación de este artículo: 09/08/2019