En Maldita.es ya hemos hablado del importante papel que desempeñan las abejas en el entorno que nos rodea, principalmente por una de las funciones que llevan a cabo: la polinización. A pesar de su valor, seamos sinceros, a muchos de nosotros sigue dándonos repelús encontrarnos cara a cara con uno de estos insectos. Y si hablamos de decenas de ellos, aún más.
De hecho, varios de vosotros nos habéis preguntado por una imagen que circula en Facebook en la que una ‘costra marrón’, en teoría formada por abejas, recubre la parte trasera de un coche. Lo cierto es que la situación sí está relacionada con estos insectos: esa capa superficial está compuesta de abejas y el motivo por el que la forman, en un coche o en otro tipo de objetos urbanos, es que, debido al proceso de enjambrazón y tras haber criado una nueva reina, la mitad de una colmena busca un nuevo hogar para hacer frente a la falta de espacio en la inicial. En este caso, según los expertos consultados por Maldita.es, el coche sería un lugar de descanso provisional y la situación retratada en la imagen, por lo tanto, posible y habitual.
“Esta situación puede ocasionar alarma social, pero hay que saber que es transitoria y que el enjambre no es agresivo en esta fase. En un corto espacio de tiempo inician el vuelo al lugar encontrado por las abejas emisarias y todo vuelve a la normalidad”, explica a Maldita.es Jesus Llorente Martínez, veterinario y presidente de la Fundación Amigos de las Abejas.
Como adelantábamos y según señala Mario F. Navarro, presidente de la Asociación Española de Apicultores (AEA), a Maldita.es, la reproducción de las abejas ocurre por enjambrazón, cuando la reina vieja deja paso a la nueva estirpe: “El proceso es simple: antes de nacer esa nueva reina, la anterior, junto a un gran número de abejas de distinta edad, sale de la colmena en una especie de nube de abejas. Allí donde se pose, probablemente no muy lejos ya que no se encuentra en las mejores condiciones para volar, irán todas las abejas que han salido con ella”.
¿Cuándo y por qué ocurre la enjambrazón?
El proceso reproductivo de las abejas, la enjambrazón, se inicia en función de las condiciones climáticas ya que, al comenzar las temperaturas cálidas, también lo hace la floración y, con ello, el aumento del flujo de néctar.
“Esto ocasiona el aumento de la cría que provoca un incremento demográfico importante: de una población en una colmena de entre 20.000 a 30.000 abejas se pasa a unas 60.000 o 70.000 más en menos de un mes”, indica Llorente.
Estas condiciones hacen que un gran número de abejas responsables del ingreso de comida a la colmena (pecoreadoras) aumente la cosecha y que los panales vacíos se llenen rápidamente de provisiones. “Al final, el espacio se hace insuficiente y la ventilación se ve dificultada, mientras que la temperatura interior tiende a subir. Es entonces cuando se produce una limitación de la capacidad de desarrollo de la colmena, mientras que en el exterior los recursos son cada vez más abundantes y estimulantes”, indica Llorente.
¿Y qué hace el enjambre en esta situación de ‘colapso’? Criar una nueva reina, aunque la previa siga estando presente, lo que Llorente califica como “un proceso extraordinario”. En palabras del experto, ante tal situación, la antigua reina busca un nuevo cobijo abandonando la colmena con la mitad del enjambre. “No sin antes llenar bien el estómago de miel para un viaje que puede ser largo”, puntualiza el presidente de la Fundación.
Esta puede establecer su hogar provisional en distintos lugares: vehículos estacionados, como por el que nos habéis preguntado; la rama de un árbol; farolas… Al menos hasta que alguno de los miembros de la colmena encuentre un nuevo lugar en el que seguir su ciclo biológico: el hueco de una persiana, un falso techo, una casa no habitada, etc. “Aún no se sabe el mecanismo que impulsa a las abejas a elegir esa nueva casa, pero podremos encontrar enjambres en cualquier situación”, reconoce Navaro.